Prueba del Renault Mégane Coupé-Cabrio GT Line dCi 130

Nos pusimos al volante de la versión más deportiva y pontente de toda la gama.

La tercera generación del Renault Mégane está finalizando su vida comercial con un éxito muy dulce, al menos en nuestro mercado. Posicionado como uno de los modelos más vendidos en España, decidimos ponernos a los mandos de una de las versiones con mayor atractivo de la gama, el Coupé-Cabriolet. El modelo descapotable del modelo francés, se sitúa, pese a su veteranía, como una de las opciones más interesantes por precio, equipamiento y calidad de construcción.

Nosotros optamos por la versión más alta de gama, que venía asociada al acabado deportivo GT Line y al motor Diésel de 130 CV. Combinados todos estos ingredientes, encontramos un coche muy bien resulto, con el toque justo de deportividad y con un motor refinado que rinde de lo lindo pero que, a la vez, gasta muy poco carburante.

Mayor exclusividad en sus acabados

El acabado GT Line incorpora detalles específicos que afectan al diseño de la carrocería y al interior, todo ello para darle un estilo más dinámico. De todo lo que equipa esta versión, lo más destacable son los asientos delanteros, que es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. No sólo sujetan perfectamente el cuerpo, sino que también resultan confortables y cuentan con suficientes reglajes para adaptarnos al puesto de conducción.

La calidad de acabados y los materiales utilizados son muy buenos en general, destacando especialmente la parte más visible del salpicadero, que cuenta con un material blando de buen aspecto y tacto.

La habitabilidad disponible en las plazas delanteras está muy conseguida, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos ante un descapotable con carrocería de coupé. Detrás, no sobra espacio, pero es uno de los modelos de su segmento con mayor habitabilidad.

La capacidad del maletero no se ve afectada en exceso, pues con el techo puesto, el volumen disponible es de poco más de 400 litros. Sin duda, una muy buena cifra si tenemos en cuenta que estamos ante un coche en el que las cualidades prácticas pasan a un segundo plano.

El Mégane con carrocería descapotable sigue contando con el mayor techo panorámico acristalado del segmento en modo coupé y con un parabrisas adelantado. Además, para mejorar el confort en movimiento, el descapotable de Renault cuenta con un cortavientos fijo de serie que limita las turbulencias de aire y ofrece un máximo confort para los 4 pasajeros hasta 90 km/h. Para cuidar todos los detalles, Mégane Coupé-Cabrio propone una red antirremolinos desmontable opcional (en configuración de 2 pasajeros delanteros) para una mejor protección contra el viento a partir de 90 km/h.

El techo duro retráctil se compone de tres piezas que se pliegan sobre sí mismas, en una cinemática sencilla para alojarse en el maletero en sólo 23 segundos. Para ello, el vehículo debe tener el maletero preparado, colocando una cortinilla que hace de tope de seguridad para asegurarnos que no hay ningún objeto que impida su alojamiento en las zonas señalizadas. Hay que estar parado en un sitio llano con el motor en marcha. Manteniendo pulsado el mando destinado a esta función, la capota se abre o cierra sin más intervención del usuario.

Dinámico y confortable

Al ponernos en marcha, el Mégane CC demuestra sus buenas maneras desde el primer momento. La suspensión, que tiene el grado de dureza justo, hace que nos sintamos cómodos en todo momento, pero con un control de los balanceos de la carrocería que roza el sobresaliente. Circulando sin capota a velocidades legales, la estudiada aerodinámica y los aditamentos adicionales de los que te hemos hablando con anterioridad, hacen un buen trabajo para que el viento no sea un incordio.

Bajo el capó encontramos un buen motor Diésel que cumple con todo lo deseable por parte del conductor; refinamiento, buena respuesta y unas prestaciones notables. Asociado a una caja manual de seis velocidades, el dCi de 130 CV no es un motor que se muestre sediento por mucho que queramos ir a un ritmo ágil. En condiciones normales y según nuestras mediciones, el modelo francés se conforma con una media de poco menos de seis litros, lo que es un muy buen dato teniendo en cuenta la potencia y el peso de este coche.

Precio y equipamiento

Su equipamiento de serie es realmente completo, destacando especialmente el nuevo sistema R-Link, una tablet multimedia integrada que reúne un conjunto de funcionalidades multimedia: navegación, radio, telefonía con Bluetooth y audiostreaming, conectividad de los aparatos portátiles. También ofrece servicios relacionados con el vehículo así como acceso a Renault R-Link Store, un catálogo con numerosas aplicaciones descargables desde el vehículo.

Las funcionalidades se controlan a través de una gran pantalla táctil de 7 pulgadas (18 cm) de diagonal, con una ergonomía sencilla e intuitiva. Gracias a un mando de voz, el usuario activa algunas funcionalidades de manera sencilla (hay 9 idiomas disponibles) y, de forma paralela, la función Text To Speech (TTS) realiza una lectura automática en voz alta de los textos y flujos RSS de algunas aplicaciones una vez que el vehículo se mueve.

Un joystick situado en la consola central viene a completar los modos de control del sistema. Por ubicación y diseño, resulta perfecto para manejar todas las funciones con facilidad y rapidez.

El precio de la versión probada arranca en los 31.700 €, una cantidad que le posiciona en buen lugar teniendo en cuenta el equipamiento disponible y la motorización elegida (ver todos los precios).

Nuestra conclusión

Pese a su veteranía, el Renault Mégane sigue demostrando que es un producto muy recomendable por lo equilibrado que resulta en todos sus apartados. Si optas por la versión descapotable asociada al acabado deportivo GT Line y al motor Diésel de 130 CV, encontrarás un cóctel muy atractivo para disfrutar de la conducción a diario.