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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
01/08/2013
Por Goti Martínez Pérez

Prueba del Beetle Sport 2.0 TDI de 140 CV

Buenas prestaciones y un consumo ajustado

El Volkswagen Beetle -El Escarabajo para los amigos- es, junto con el Golf, el modelo más exitoso, reconocido e identificativo de la marca alemana. Desde hace bien poquito, concretamente desde septiembre del pasado año, Volkswagen lo ha renovado para presentar la segunda generación de la nueva era del simpático "utilitario" alemán. Nosotros hemos probado la versión Diesel más potente que tiene la gama en estos momentos, se trata del 2.0 TDI de 140 CV. Lo puedes adquirir desde 26.120 €.

Respecto al anterior modelo, que inició su vida comercial en 1998, ha cambiado tanto, que si no es por su inconfundible aspecto exterior, diría que son modelos totalmente diferentes. Ahora es un coche más grande, deportivo, práctico y avanzado.

Un Diesel que enamora

Probablemente, sin ser la versión más apetecible, refinada y prestacional de la gama, puede que sea una de las más interesantes y equilibradas una vez que se prueba. Pese a que el tacto del motor puede ser un pelín tosco y el ruido se hace notar más de lo deseado en determinadas condiciones, debo confesaros que es una versión muy agradable de conducir y con un funcionamiento más que satisfactorio.

El 2.0 TDI CR TDI de 140 CV ofrece un muy buen rendimiento, sin duda, el que cabe esperar en un coche de corte deportivo. No solo rinde de lo lindo, consume poco y tiene un funcionamiento muy agradable, sino que responde muy bien al acelerador y se mueve con energía desde bajos regímenes. En este sentido, por el momento no recuerdo un motor Diesel -no perteneciente al Grupo VAG- que no tengo un tacto tan deportivo y que responda con tanta inmediatez.

Sus 140 CV están disponibles a 4.200 rpm y, los 320 Nm de par motor, aparecen desde las 1.750 rpm, lo que no está nada mal. Con estas cifras, este Beetle acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 9,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 198 km/h. Por tanto, sus prestaciones se amoldan perfectamente a lo que cabe esperar en un coche de esta potencia y peso (1.395 kg).

Queda claro que por prestaciones, rendimiento y funcionamiento, este motor me ha convencido por completo. Sin embargo, lo mejor de esta motorización está presente cuando toca analizar su consumo. Sus cifras son ridículas, pese a que no se trata de una versión ecológica de bajo consumo.

En autovía, respetando las limitaciones de velocidad, el gasto medio siempre se ha situado sobre los 5,5 l/100 km. Ya en carreteras de segundo orden -sí, en ese tipo de vías en las que dentro de bien poquito no se podrá exceder los 90 km/h- el Beetle es capaz de consumir 4,8 l/100 km. En ciudad, el consumo no se dispara en exceso y se puede llegar a consumir una media de 6,8 litros en condiciones normales. Por último, si eres de los que te gusta pisarle en carreteras con curvas, haciendo caso omiso de las limitaciones de velocidad, es probable que superes los 9,5 litros de media.

Esta motorización está disponible con cambio manual o automático, ambas con seis velocidades. La caja manual -que es la que he podido probar- transmite mucha solidez y, aunque en un primer momento su guiado parezca más duro de lo deseado, debo decir que con el paso de los kilómetros te acostumbras y no termina de resultar excesivamente pesada.

Cuando se maneja rápido, hay que utilizarla con bastante decisión para sacarla el máximo partido porque, aunque parezca que el guiado presenta cierta oposición cuando toca cambiar de marcha, al final te permite cambiar rápido.

Muy chic

Estéticamente, a nadie se le escapa que, el aspecto afeminado de la anterior generación, ha variado ligeramente para convertirse en un coche más agresivo, musculoso y deportivo. Quizá Volkswagen, con esta nueva edición, no ha querido "discriminar" al público masculino y, de esta forma, ahora presenta un producto que sea del agrado de ambos sexos.

Si hablamos de tamaño, el Beetle ha dejado de ser un utilitario para transformarse en un compacto, de hecho, no debemos olvidar que comparte plataforma con el Volkswagen Golf. Sus dimensiones lo dicen todo, el nuevo Beetle mide 1.808 mm (+ 84 mm) de ancho, 1.486 mm (- 12 mm) de alto y 4.278 mm (+ 152 mm) de largo. También aumentan los anchos de rodadura (delante 1.578 mm / + 63 mm y detrás 1.544 mm /+ 49 mm) y la batalla (2.537 mm / + 22 mm). Es decir, que con el metro en la mano, el renovado Beetle es ligeramente más grande que un Golf en prácticamente todas sus cotas.

Pero todas esas medidas no se traducen en una gran habitabilidad interior. En el Beetle impera el diseño y los aspectos prácticos pasan a un segundo plano. En las plazas delanteras no hay problema de espacio y se respira mucha amplitud. Como nos tiene muy bien acostumbrados Volkswagen, la posición al volante está muy bien diseñada, y la multitud de ajustes de asiento y volante son más que suficientes como para acoplarnos al puesto de conducción. Todos los reglajes se ajustan perfectamente a conductores de diferentes estaturas y, si eres de los que te gusta ir muy bajo y tienes una estatura normal, en el Beetle podrás conseguirlo. Por su parte, los asientos, sin ser especialmente envolventes ni ergonómicos, cumplen correctamente para tener un mínimo de confort.

En las plazas traseras no hay mucho espacio para dos adultos, sobre todo en altura y longitud. Además, la caída pronunciada del techo, obliga a que los respaldos de los asientos tengan una posición casi vertical, lo que hace que sean muy incómodos y que la postura, al sentarnos, sea tremendamente incómoda. En cualquier caso, son detalles del diseño que hay que asumir y que son parte de la identidad de este coche.

Habitáculo discreto y fiel a sus inicios

El interior, aunque es sobrio, tiene cierta similitud con el Escarabajo clásico de toda la vida. Detalles como la forma del salpicadero y la guantera superior, nos hacen sentir que en una edición moderna del clásico de Volkswagen. Como suele ocurrir en este tipo de coches, en los que impera es el diseñó, hay un buen paquete de opciones que permiten personalizar la carrocería y el interior.

Respecto al Volkswagen New Beetle, el salpicadero ha sido rediseñado y reorganizado completamente. Delante del conductor se ubican 3 instrumentos redondos con la información más importante: el cuentarrevoluciones, el tacómetro y el indicador del nivel de combustible. El tacómetro, situado en el centro, dispone además de una pantalla multifunción -todo está muy ordenado y la lectura se realiza perfectamente-. Las entradas de aire regulables y los instrumentos del salpicadero incorporan biseles cromados. Este detalle se ofrece también para los sistemas de audio y de navegación situados en el centro del salpicadero entre 2 entradas de aire.

El ángulo visual de los sistemas para el conductor es óptimo. En el nivel inferior se encuentra situado el control del climatizador rediseñado, una regleta de interruptores central para el sistema de luces intermitentes y, finalmente, la palanca de cambios delante de la cual se encuentra situada a la izquierda la tecla de arranque para el motor (opcional).

La intensidad de iluminación de los instrumentos del Beetle se regula mediante una ruedecilla de ajuste situada a la izquierda del volante. La novedosa iluminación ambiental ofrecida por Volkswagen se regula mediante una segunda ruedecilla para seleccionar los colores de iluminación ambiental rojo (red), blanco (white) azul (blue). Los reposabrazos de las puertas ofrecen iluminación indirecta, mientras que los altavoces de las puertas ofrecen una iluminación directa en forma de anillo luminoso. La iluminación ambiental se ofrece como paquete en combinación con el equipo de sonido opcional Fender.

La radio CD y radio-navegación

El anterior Beetle no disponía de sistema de navegación y sólo podía ser equipado con los sistemas de radio CD diseñados exclusivamente para él. Ahora, puede equipar de serie un sistema de audio ‘RCD 510' que ofrece cambiador de CD integrado, ranura para tarjetas SD y pantalla táctil.

Opcionalmente, se puede adquirir un sistema de navegación con pantalla táctil de 5 pulgadas (400 x 240 píxeles) y, otro, de radionavegación, que incluye una pantalla táctil de 6,5 pulgadas, reproductor de DVD, control por voz, ranura para tarjetas SD y un disco duro extremadamente rápido de 30 gigas.

Los acabados

Una de las cosas que más me sorprendió cuando me subí por primera vez a este Beetle para probarlo, es la calidad de los materiales utilizados en el interior. Bien es cierto que, una vez que conduces el Beetle y lo utilizas a diario, es tan buen coche, te engancha tanto, que el detalle de las calidades interiores pasa a un segundo plano. No obstante, esperaba que Volkswagen hubiera optado por unos materiales de similar calidad a los emplea un Golf, y no unos plásticos similares a los que se puede encontrar en un polo o, incluso, en un Up!

El ensamblaje y acabado de piezas es bueno, y hay una buena sensación de solidez, pero chirría mucho que un coche de este precio y apellido tenga unos plásticos de una calidad tan normalita.

El maletero y otros

El interior, sin ser el de un monovolumen, ni tener demasiados compartimentos, resulta suficientemente práctico y utilizable, más que el de muchos utilitarios y compactos. Los ocupantes de las plazas delanteras tienen a mano un buen número de compartimentos en el túnel central en el apoyabrazos abatible situado entre los dos asientos delanteros, en las puertas y debajo de la consola central. Delante del asiento del acompañante hay dos guanteras que resulta prácticas, sobre todo la de la parte inferior. Detrás, los ocupantes pueden disponer de un posavasos ubicado en el túnel central, dos pequeños huecos situados en los paneles laterales y dos bolsas flexibles integradas en los respaldos de los asientos delanteros.

El maletero ofrece un volumen de carga claramente mayor si lo comparamos con el del anterior modelo (310 litros en lugar 209). Una cifra que no está nada mal y que no se aleja del maletero que puede tener un Golf de séptima generación (380 litros). Para aumentar aún más el volumen, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros para alcanzar los 905 litros de capacidad. Los asientos, una vez abatidos, no quedan totalmente enrasados con el piso. Adicionalmente, el maletero dispone de prácticos ganchos para bolsas que ofrecen una gran utilidad cotidiana a la hora de realizar los grandes y pequeños transportes diarios. La iluminación, como en la inmensa mayoría de los turismos, es muy pobre y corre a cargo de un pequeño punto de luz ubicado en la parte derecha.

Un GTI

Pese a que esta versión no equipa el nuevo tren trasero multibrazo de construcción ligera, este Beetle va como la seda. En este sentido, no me equivoco en nada si te digo que es uno de los mejores coches que he probado últimamente y con los que más me he divertido al volante.

Sin tener que endurecer la suspensión en exceso, Volkswagen ha conseguido un coche preciso, equilibrado, rápido y con un balance o de la carrocería bastante contenido en cualquier tipo de trazado. En curvas lentas es un coche bastante ágil, en gran medida por el buen trabajo de la suspensión trasera. Da gusto ver lo bien que se inscribe el morro en las curvas, lo bien que están controladas las masas y el equilibrio del coche por muy rápido que vayamos.

En curva rápida sigue siendo un coche que transmite mucha confianza al volante, y eso que el tren trasero es bastante activo. No obstante, aunque tengamos la sensación de que el tren trasero se va a girar en mitad del apoyo, el paso por curva es bastante neutro y la sensación de seguridad y de tener todo bajo control es elevada.

La suave y precisa servodirección electromecánica del nuevo Beetle es otro de los puntos más favorables; armoniza perfectamente con la suspensión, tiene un tarado perfecto y un hace gala de un tacto excelente.

Por su parte, los frenos es lo que menos me ha gustado de todo el conjunto del bastidor. Es cierto que, en condiciones normales, ofrecen un buen tacto y una frenada potente y segura. Otra cantar es cuando queremos someterlos a condiciones mucho más exigentes. En cuanto queremos apurar la frenada en tres o cuatro curvas, los frenos se vienen abajo y no permiten que podamos frenar mucho en pocos metros. Tampoco me ha gustado el tacto que tienen cuando entra en acción el ABS. En ese tipo de situaciones, el recorrido del pedal se alarga y se producen cambios en la asistencia de la frenada.

Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Bridgestone Turanza ER 306 215/55 R17 94Y. Este neumático destaca, principalmente, por su buena relación calidad-precio (puede costar 178 € con el montaje e IVA incluido). Se caracterizan por su buen rendimiento, tanto en asfalto seco como en mojado. La base de rodadura integra unas hendiduras de circunferencia que aseguran la tracción sobre mojado y reducen el aquaplaning.

El precio y el equipamiento

Como suele ser habitual en este tipo de vehículos que apuestan decididamente por el diseño, hay un amplio programa de personalización que afecta a la carrocería, interior y llantas de aleación. En este apartado, me gustaría destacar una edición especial -denominada 53 Edition-, que está inspirada en el diseño de Herbie, el protagonista de la saga de películas de Disney que comenzó en 1968. Si la asocias al motor 2.0 TDI de 140 CV, la podrás adquirir desde 26.150 € con el cambio manual de seis velocidades (más información).

La versión 2.0 TDI de 140 CV Sport tiene un equipamiento bastante completo (la puedes adquirir desde 26.120 €). Entre todo su equipamiento de serie, cabe destacar el equipo de sonido con cargador frontal de 6 CDs, el regulador de velocidad, climatizador, asistente de arranque en pendiente (Volkswagen lo denomina "Hill Holder"), llantas de aleación de 17 pulgadas, control de estabilidad y un dispositivo bluetooth. Nuestra unidad de pruebas equipaba los faros bi-xenón (que iluminan de maravilla), el equipo de sonido "fender" (que tiene una calidad de sonido correcta para tratarse de un opcional) y dos packs (Tech y Sport). Con todos estos opcionales, el precio se puede disparar hasta casi los 29.000 €.

Nuestra conclusión: El Volkswagen Beetle Diesel de 140 CV es uno de los mejores coches que he probado últimamente. Me ha permitido disfrutar mucho de la conducción y es de ese tipo de coches que te hace buen conductor y te invita a que lo conduzcas a menudo. Aunque las calidades de su interior no están a la altura de lo que se espera, todo está muy bien diseñado y cuenta con un puesto de conducción muy bien resuelto. El motor Diesel de 140 CV ofrece un muy buen nivel de prestaciones, un consumo ajustado y un funcionamiento notable.

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