Prueba del Skoda Fabia Montecarlo 1.6 TDI 105 CV

Aspecto deportivo con bajos consumos

Skoda Fabia Montecarlo es una edición especial que conmemora el 110º aniversario de la presencia de Škoda en competiciones deportivas. Esta versión está basada en el acabado Sport y está disponible con dos motores; un 1.2 TSI de gasolina y un Diesel 1.6 TDI (ambos tienen una potencia máxima de 105 CV).

Diésel de 105 CV

Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la versión Diésel de 105 CV, que ofrece un buen rendimiento mecánico y un consumo ajustado. Se trata de una mecánica refinada si lo comparamos con los equivalentes de la competencia (1.5 dCi de Renault o 1.6 HDi del Grupo PSA). Además, siempre se muestra muy voluntarioso, pese a que tiene que lastrar unos desarrollos, más bien largos, que le limitan un poco en cuanto a prestaciones se refiere.

El margen de utilización no es demasiado amplio. La entrega de par se percibe de forma notoria desde las 1.500 rpm y, a partir de 3.600 rpm, se desinfla como un globo hasta las 5.000 rpm, que es cuando se produce el corte de inyección.

Al tener un cambio con unos desarrollos más bien largos, el consumo de carburante es ridículo, sobre todo cuando circulamos estabilizados en carretera a velocidades legales. Nosotros obtuvimos un consumo medio de 4,4 litros a los 100 kilómetros, lo que es un muy buen dato.

Ya en ciudad, el gasto de carburante no se dispara en exceso, y eso se agradece. Según nuestros datos, el consumo medio ha sido de 5,4 litros, con unas condiciones del tráfico muy cambiantes y con continuas paradas.

Pero si lo que estás pensado es lo que consume este coche cuando exiges las máximas prestaciones que ofrece su pequeño motor Diesel, el balance sigue siendo muy económico, ya que conseguimos una media de 7,6 l/100 Km.

Pese a que es un motor pequeño y está asociado a unos desarrollos largos, tolera perfectamente una conducción en la que queramos ser ahorradores y en la que no nos obligue demasiado a jugar con el cambio. Podemos ir en marchas largas, dentro de un límite lógico, sin que el motor se queje en exceso.

Al volante

El Skoda Fabia Montecarlo me parece una opción recomendable para quien busque un coche de aspecto deportivo, con unas suspensiones que transmitan cierta firmeza y un motor que sea muy económico.

Si buscas un GTi extremo con motor Diesel, esta no debería ser tu alternativa, no obstante, te recomendaría que lo probaras para valorar si este coche es suficientemente deportivo para lo que tu demandas.

Como he comentado al inicio de la prueba, el Fabia Montecarlo equipa de serie un chasis deportivo que se diferencia de sus hermanos de gama por ser 15 mm más bajo y montar unos amortiguadores de mayor dureza con una combinación diferente de muelle y cilindro.

Respecto a un Fabia normal con el mismo motor, se percibe que la carrocería balancea menos y que la estabilidad es superior. Sin embargo, no es suficiente para lo que cabe esperar en un coche con finalidades deportivas. A mí me hubiera gustado que la carrocería no tuviera unos balanceos tan acusados. Es el típico coche en el que las masas se descontrolan en cuanto solicitas unos cambios de dirección rápido, un apoyo fuerte en curva o, simplemente, una frenada en pleno apoyo.

En curvas de alta velocidad es un coche rápido siempre que seamos muy finos con la dirección y no aumentemos en exceso los grados de giro en el volante. En ese caso, las masas se descontrolan en exceso y percibimos una carencia de aplomo considerable.

En curva lenta es un coche más bien torpe. Ya que es lento de reacciones, poco preciso en los giros y muy subvirador.

La dirección eléctrica tiene un tacto agradable, ya que asiste perfectamente en todo tipo de condiciones. En ciudad aporta la suavidad adecuada para que no canse y, en carretera, es suficientemente firme sin ser pesada.

El resto de mandos mecánicos no son muy agradables de utilizar. De los pedales de control, el embrague no es demasiado duro, aunque transmite alguna que otra vibración parásita generada por el motor. El freno, es demasiado esponjoso.

Por lo que respecta al cambio, éste presenta un guiado algo denso en el que se han querido marcar mucho los recorridos del mismo. Transmite solidez, pero resulta pesado de manejar.

Los frenos responden adecuadamente y dan la talla con dignidad, ya que permiten que la frenada sea suficientemente eficaz y aguantan bastante bien el uso intensivo circulando a una velocidad media-alta.

Los neumáticos me han gustado por lo adherentes que son con asfalto seco (no he podido probarlos en mojado). Nuestra unidad de pruebas equipaba unos Dunlop SP Sport Maxx 205/40 ZR17 con código de carga "84" y de velocidad "W".

El control de estabilidad es de serie y no se puede desconectar aunque intentemos desactivarlo mediante un botón dedicado que hay en el salpicadero.

Equipamiento específico

Exteriormente incorpora molduras de color negro sobre los pasos de rueda y a lo largo de todo el vehículo, así como, el techo, los retrovisores y la parrilla delantera en el mismo color. Los faros delanteros del Fabia Montecarlo tienen los cristales oscurecidos. El negro también está presente en las llantas de aleación "Trinity" de 17 pulgadas (su aspecto es similar al de un Fabia RS). El interior puede ser negro u, opcionalmente, negro con inserciones en rojo. Ambas opciones vienen de serie con la tapicería del techo en negro, los asientos deportivos, el pequeño paquete de cuero (volante perforado revestido de cuero con bordado en rojo, palanca de cambio y freno de mano -también con cosido en rojo en la versión con el interior en este color-), y franjas de aluminio en los umbrales de las puertas y pedales de aluminio.

Sus asientos

Los asientos delanteros transmiten un buen compromiso entre firmeza, sujeción y confort. Están revestidos con un textil que parece resistente al roce. Además, tienen una trama transpirable que absorbe muy bien cualquier líquido que pueda derramarse.

Como en muchos coches del mercado, los reposacabezas quedan demasiado lejos de la cabeza y no se pueden ajustar adecuadamente para que puedan cumplir con su función.

El asiento del conductor tiene reglajes de inclinación de respaldo, longitudinal y de altura, lo que facilita mucho una buena postura al volante. No obstante, los conductores más altos tendrán problemas para encontrar la posición adecuada, ya que, una vez que ajusten todos los reglajes del volante y del asiento, encontrarán los pedales de control demasiado cerca.  El asiento del pasajero delantero tiene los mismos ajustes que el del conductor, salvo el ajuste de altura.

El Skoda Fabia es un coche recomendable para los conductores que valoren una postura más bien alta y similar a la que se puede tener en un monovolumen. Al ser alta, las dimensiones de la carrocería se controlan mucho mejor, y eso hace que la conducción sea más fácil, sobre todo en ciudad.

Las plazas traseras son cómodas para dos ocupantes adultos o tres niños sin sistemas de retención infantil. Con sistemas de retención hasta el grupo III, sólo tendremos sitio para llevar dos niños -hay anclajes Isofix en las plazas laterales traseras-. La plaza central sólo es utilizable en trayectos cortos. Para que dos adultos puedan ir con suficiente confort, los pasajeros de las plazas delanteras no podrán tener muy retrasados los asientos.

Su maletero

Tiene una buena capacidad. Está completamente guarnecido en moqueta de pelo medio y paneles de plástico en los laterales -estos plásticos son de una calidad muy sencilla-. Está coronado por una bandeja batiente y dura que lo cubre por completo. La bandeja se puede colocar en dos posiciones; la habitual, en la que queda sujeta mediante dos cordones y, otra, en la que se puede colocar en una zona más baja -en esa posición la bandeja se puede utilizar para dejar objetos no demasiado pesados-.

El maletero está equipado con dos ganchos para colgar bolsas. Debajo del piso del maletero se sitúa la rueda de repuesto y los útiles para el cambio de la misma -éstos se encuentran perfectamente sujetos en un molde de poliestireno expandido integrado en la propia rueda de repuesto-. La rueda de repuesto tiene la llanta de acero y tiene una medida y marca de neumático diferente a la que montan el resto de las ruedas (neumático Dunlop SP SPORT 01 con medida 195/55 R15, código de carga "85" y de velocidad "H").

La capacidad del maletero es de 315 litros -un buen dato-. Se puede ampliar hasta los 1.180 litros si abatimos los respaldos de los asientos traseros en proporción 60:40. Los asientos no quedan completamente enrasados con el piso.

Calidad y acabados del interior

Casi todos los plásticos del interior son duros al tacto. Los materiales de la parte superior del salpicadero tienen mejor aspecto que los de la parte inferior.

El ensamblaje, la calidad y la presentación de casi todos los materiales es, ligeramente, mejor que en algunas versiones del Skoda Fabia. Hay plásticos (por ejemplo, los que están en los paneles de las puertas), que tienen un aspecto mate más cuidado que en otras versiones.

En líneas generales, la calidad y acabados de los materiales del interior no emanan lujo, ni tienen una gran calidad, pero todos guardan un buen aspecto y acabado.

Algunos mandos tienen un tacto endeble como, por ejemplo, los tiradores interiores de las puertas. Sin embargo, se manejan con poco esfuerzo, algo que es de agradecer.

Huecos y compartimentos

El habitáculo cuenta con varios huecos para dejar cosas. Tanto en las puertas como en la consola hay huecos suficientes y profundos para poder dejar objetos sin problemas. En las puertas delanteras tenemos una grandes y largas bolsas.

En el salpicadero tenemos varios compartimentos. Por ejemplo, a la izquierda del volante tenemos un pequeño hueco sin tapa en el podemos dejar monedas y poco más. En la consola tenemos un hueco profundo, únicamente disponible en las versiones que no equipen navegador. Delante del selector del cambio, tenemos dos huecos posavasos muy útiles y accesibles.

Delante del asiento del acompañante hay dos guanteras. Ninguna de las dos cuentan con una gran capacidad pero, al final, terminan cumpliendo con su cometido. La guantera de la parte superior tiene una capacidad escasa y sólo es recomendable para dejar pequeños objetos. Su interior está poco cuidado, ya que hay tornillería a la vista, la superficie es resbaladiza y no está guarnecida, así que, en cuanto dejemos un objeto, aquello se parecerá más a un sonajero que a una guantera.

La guantera de la parte inferior tiene algo más de capacidad, la suficiente para guardar la documentación, el manual de usuario, el chaleco de señalización y algún objeto extra. Tampoco está guarnecida y la superficie de su interior está muy poco cuidada, no obstante, está climatizada e iluminada, lo cual se agradece.

Mandos: disposición y funcionamiento

El volante, forrado en cuero perforado y con costuras rojas, tiene un aro muy grueso y un diámetro correcto. El tacto del cuero es suave y esponjoso.

La iluminación del cuadro de instrumentos tiene la típica tonalidad blanca de muchos modelos del Grupo Volkswagen.  Es potente, uniforme y muy agradable a la vista. Cuando se conduce de noche, durante muchos kilómetros, es bastante relajante y no cansa la vista. Los relojes están bien dispuestos y tienen un diseño muy claro y ordenado. En el centro de la instrumentación hay una pantalla multifunción en la que se pueden consultar muchos datos: hora, temperatura exterior, consumos, autonomía etc. Toda la información es muy accesible y se consulta con orden y facilidad.

Como es habitual en los modelos del Grupo Volkswagen, todos los mandos están bien dispuestos y se accede a ellos con facilidad. No obstante, el mando del regulador y limitador de velocidad está integrado en el mando que controla las luces de carretera y de los intermitentes. Esta ubicación hace que, al intentar manipularlo, podamos accionar involuntariamente una ráfaga o la intermitencia.

Sistema de climatización y equipo de sonido

El climatizador funciona muy bien. Es capaz de alcanzar la temperatura deseada con rapidez y la mantiene con facilidad. Además, sorprende lo silencioso que es -únicamente se hace notar cuando tenemos el flujo de aire al máximo-. Los mandos que controlan todo el sistema de climatización me han gustado por su orden y disposición.

El sistema de sonido que este modelo lleva de serie es bastante correcto en líneas generales. Se puede manejar desde unos mandos ubicados en la consola central. Todo es claro, accesible y está bien ordenado.

Hay una toma de tipo Jack situada entre los dos asientos delanteros (está al lado del freno de estacionamiento). No me parece una ubicación acertada, ya que no hay ningún compartimento para dejar el dispositivo externo que queramos conectar.

Iluminación exterior e interior

La iluminación ambiental del habitáculo es bastante correcta para lo que se estila en su segmento. En el techo hay dos plafones, uno a la altura del parabrisas y, otro, en el centro. En el maletero la iluminación es muy pobre.

El alumbrado exterior es bueno. Los faros delanteros son de xenón y ofrecen una luz bastante correcta en todas sus posiciones. Los pilotos traseros están muy bien ubicados para que los conductores que van detrás de nosotros vean todas las indicaciones con facilidad.

Conclusión:

Si eres de los que buscas un utilitario de aspecto deportivo, amplio por dentro y con un motor muy económico, el Skoda Fabia Montecarlo 1.6 TDI 105 CV puede ser una opción muy interesante. Por el contrario, si demandas un GTi extremo, puede que esta versión no cumpla tus expectativas a nivel de chasis y motor.

Texto: Gustavo Rodríguez

Fotos: A. R. Sastre y G. Rodríguez