Prueba del Renault Clio 1.6 E-Tech Híbrido 140 CV

EXTERIOR

Exteriormente, a primera vista, no hay diferencias en comparación con el resto de modelos. Únicamente se distingue por un faldón trasero específico y los emblemas E-Tech situados en el montante central y en el portón del maletero. Por lo demás, podrás elegir entre la misma gama de llantas y colores disponibles en el resto de modelos de acabado más o menos equivalente. En total, hay ocho colores diferentes. Uno de ellos, el color 'Negro brillante', es gratuito, mientras que el resto son opcionales (los precios varían entre 250 y 700 euros).

Más compacto y aerodinámico

Con una línea claramente continuista, el nuevo Clio es ahora más compacto que su predecesor. De hecho, es 12 milímetros más corto (4050 mm de largo y 1798 mm de ancho), 8 milímetros más bajo (1440 mm de altura), todo ello para ganar en eficacia aerodinámica. Entre los detalles estéticos de la carrocería, destaca la antena "tiburón", los faros 100% LED, el portón totalmente integrado con el paragolpes (el botón que permite abrirlo está escondido encima de la matricula) y la línea cromada alrededor de los cristales laterales. Al igual que el anterior modelo, el actual, mantiene los tiradores de las puertas posteriores integrados en las ventanas. El tacto de todas ellas, incluido el portón del maletero, sigue siendo mejorable.

Gama sencilla de llantas y embellecedores

El modelo de llanta dependerá del acabado elegido. La gama es muy sencilla; dos modelos de aleación y un embellecedor que forma parte del equipamiento de serie en el acabado más económico, el que responde a la denominación 'Equilibre'.

INTERIOR

Una vez que se accede al interior, la primera impresión que deja este Clio es bastante buena, y más si entramos en comparaciones con sus rivales. Diría que está por encima de la media en cuanto a sensación de calidad y materiales. Todos los plásticos y tapizados tienen un aspecto bastante moderno y agradable a la vista. Además, Renault ha incorporado muchas zonas acolchadas en todo el entorno de los pasajeros delanteros. No sé muy bien qué tal asumirán el paso del tiempo y del uso, pero en una primera impresión todo deja un buen sabor de boca, mejor incluso que un modelo de segmento C. En las plazas posteriores, hay materiales mucho más sencillos, pues todo el panel de las puertas es completamente rígido, salvo un mínimo acolchado presente en la zona en la que apoyan los codos.

Un paso por delante de sus rivales en cuanto a infoentretenimiento

Las dos pantallas del salpicadero, tanto la del cuadro de instrumentos como la de la parte central, ofrecen muy buena calidad de resolución. Además, a diferencia de otros modelos, incluso de superior categoría, no dan la sensación de aspecto 'plasticoso' y sí de cristal. La que corresponde al cuadro de instrumentos tiene un tamaño de 10 pulgadas, mientras que la situada en la parte central del salpicadero puede ser también de 7, o bien, de 9,3 pulgadas. En el caso de esta versión híbrida, desde la pantalla central, se puede visualizar el estado de recarga de la batería o la utilización del motor eléctrico. En el cuadro de instrumentos también tenemos un indicador de la carga que tiene la batería.

El maletero pierde 90 litros de capacidad frente a las versiones convencionales debido a las baterías. Aún así, sus 301 litros dan bastante de sí para lo que se espera en un coche de este tamaño.

Una palanca de cambios tradicional que mejora con creces a la que equipa el Captur electrificado

La palanca de cambios es otro de los elementos que me ha gustado, sobre todo si la comparamos con la que equipa el Renault Captur, que me parece horrible por tacto y manejo. Ésta que equipa el Clio híbrido es de corte clásico, pero resulta mucho más fácil y agradable de utilizar. No cuenta con un tacto excepcional, ni las diferentes posiciones se retroiluminan cuando las seleccionamos, pero su funcionamiento es bueno. Para saber qué posición hemos elegido, debemos consultar el cuadro de instrumentos.

El resto de mandos también me han gustado mucho por diseño y accesibilidad. Renault no ha caído en el error de digitalizarlo todo, y eso es una decisión acertada para poder hacernos la vida mucho más cómoda. Todos los mandos están perfectamente ubicados; hay unos muy útiles y accesibles de tipo piano, y otros giratorios de muy buen tacto y aspecto que sirven para gestionar la climatización. Entre lo que cabe mejorar, nos hubiera gustado que, para gestionar el volumen del equipo de sonido, también se hubiera apostado por incorporar un mando giratorio. Al menos, disponemos de un mando satélite que facilita las cosas. Éste es de nuevo diseño y, en mi opinión, empeora frente al mando clásico de Renault de toda la vida. Una pena.

Un interior con detalles destacables... y también mejorables

Los asientos delanteros causan una buena impresión por calidad y diseño. Cuentan con unos reposacabezas que nos recuerdan mucho a los modelos de Volvo, y eso nos permite tener la cabeza cerca de ellos. En mi caso, lo que menos me gustó, es lo poco o nada que recogía la zona lumbar. El puesto de conducción creo que será mejor o peor en función de cada uno, y lo digo porque disponemos de una completa variedad de reglajes. En mi caso, no terminé de encontrarme plenamente cómodo, no sé si por la ubicación de los mandos, por el asiento, o por ambas cosas. Por otra parte, la consola central me sigue pareciendo algo intrusiva.

Las plazas posteriores me han resultado satisfactorias por confort y espacio. Frente a la mayoría de modelos de este tipo, me he sentido suficientemente cómodo una vez sentado, y sólo he echado en falta un apoyabrazos central, salidas de aire y tomas de tipo USB.

Menor capacidad de maletero, aunque suficiente para lo que se espera en un coche de este tamaño

El maletero pierde 90 litros de capacidad frente a las versiones convencionales debido a las baterías. Aún así, sus 301 litros dan bastante de sí para lo que se espera en un coche de este tamaño. Por ejemplo, no te va a faltar espacio para dejar un par de maletas, la compra semanal del supermercado o un carrito de un bebé. Si necesitas ganar algo de capacidad extra, puedes abatir los respaldos en proporción 60/40 para conseguir un volumen máximo de 979 litros. En cuanto a acabados se refiere, todo está completamente guarnecido, y, salvo la parte posterior de los respaldos de los asientos, que está algo descuidada en algunas zonas, todo ofrece una buena terminación. Su equipamiento es el que cabe esperar; disponemos de argollas para instalar una red, dos ganchos para colgar una bolsa en cada extremo y un punto de luz que, aunque es escaso, es lo habitual en todos los coches.

Ligeros detalles diferenciadores

En el exterior, Clio E-Tech se distingue por un faldón trasero específico y unos marcados E-TECH en el montante central y en la puerta del maletero. También hay disponible un pack de customización «Hybrid Blue» para el exterior y el interior.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

La nueva motorización Renault E-Tech (híbrida o híbrida enchufable) es heredera de la que se presentó en el concept-car EOLAB en 2014. Utiliza un motor de gasolina atmosférico de 1,6 litros de nueva generación y dos motores eléctricos de alta tensión; uno principal más potente, y otro de tipo HSG (High-Voltage Starter Generator) que puede hacer las veces de generador o de motor de arranque. La asociación de los dos motores eléctricos con el motor térmico y una caja de velocidades sin embrague permite hasta 15 combinaciones de funcionamiento, que el sistema E-Tech elige de forma automática según la situación, para optimizar al máximo las emisiones y garantizar el agrado de conducción.

La ausencia de embrague permite a los modelos híbridos E-Tech iniciar siempre la marcha en modo 100% eléctrico, sin recurrir al motor térmico. Esto supone un ahorro de combustible y proporciona un arranque especialmente reactivo, al aprovechar la ventaja de los motores eléctricos en cuanto a su capacidad para entregar el par de forma inmediata. Asimismo, la arquitectura permite combinar las virtudes de los distintos tipos de hibridación posibles (serie, paralela y serie-paralela), ya que los motores pueden funcionar de forma independiente o conjunta. El sistema gestiona la intervención de los motores eléctricos y su aportación, tanto en función de las necesidades de aceleración como en base a las oportunidades de regeneración que presente la batería.

Una transmisión innovadora que prescinde de la caja convencional de toda la vida

La nueva caja de velocidades multimodo sin embrague es una innovación de Renault que permite reducir las interrupciones de entrega de potencia durante los cambios de relación, lo que favorece el confort de conducción gracias a su mayor suavidad, además de contribuir a la eficiencia por su compacidad y menores rozamientos y fuerzas internas. La clave del funcionamiento de esta caja de velocidades es el motor eléctrico de tipo HSG del sistema E-Tech, que se utiliza para poner en marcha el motor de combustión e igualar su velocidad de giro a la de transmisión, lo que permite prescindir de una caja de velocidades convencional. El conjunto del sistema híbrido en el Clio E-Tech apenas tiene un sobrepeso de 10 kg respecto a un Clio dCi 115.

Toda esta tecnología resulta prácticamente imperceptible para el conductor, pues su funcionamiento es equivalente al de un coche automático convencional. Frente a otros híbridos ya consagrados y conocidos (por ejemplo, los de Toyota), este Clio tiene una respuesta mucho más reactiva sin experimentar esa sensación de resbalamiento. Y es que, el modelo de Renault, pese a no ser un velocista, sabe aprovechar muy bien sus 140 CV para deleitarnos con muy buenas aceleraciones. Por ejemplo, para pasar de 80 a 120 km/h tan sólo necesita 6,9 segundos. Si ya optas por seleccionar el modo 'Sport', disfrutarás de una respuesta más viva del acelerador.

Un gasolina electrificado con sabor a Diésel

Si hablamos de consumo, podemos conseguir unos registros prácticamente de récord si sabemos aprovechar todo lo que nos ofrece este Clio. Para ello, entre otras soluciones, podemos activar el modo ECO para ajustar el gasto al máximo. También, como es propio en este tipo de coches, la tecnología E-Tech permite optimizar al máximo la energía mediante la regeneración en las fases de deceleración, en la que el motor eléctrico principal funciona como generador recuperando energía cinética para transformarla en energía eléctrica, que se almacena en la batería. El conductor puede elegir un modo “Brake” (B) en la palanca de cambios para una mayor desaceleración y, por lo tanto, mayor recuperación de energía. En el modo B, la retención es tan potente que, si sabemos anticiparnos y gestionar muy bien todo el entorno al circular entre el tráfico, podremos conducir únicamente con pedal del acelerador, tanto para acelerar como para frenar. En cuanto la batería de 1,2 kWh (230V) se recarga al completo, algo que se produce con bastante rapidez, esta retención desaparece, por lo que siempre es bueno tenerlo en cuenta por razones de seguridad. Si sabemos gestionar bien el sistema, podemos llegar a circular el 80% del recorrido en ciudad en modo 100 % eléctrico.

En cifras, según nuestras mediciones y circulando en condiciones normales, se puede conseguir un consumo medio en autovía de unos 5,6 litros a los 100 kilómetros, mientras que en carretera secundaria podemos llegar a situarnos sobre los 4,0 litros. Ya en ciudad, lo habitual es obtener registros sobre los 4,8 litros. Muy buenos datos en todos los casos.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO

Cuando llega el momento de ponernos en marcha, el Clio, y más concretamente esta versión, no es un coche que comunique o apasione. Si lo único que quieres es un medio de transporte sin importarte la conducción lo más mínimo, es una opción muy recomendable, pues se trata de un coche fácil de conducir que transmite mucha seguridad al volante. Además, su aplomo y calidad de rodadura supera a algunas opciones del segmento C. Y es que, la suspensión, aunque resulte algo más rígida de lo esperado, absorbe muy bien y amortigua perfectamente para que no se muestre seca. En cuanto a ruidos, todo está bien aislado, salvo un pequeño ruido aerodinámico que se originaba a la altura del retrovisor izquierdo y el motor térmico, que se hacía notar más de lo deseado cuando giraba a un régimen alto.

Si hablamos de consumo, podemos conseguir unos registros prácticamente de récord si sabemos aprovechar todo lo que nos ofrece este Clio. Para ello, entre otras soluciones, podemos activar el modo ECO para ajustar el gasto al máximo.

Por el contrario, si valoras mucho la conducción, este Clio es muy posible que no sea tu coche; los pedales no ofrecen el tacto precisamente exquisito, la dirección no transmite nada, su comportamiento no es especialmente ágil y el freno regenerativo es muy difícil de dosificar para conseguir frenadas progresivas. Cuando pisamos el pedal de freno, el frenado se activa a través de una contribución eléctrica que se completa, llegado el caso, con la contribución hidráulica procedente de las pastillas de freno. En este caso también, el motor eléctrico aporta un complemento de frenado y puede recuperar la energía sobrante y reenviarla hacia la batería –dentro del límite de las capacidades de almacenamiento de ésta-.

Completo menú de ayudas a la conducción

En cuanto a equipamiento, este Clio es un coche moderno que se encuentra en lo más alto de la categoría. Destacan los nuevos asistentes a la conducción, como el regulador de velocidad adaptativo, conmutador automático de las luces de carretera, frenada de activa de emergencia, alerta de ángulo muerto, reconocimiento de señales con aviso de exceso de velocidad, alerta de cambio de carril con asistente para el mantenimiento del mismo, cámara de 360°, radar de proximidad delantero, trasero y latera, cámara de marcha a atrás y asistente de estacionamiento automático.