Prueba del Ford Focus ST-Line 1.5 EcoBlue 120 CV Aut. 8 vel.

Destaca por ofrecer un muy buen comportamiento dinámico. La versión diésel de 120 CV tiene un consumo bajo.

La cuarta generación del Focus ya está disponible en toda la red de concesionarios oficiales de Ford. Respecto al modelo que sustituye, el nuevo es completamente nuevo. Nosotros hemos probado la versión diésel de 120 CV, que ofrece un muy buen comportamiento dinámico y un rendimiento mecánico satisfactorio. La versión más económica de toda la gama se puede adquirir desde 13.900 euros (aquí puedes obtener el mejor precio).

Mayor distancia entre ejes

Las dimensiones de su carrocería varían levemente, pues-respecto a su predecesor es ligeramente más largo, más ancho y más bajo. El aumento de la distancia entre ejes en más de 50 milímetros hace posible incrementar el diámetro del neumático, lo que permite elevar los pasos de rueda y reducir la percepción de la longitud. Además, los voladizos son más cortos para ofrecer una impresión visual más compacta.

Respecto a su predecesor, el nuevo modelo tiene un capó más largo y la parrilla es visiblemente más grande. Al mismo tiempo, gracias al nuevo diseño, los faros se han colocado lo más separados posible para mejorar la anchura y la posición. Por su parte, las luces traseras son ahora de dos piezas, lo que permite una apertura más versátil de la tapa del maletero. Otra novedad reseñable, es el nuevo emblema de Focus, que ahora está colocado en el centro del portón del maletero y se hace mucho más visible que en anteriores generaciones.

El nuevo Focus se comercializa con un total de cuatro acabados diferenciados: Vignale, ST-Line, Active y Titanium. Nuestra unidad de pruebas estaba asociada al acabado más deportivo, el ST-Line que, a diferencia del resto de versiones, ofrece un difusor trasero con un estilo más agresivo, un mayor spoiler funcional en el techo, aberturas frontales más abiertas diseñadas para mejorar el rendimiento mecánico, unos estribos inferiores que dirigen el aire a las entradas del difusor y unos emblemas ST-Line situados en las aletas delanteras.

La paleta de 13 colores exteriores incluye Desert Island Blue y el Dark Mulberry de cuatro capas exclusivo para Vignale. Nuestra unidad de pruebas lucía el color 'Azul Oasis', que es opcional y tiene un coste de 625 euros.

Un habitáculo que ha ganado en espacio

El Focus también cambia de manera radical por dentro. Ahora, las plazas delanteras ofrecen mayor espacio para los hombros -1.421 milímetros-, y la posición del salpicadero está optimizada para restar el menor espacio posible al habitáculo. Asimismo, también se ha incorporado un freno de estacionamiento eléctrico y, en las versiones con transmisión automática, como era el caso de nuestra unidad de pruebas, el selector del cambio es un mando giratorio que ocupa muy poco espacio. Por último, la consola central se ha rediseñado por completo para que sea más estrecha y menos invasiva -se han reubicación de los interruptores y controles en la pantalla táctil-.

Para los pasajeros de los asientos traseros, la distancia entre ejes más larga y el suelo plano permiten que haya mayor espacio para las piernas. El espacio libre de la rodilla se ha mejorado en más de 50 milímetros en comparación con la anterior versión de Focus, sus 81 milímetros le convierten en el mejor de su segmento. El espacio para los hombros aumenta en casi 60 milímetros en comparación con el Focus anterior. La sensación de amplitud se realza con un diseño de puerta trasera con ventanas que se estiran en el montante trasero para una sensación más abierta, y un techo panorámico practicable.

El puesto de conducción está muy logrado para que personas de diferentes estaturas puedan adaptarse perfectamente. Tanto el asiento como el volante cuentan con amplios reglajes para conseguir con rapidez la mejor postura posible. Por lo demás, el volante, pese a no ser completamente redondo, tiene un buen tacto, está acolchado y está tapizado con un símil de piel que es de una calidad normal –probablemente peor que la que ofrecía el anterior modelo-. Por lo demás, el cuadro de instrumentos y todos los mandos ofrecen un buen diseño y cumplen perfectamente con su función. Tan sólo criticaríamos el funcionamiento del sistema de infoentretenimiento, que resulta algo lento.

El maletero cuenta con una capacidad de 375 litros, un dato normal dentro de lo que se estila en la categoría. A diferencia de otros coches de similar categoría, el del Focus está muy bien aprovechado para sacarle el máximo partido. Para introducir objetos de mayor tamaño, los respaldos de los asientos posteriores se pueden abatir en proporción 60/40 para alcanzar los 1.354 litros de capacidad. Adicionalmente, para mejorar sus cualidades prácticas, cuenta con dos ganchos para colgar bolsas y/o perchas y dos puntos de luz en cada extremo -en la inmensa mayoría de los coches tan sólo suele haber un punto de luz-.

No hemos tenido la sensación que la de calidad de esta nueva generación sea superior en algunos aspectos si le comparamos con el modelo precedente. Las zonas más visibles del salpicadero y de las puertas delanteras cuentan con recubrimientos acolchados, pero con una selección de materiales sencilla que se acerca más a los niveles que ofrece un Ford Fiesta que a lo que nos encontramos en un Ford C-MAX o en Ford Kuga. Lo mismo ocurre con el tapizado de los asientos, y con la apertura de cierre y puertas. En todos estos aspectos, el Ford Focus no está a la altura de los mejores de la categoría, como un Volkswagen Golf, Mazda3 o Audi A3.

Un comportamiento dinámico de primer nivel

El Focus es el primer vehículo fabricado utilizando la nueva arquitectura C2 de Ford que, combinada con una estructura de chasis totalmente nueva, ha permitido mejorar la rigidez torsional en un 20 por ciento en comparación con la generación anterior. Asimismo, la rigidez de los puntos individuales de fijación de la suspensión se ha incrementado hasta en un 50 por ciento, lo que reduce la flexión para un mejor control del coche.

Las versiones deportivas ST-Line, como era el caso de nuestra unidad de pruebas, tiene una altura rebajada respecto al suelo en 10 milímetros. Al mismo tiempo, cuentan con muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras específicas.

En marcha, la suspensión transmite la firmeza que se espera en una versión deportiva, que no extrema, pero con el ajuste adecuado como para que no sea incómoda. Durante todo el tiempo que hemos podido probar el nuevo Focus, hemos tenido la sensación que el tacto de conducción y la rodadura no son tan refinados como los el modelo anterior. Sí que es cierto que el nuevo es un coche más dinámico, estable, seguro y con una sensación de ligereza notable, pero no filtra igual de bien el ruido y las asperezas de la rodadura. Al menos no lo hace tan bien como el anterior modelo, como un C-MAX o como un Kuga.

Con la dirección ocurre un poco lo mismo; ofrece muy poca resistencia, resulta suave y agradable de usar, pero no responde con la misma suavidad del anterior modelo, ni nos ha parecido que sea más comunicativa. Los frenos, por su parte, resultan satisfactorios en cuanto a tacto, eficacia y resistencia al fading.

Una gama formada por motores muy eficientes

Las opciones de motor incluyen una versión mejorada del motor EcoBoost 1.0 litros y un nuevo motor de gasolina EcoBoost 1.5 litros, ambos mejorados con la tecnología de desactivación de cilindro para los motores de tres cilindros. Los nuevos motores EcoBlue de 1.5 litros y 2.0 litros permiten una eficiencia de combustible definitiva, y la nueva transmisión automática de ocho velocidades adapta los patrones de cambio de marcha al estilo de conducción, y se controla mediante un dial rotativo de cambio de marcha.

 Nuestra unidad de pruebas equipaba el nuevo motor diésel EcoBlue de 1.5 litros con un nivel de potencia de 120 CV y un par motor máximo de 300 Nm (ver especificaciones técnicas). Por prestaciones, equilibrio y rendimiento es probable que sea una de las mejores opciones que plantea la gama. No obstante, nos ha parecido algo ruidoso en frío y cuando se circula a bajas velocidades, y también hemos percibido que transmite alguna resonancia parásita al salpicadero. En cualquier caso, se trata de un motor muy satisfactorio por tacto y rendimiento.

En el caso del modelo probado, esta motorización estaba asociada a una transmisión automática de ocho relaciones que ofrece un funcionamiento correcto en un uso normal. Cuando se utiliza el modo completamente manual -dispone de unas levas detrás del volante- no nos ha resultado especialmente rápido, tanto para subir como para bajar marchas. La gestión del cambio se realiza desde un mando giratorio que sustituye a la palanca de cambios tradicional.

En términos ecológicos, ahora tan en boga, esta motorización resulta sumamente eficiente, pues ya cumple con las últimas normas estrictas de emisiones Euro 6 calculadas utilizando el Procedimiento Armonizado Mundial de Pruebas de Vehículos Ligeros (WLTP). Para conseguir unos consumos ajustados, este motor cuenta con un sistema estándar Auto Start-Stop. Según nuestras mediciones obtenidas en ciclo combinado, conseguimos una media de 4,9 l/100 km, un resultado magnífico.

Para conseguir estos niveles tan altos de eficiencia, esta nueva motorización ofrece un buen número de soluciones tecnológicas, como recirculación de los gases de escape a baja presión combinada con refrigeración de la carga agua-aire para una combustión más eficiente; un colector de admisión integrado para optimizar la respiración del motor; turboalimentación de baja inercia para una respuesta turbo más rápida y controlable, con materiales para motores de cohetes diseñados para soportar altas temperaturas; y un sistema de inyección de combustible de alta presión más sensible, más silencioso y que ofrece un suministro de combustible más preciso.

Muchas novedades en su equipamiento

Tal y como ocurre en todos los modelos de su categoría de última generación, el equipamiento del nuevo Focus puede ser muy amplio, haciendo especial énfasis en las ayudas a la conducción. Entre todo lo que ofrece, destacan elementos como Control de Crucero Adaptativo, Sistema de Iluminación Frontal Adaptativa, pantalla Head-up (HUD), Asistente de Estacionamiento Activo, Sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico, Asistente Precolisión, Asistente de Maniobra Evasiva, Sistema de Información de Puntos Ciegos con Alerta de Tráfico Cruzado, Cámara de Visión Trasera Amplia, Alerta de Dirección Contraria y Sistema de Frenado Postcolisión (aquí puedes consultar todos los detalles de su equipamiento).

Conclusión

El nuevo Ford Focus cuenta con un diseño más atractivo, una aerodinámica optimizada, un habitáculo más amplio y funcional, un comportamiento dinámico que sobresale por encima de todo y una gama de motores eficiente que ya cumple con la normativa anticontaminante más estricta. La versión diésel que pudimos probar destaca por su bajo consumo y buen nivel de prestaciones.