Chevrolet anuncia para el Volt un consumo urbano de 1 litro a los cien

Su producción en serie empezará a finales del 2010

Cuando GM quebró, más de uno se acordó del Chevrolet Volt. El que iba a ser el primer vehículo eléctrico en llegar al mercado se podía ir al traste. Pero GM ha salido de la quiebra gracias a la ayuda del Gobierno estadounidense y ha anunciado su plan de vida de aquí al 2011. En los dos próximos años, el gigante de Detroit lanzará al mercado 25 nuevos modelos. Y el más importante es el Volt. Su principal reclamo es que, una vez probado, puede homologar un consumo en ciclo urbano de 1 litro de combustible a los cien.

La razón de este consumo tan bajo es que la electricidad que mueve al Volt procede de dos fuentes: una es la batería de ión litio con autonomía para 65 kilómetros; la otra es un motor de gasolina que recarga esa batería, pero que no impulsa las ruedas. El apoyo de este motor de combustión hace que el coche tenga otros 480 kilómetros de autonomía.

Los ingenieros de GM han comprado el consumo de su Volt con el de la última generación del Prius: con un litro de combustible, el híbrido de Toyota puede recorrer 25 kilómetros, cuatro veces menos que el Volt.

Y la diferencia entre el consumo del Volt y el de cualquier otro vehículo convencional ralla lo absurdo por la diferencia abismal que puede haber. De ahí que GM y Chevrolet confíen en que las increíbles cifras de su coche eléctrico sean el principal atractivo del Volt.

Porque sobre los precios sigue sin haber nada confirmado, aunque se empieza a hablar de que el nuevo Chevrolet podría costar alrededor de 40.000 dólares en Estados Unidos (unos 28.000 euros). El Prius allí cuesta 22.000 dólares (15.500 euros). Y enseguida aparecerá también el Leaf, del que Nissan ha dicho que tendrá un precio "competitivo".

Lo que está claro es que el año que viene habrá varios vehículos eléctricos listos para comercializarse. Y lo más importante no será cuál de ellos llegue primero, sino cuál de ellos convencerá al público y hará que éste empiece a olvidarse de los motores de combustión. Pero todo ello a un precio razonable.