Suzuki presenta su Alto en París

También ha llevado al Salón un SX4 impulsado por hidrógeno

En agosto, Suzuki adelantaba la primera imagen de su nuevo modelo, el Alto. Una vez inaugurado el Salón de París, que ha sido el lugar elegido para la puesta de largo del pequeño modelo nipón, ya conocemos más datos sobre él. Llegará a los concesionarios la próxima primavera, coincidiendo con el 30 aniversario del lanzamiento del primer Suzuki Alto.

En realidad, no es un modelo nuevo. Es un "rescate", porque la marca nipona ya comercializó (y con mucho éxito, todo hay que decirlo) un coche denominado Alto entre 1979 y 2006.

El nuevo Alto se convierte en el quinto modelo estratégico de Suzuki y en el más pequeño de la gama. Mide 3,500 metros de largo, 1,6 de ancho y 1,47 de alto. Un Splash o un Swift son más grandes en todas sus cotas.

La marca japonesa dice que ha hecho un vehículo "de excelente rendimiento" en cuanto a consumo y emisiones contaminantes y poder así "responder a la creciente necesidad mundial de respeto al medio ambiente". El Alto de París lleva el motor de gasolina de 1.0 litros y 65 caballos que ya monta el Splash. Con él, el pequeño coche consume una media de 4,6 litros por cada cien kilómetros y emite 109 gramos de CO2 por kilómetro.

Entre los elementos de seguridad destacan (Suzuki no aclara si serán o no de serie) seis airbags (delanteros, laterales y de cortina) y control de estabilidad.

Las previsiones de Suzuki pasan por comercializar 60.000 unidades de este modelo durante el 2010. Falta mucho para esa fecha. Entonces veremos en qué queda este objetivo.

Además, en el stand de Suzuki se ha presentado el SX4-FCV. Estas siglas hacen referencia a "vehículo de célula de combustible", así que lo que ha hecho Suzuki es diseñar un SX4 de cero emisiones, ya que funciona con hidrógeno.

El SX4-FCV lleva una célula de combustible de alto rendimiento fabricada por GM, un depósito de hidrógeno de 70 MPa desarrollado por Suzuki y un condensador compacto ligero que recupera energía al utilizar el freno y la emplea para reducir la carga de la célula de combustible durante la aceleración. Con esta tecnología, el prototipo tiene una autonomía de 250 kilómetros, una distancia más que considerable.

De momento, el gobierno japonés le ha dado el visto bueno y Suzuki empezará a probarlo por las carreteras niponas enseguida. Lo hará para mejorar el coche "con vistas a una futura comercialización".