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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
17/02/2018
Por Gustavo Rodríguez Hernandez

Prueba del Ford S-MAX 2.0 TDCi 210 CV ST-Line

Destaca por calidad, diseño, confort de marcha, habitabilidad interior y cualidades prácticas.

El Ford S-MAX es, junto con el Galaxy, el monovolumen de mayor tamaño que la firma americana comercializa en Europa. Se puede adquirir con un habitáculo de cinco o siete plazas, y con un total de seis motorizaciones. La versión más económica está disponible desde 37.100 euros (ver todos los precios). Nosotros probamos la opción diesel más potente de la gama asociada al acabado deportivo ST-Line.

Al igual que la anterior generación –la primera-, el S-MAX sigue siendo un coche imponente visto desde fuera. No solo por los casi cinco metros de longitud que mide su carrocería, sino por su atractivo y deportivo diseño. Si además optas por el acabado ST-Line, encontrarás un acabado visual espectacular que acentúa de manera acertada la imagen de este monovolumen. Este acabado presenta faldones laterales, un alerón posterior y una suspensión rebajada.

Como ocurre en otros modelos de Ford y, a diferencia de muchos competidores generalistas, el S-MAX es un vehículo que apuesta por la calidad. Es algo que se percibe desde el instante que tenemos el primer contacto visual con el modelo; una carrocería sólida, bien rematada y con una pintura que transmite calidad. De su exterior, tan sólo cabría mejorar los embellecedores ‘negro piano’ de las puertas, no por su aspecto y acabado, sino porque se rayan con facilidad.

La apertura de las puertas, que suele ser el adelanto de lo que nos espera dentro, también está cuidad. Se abren y cierran de una forma suave gracias al refinamiento de las partes mecánicas, a la solidez de las mismas y a la cuidada amortiguación que presentan.

Un habitáculo en el que reina la calidad

Ya dentro, la solidez y los buenos ajustes siguen muy presentes. En líneas generales, todos los materiales utilizados para guarnecer el interior consiguen una atmósfera acogedora en el mismo. Algo que también ocurre con el tapizado textil de los asientos, que, a diferencia de otros modelos, ofrece una textura suave y agradable. Además, nos ha dado la sensación que transpira mucho mejor que en otros coches de precio equivalente.

En Ford, afirman que los materiales pueden resistir el desgaste por el uso que genera una familia activa, gracias a revestimientos antimanchas y pruebas de durabilidad que incluyeron la aplicación de barro y café. Los ingenieros de Ford simularon, de manera meticulosa, el desgaste que pueden sufrir los interiores al rozarse con cremalleras y remaches; se frotó más de 600 veces los tejidos del interior con una bola metálica con pinchos afilados como agujas.

También nos gustaría destacar el diseño del volante. Normalmente, este mando esencial para la conducción, es una parte muy maltratada por los diseñadores y por los ingenieros encargados, calculadora en mano, de reducir costes para obtener el mayor margen de beneficio posible. Por suerte, en Ford, han querido cuidarlo para que el conductor lo agradezca. El del S-MAX nos ha encantado especialmente, pues tiene un tamaño correcto, un aro fino y un tapizado de piel que parece de verdad; suave, blando y perforado. A diferencia de otros coches, el del S-MAX da gusto tocarlo, y, además, puede tener calefacción.



El habitáculo del S-MAX está disponible en configuraciones de cinco y siete asientos. Al igual que el Renault Espace, el modelo de Ford también incorpora un cómodo e ingenioso sistema que permite abatir los asientos con rapidez y facilidad con solo pulsar los botones del panel de control que hay en el maletero.

Amplio en todas sus plazas

La habitabilidad disponible en todas las filas de asientos es más que holgada y satisfactoria. Como es normal, destaca el nivel de confort de las plazas delanteras, que adoptan unos asientos muy ergonómicos y confortables, además de una sensación de espacio sobresaliente. Los reposacabezas frontales se pueden ajustar arriba, abajo, hacia delante y hacia atrás, y, en el caso del conductor, se puede personalizar la postura de su asiento utilizando una función de ajuste de la columna del volante -pionera en el segmento- y una función de memoria del asiento. Los asientos de fácil acceso de la segunda fila permiten acceder a la tercera fila con un solo toque.

El volumen del maletero varía entre 700 y 2.200 litros, dependiendo de la configuración de los asientos. Es enorme en todo tipo de condiciones y ofrece unas formas muy regulares para que se pueda aprovechar al máximo. Con todos los asientos abatidos, se consigue un piso completamente plano sin huecos inoportunos que sean un incordio cuando se transportan pequeños objetos. Al borde del maletero, hay un pequeño compartimento para guardar, entre otras cosas, los triángulos de emergencia.

El portón del maletero dispone de una opción ‘manos libres’ que permite abrirlo y cerrarlo mediante un movimiento del pie bajo el paragolpes trasero. Es un sistema que todavía tiene que perfeccionarse, pero en el S-MAX funciona con mayor precisión que todos los que hemos podido probar en otros modelos de la competencia. Según Ford, la mitad de los usuarios del nuevo Kuga eligieron esta tecnología el año pasado después de que este SUV de tamaño medio fuese el primero en ofrecerla en Europa.

En el habitáculo también hay soluciones de almacenaje muy prácticas para facilitar el uso del vehículo. Hay compartimentos cubiertos en la parte superior del panel de instrumentos, una zona de almacenaje incorporada en la consola central y compartimientos ocultos en el suelo de los asientos de la tercera fila –son muy útiles para guardar, por ejemplo, el kit antipinchazos y el gancho para remolcar el vehículo.

El puesto de conducción está muy logrado para acoger personas de diferentes estaturas y complexiones. Asimismo, también permite elegir entre una posición muy baja u otra más elevada.

La consola de instrumentos tradicional deja paso a una pantalla digital opcional de 10 pulgadas con velocímetro y contador de revoluciones animados de estilo analógico. Los usuarios también pueden personalizar la configuración y los gráficos en 3D de la pantalla digital. Su diseño es muy claro, moderno y ordenado. Además, es capaz de dar mucha información sin que se muestre de manera confusa.

Una pantalla táctil de alta resolución de 8 pulgadas en la consola central permite a los conductores controlar SYNC 2 con comandos de voz para operar el teléfono, el sistema de entretenimiento, el climatizador y los sistemas de navegación utilizando comandos sencillos de lenguaje conversacional. Los conductores incluso pueden conseguir un listado de restaurantes locales con solo decir “Tengo hambre”.

Al mismo tiempo, entre todas las funciones de SYNC 2, hay una muy interesante, denominada Emergency Assistance, que conecta directamente a los ocupantes del vehículo con operadores de servicios de emergencia locales después de un accidente en el idioma adecuado de la región.

Una conducción sobresaliente

Un modelo del peso, tamaño y categoría del S-MAX, demanda un motor de generosa potencia y cilindrada, y Ford dispone de interesantes opciones para cubrir todo tipo de necesidades. Nosotros probamos la versión diesel más potente que plantea la gama en la actualidad. Se trata de un 2.0 litros de 210 CV, que resulta muy satisfactorio por respuesta, agrado de uso, refinamiento y prestaciones (ver especificaciones técnicas). Es posible que nos hubiera gustado que fuera un pelín más suave y silencioso, pero siempre teniendo en cuenta que está a un gran nivel y que no desentona en ningún caso. Lo que sí nos parece mejorable, es el capó del motor, que no está sustentado por unos telescópicos y, además, no está fabricado en aluminio.

Esta combinación mecánica, que únicamente está disponible con el cambio automático de doble embrague Powershift de seis velocidades, tracción delantera y acabados ST-Line y Vignale, es extraordinaria. La transmisión automática es, sencillamente, sobresaliente; cambia muy rápido, nos permite disfrutar mucho de la conducción, saca el máximo partido al motor y ajusta el consumo de carburante al máximo si así lo demandamos. Precisamente, si hablamos de consumo, este modelo se conforma, en ciclo mixto, con una cifra que puede moverse por debajo de los 7 litros.

El cambio, que únicamente tiene una pequeña pega, se puede manejar desde unas levas ubicadas detrás del volante, o bien, desde la palanca de cambios. Precisamente, aquí encontramos la pequeña pega, y es que, hay que fijarse muy bien en el cuadro de instrumentos para cerciorarse de la marcha que hemos seleccionado, ya que resulta muy poco intuitiva para seleccionar, por ejemplo, la marcha atrás, la directa o la posición neutral.

El Ford S-MAX es un coche muy agradable de conducir en todo tipo de condiciones. A diferencia de su predecesor, el nuevo, es mucho más dinámico, refinado y ágil –no resulta tan aparatoso-. La suspensión, que tiene el nivel de firmeza que se espera en una versión deportiva, filtra la rodadura del bastidor perfectamente para que la conducción sea muy satisfactoria, justo la que se espera en un coche de gama alta.

Tecnología para ganar en seguridad

Como en todos los modelos actuales con un precio y categoría equivalente, el S-MAX equipa un buen número de ayudas a la conducción, como el sistema de Detección de Ángulos Muertos (BLIS), Sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico, Alerta de Mantenimiento de Carril y el Asistente de Cambio de Carril y Alerta al Conductor (Diver Alert).

Asimismo, el nuevo S-MAX también incorpora, por primera vez en el segmento, la tecnología de Camera Frontal de visión partida, que facilita la circulación en cruces o plazas de aparcamiento con visibilidad reducida mucho más fácil gracias al uso de un sistema de cámara de 180º instalado en el frontal del vehículo. El Control de Crucero Adaptativo utiliza un radar delantero para mantener una distancia determinada con el vehículo que tienen delante.

La nueva tecnología de Asistencia Inteligente de Velocidad mejora el actual sistema de límite de velocidad que permite a los conductores establecer una velocidad máxima, permitiendo ajustar el límite de velocidad de acuerdo con la información recibida por el sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico y los sistemas de navegación.

Aquí puedes consultar todo el equipamiento disponible en este modelo.

Nuestra conclusión

Si se valora la calidad, el diseño, el confort y las cualidades prácticas en un coche de este tipo, el Ford S-MAX nos parece la mejor opción que plantea el mercado en estos momentos, incluso por encima de otros modelos de la competencia como el Renault Espace, Volkswagen Sharan y SEAT Alhambra. La versión diesel de 210 CV, asociada al cambio automático de doble embrague y al acabado deportivo ST-Line, es combinación ideal para disfrutar de un vehículo que aprueba con un sobresaliente.
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GUSTAVO RODRÍGUEZ HERNANDEZ

Periodista especializado con 20 años de experiencia en el sector de la automoción. Fue director del área de Motor de Cadena Cope Castilla y León durante 3 años. Posteriormente, fue redactor y probador de coches en AUTOhebdo Sport, Revista Top Auto y sobrecoches.com. Desde el año 2011, es el responsable de pruebas y producto de cochesyconcesionarios.com

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COMENTARIOS ( 2 )
Juan V.
02/05/2018

Recientemente adquirí uno de estos en versión diésel 210 CV powershift con todos los extras. Previamente tenía un Titanium 140 Cv del 2010 que ya me parecía bastante bueno, pero este nuevo modelo es fantástico. Los acabados, la tecnología, la conducción son muy premium. A todo el que quiera un 7 plazas bonito y muy divertido de conducir, esta es la mejor opción. Se roba todas las miradas por donde voy

Gustavo Rodriguez
03/05/2018

Juan,

Gracias por tu comentario. Estamos totalmente de acuerdo contigo.

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