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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
02/12/2010
Por Goti Martínez Pérez

Prueba dinámica del Renault Wind

Diferente y atrevido

El Renault Wind es un pequeño descapotable de dos plazas que está desarrollado sobre la base del Renault Twingo. Es un modelo destinado a un tipo de clientela que busca un utilitario distintivo y desenfadado. Nuestra toma de contacto la realizamos sobre la versión menos potente y más económica. Se trata de la variante 1.2 TCe de 100 CV asociada al acabado Dynamique. Ya está disponible en los concesionarios del fabricante francés desde 18.095 €.

Renault tiene previsto comercializar unas 75.000 unidades al año de este modelo. En Europa se venden unos 100.000 modelos de este tipo de media, una cantidad que puede incrementarse hasta las 150.000 unidades en años de bonanza. No son cifras que lleguen a los volúmenes de un utilitario convencional -por ejemplo, un Renault Clío-, pero parecen cifras suficientemente respetables como para justificar el lanzamiento de un coche como el Wind.

Tenemos que confesaros que el pequeño descapotable de Renault nos ha gustado, y mucho. Nos parece interesante para un cliente que busque un utilitario diferente, con la posibilidad de ir descapotado -si así lo desea-, de tener un coche con un diseño rompedor y de conducir un pequeño cabriolet con cierto tacto deportivo.

Diseño impactante

El primer golpe de vista cuando lo vemos en vivo y en directo es positivo. El impacto que causa entre las personas que lo han visto abarca un amplio abanico entre los que lo detestan y los que lo adoran. Ha habido personas que nos comentaban que era un coche horroroso, y otros que nos decían que no había visto un coche de este tipo tan bonito. La sensación que hemos tenido es que no es un coche indiferente e impersonal, algo a valorar si tenemos en cuenta lo difícil que es ver un coche que tenga algo de personalidad. Desde luego, impacto tiene, y mucho.

Hay cosas del Wind que nos han gustado y que no hemos visto en otros utilitarios. Una de las más importantes es lo confortable que me he sentido al conducirlo. Los asientos de estilo baquet nos resultaron muy confortables. Sorprende que el mullido de todo el asiento, siendo más bien blando, no fuera incómodo y endeble. Recogen perfectamente el cuerpo y te sientes cómodo desde el primer momento. Hacía tiempo que no nos sentábamos en unos asientos tan cómodos y, sobre todo, que protegieran tan bien la zona lumbar. Algo que es difícil de encontrar en muchos coches.

Los asientos tienen un tapizado que combina el tejido textil con el cuero. Los reposacabezas y las "orejas" del respaldo y banqueta están tapizados en cuero, el resto es de tejido textil.

El volante, el selector del cambio y los apoyabrazos de las puertas también están tapizados en cuero. El cuero del volante tiene un tacto mullido muy agradable, porque es suave y, además, no resbala. Las inserciones de cuero de los apoyabrazos de las puertas también están mullidas y permiten que nuestros codos descansen con suficiente confort.

Puesto de conducción

La postura al volante es cómoda pero un tanto extraña. Nos explicamos; la posición al volante es más bien baja, con el asiento más cerca del suelo que en otros Renault. Además, el salpicadero es muy profundo y el parabrisas tiene mucha inclinación. La sensación que sientes es de estar un poco descolocado, sin referencias y muy retrasado respecto a las ruedas delanteras, aunque realmente no sea así. El asiento se puede regular en altura, aunque los diferentes conductores que lo han probado siempre iban más cómodos en la posición más baja. Insistimos, la posición al volante es peculiar pero no incómoda, de hecho hacía tiempo que no nos encontrábamos tan cómodos en un coche. Los pedales, fabricados en aluminio, se manejan con mucho confort, ya que las piernas van semiflexionadas. El pie izquierdo descansa perfectamente en el reposapiés y los pedales se manejan con mucha comodidad. Sin duda la ergonomía ha sido uno de los apartados más trabajados en este coche.

La disposición de todos los mandos nos ha parecido muy buena. Es algo que Renault cuida mucho y eso se nota y se agradece. El interior tiene elementos similares ya vistos en el Renault Twingo, con el que comparte muchos elementos. Algunos mandos son heredados del Renault Clío Fase 2 de segunda generación. Por ejemplo: el mando satélite del equipo de sonido y los mandos correspondientes a las luces, limpiaparabrisas e intermitentes. Aunque todos estos mandos tengan ya unos años, siguen cumpliendo con su función a la perfección. Son accesibles, intuitivos y fáciles de manejar. Además, no recargan al volante de botones y los de la radio son claros y están muy a mano.

Lo mismo que ocurre con los mandos de la climatización y del equipo de sonido es aplicable al resto de la instrumentación. Todo es sencillez y manejo fácil. Se nota que se ha trabajado intensamente el diseño y ergonomía.

Compartimentos y acabado interior

Una de las pegas que tiene el interior es que apenas hay huecos en el salpicadero para dejar los objetos que llevamos encima, sí lo hay detrás de los asientos. Salvo las bolsas rígidas de las puertas y la guantera, no hay un cajón o hueco accesible para dejar las llaves o el móvil, por ejemplo. Hay un pequeño hueco en la parte inferior de la consola central en el que se puede dejar un móvil u objetos similares, lo que ocurre es que si dejamos objetos sobre él, los botones del cierre de seguridad de las puertas, del regulador y limitador de velocidad y las conexiones USB y Jack quedan ocultos.

La guantera tiene bastante capacidad para guardar la documentación, el chaleco, el manual de usuario... y todavía queda espacio. En lo negativo cabe mencionar que la guantera no tiene iluminación.

Detrás de los asientos hay una bandeja rectangular que ocupa toda la anchura del habitáculo. Está tapizada con un guarnecido de tacto agradable con un pelo muy corto. Tiene bastante capacidad para guardar, por ejemplo, un paraguas, la cartera u objetos similares.

Todos los plásticos del interior son rígidos y tiene la misma calidad y apariencia que en un Renault Twingo. Aunque sean de apariencia sencilla, guardan muy buen aspecto sin tener una calidad percibida muy lujosa. Todas las piezas están bien ensambladas y no percibimos fallos en ajustes y acabados.

En días soleados, el salpicadero genera molestos reflejos. Además, se proyecta en el parabrisas. Los parasoles son pequeños y están fabricados con un plástico rígido -no tienen espejos ni bolsillos para guardar tarjetas-.

El Renault Wind tiene un techo rígido que es de una sola pieza. Es un concepto de techo similar al que montaba en su día el Ferrari Superamerica, modelo lanzado en 2004 que ya no se comercializa.

Descapotable en 12 segundos

Mediante un accionamiento electrohidráulico, la pieza del techo bascula hacia atrás verticalmente, alojándose en el maletero horizontalmente, por lo que prácticamente no resta capacidad al espacio del maletero. Sólo tarda 12 segundos cuando lo abrimos o cerramos.

Además de ser rápido en las operaciones de apertura y cierre, el mecanismo que lo hace funcionar apenas emite ruido. Tampoco percibimos ruidos o crujidos parásitos. La verdad es que para tratarse de un coche de esta categoría, creemos que el sistema está bastante conseguido.

Para abrir y cerrar el techo hay que hacerlo con el coche detenido y con el freno de mano accionado. Una vez parado, hay que liberarlo mediante este mando giratorio que condena el techo para mayor seguridad. A continuación hay que pulsar este mando situado en la parte inferior de la consola central. En la esfera central de la instrumentación hay una pantalla digital que nos informa sobre la disposición y funcionamiento del techo.

Cuando vamos "descapotados" la pieza del techo queda oculta en el portón del maletero, por lo que no resta ni un solo litro de capacidad al maletero (270 litros). Las formas del maletero son regulares y nos parece muy utilizable, a pesar de los largueros que sobresalen por la boca del maletero.

Cuando el techo queda oculto en el portón del maletero, el peso de éste no se incrementa en exceso -cuesta algo más de trabajo abrirlo que cerrarlo-. Si tuviera un sistema eléctrico automático de cierre y apertura sería perfecto. De todas formas, cuando el maletero se cierra no genera rebotes y el cierre está bien amortiguado.

La iluminación del maletero podía ser mejor -como en casi todos los coches- aún así hay que reconocer que es suficiente para ver el equipaje y, sobre todo, la rueda de repuesto que queda oculta debajo de la moqueta del maletero.

A lo largo de toda la prueba no hemos escuchado un solo ruido aerodinámico fuera de lo normal ni un mínimo crujido generado por el techo y la carrocería. No sabemos si aparecerán con el tiempo, pero durante los días que lo hemos podido probar no los hemos notado. Tampoco se generan ruidos al pasar por un bache o por carreteras en mal estado.

Una de las ventajas que tiene el Renault Wind frente a otros descapotables, es que se puede conducir descapotado sin problemas. No se generan grandes turbulencias, aunque no podemos evitar que nos despeinemos cuando circulamos por encima de 70 km/h.

El Renault Wind es tan ruidoso como cualquier coche de su tamaño -no es un coche que tenga una especial insonorización-. El ruido que se impone sobre el resto es el del motor, aunque no nos ha parecido, en ningún caso, molesto. La parte interior del capó y el motor no tienen aislamientos para mitigar algo los ruidos.

Motor turbo de 100 CV

Nuestra unidad de pruebas tenía tan sólo 16 km, por lo que no podemos sacar conclusiones demasiado objetivas sobre el rendimiento y el consumo del motor. Aún así, el 1.2 litros TCe de 100 CV nos ha dado sensación de ser buen motor en cuanto a rendimiento y funcionamiento general se refiere. Se trata de una mecánica alegre, elástica y con una buena respuesta al acelerador. Es el típico motor que rinde en todo el régimen de giro, nunca le ves falto de potencia y su respuesta es notable en todo tipo de circunstancias.

El consumo nos ha parecido elevado, no obstante, como hemos apuntado anteriormente, al motor le falta el rodaje adecuado para que muestre el consumo correcto. En recorrido urbano el consumo se situaba entre 8,5 y 9,5 litros. En carretera variaba entre 7 y 7,5 litros a los 100 km con una velocidad comprendida entre 80 y 120 km/h y con condiciones de carretera y tráfico cambiantes.

La caja de cambios tiene un desarrollo perfecto para sacar lo mejor del motor sin que el consumo y el régimen de giro se disparen. El guiado es suave y se maneja con poco esfuerzo. Cuando el mando del cambio se maneja con rapidez solía encasquillarse con facilidad, pero es de suponer que se irá suavizando con el paso de los kilómetros.

Los pedales tienen un tacto formidable. El acelerador se puede dosificar muy bien, el embrague es suave y se puede regular sin problemas para evitar tirones durante los cambios de marchas y el freno es lo mejor... tiene un tacto perfecto. Apenas tiene recorrido, se puede dosificar muy bien para buscar las frenadas más precisas y, además la frenada es potente y segura. El ABS cuenta con un tarado más bien deportivo, ya que no es demasiado intrusivo.

Cómodo y estable

La suspensión está bastante trabajada. El Renault Wind no es un 10 en eficacia, pero cumple con creces para ofrecer la estabilidad necesaria para que sea un coche seguro en todo tipo de condiciones. La suspensión tiene la firmeza justa para que contenga perfectamente las oscilaciones de la carrocería. Absorbe muy bien los baches y no responde con molestos rebotes ni ruidos, por muy mal que esté el firme.

Cuando sobrepasamos los límites de adherencia el coche es bastante subvirador y las reacciones son fáciles de corregir. Se puede jugar con la trasera, pero en Renault se han preocupado para que sea un coche fácil de conducir y de reacciones predecibles.

La dirección tiene un funcionamiento formidable; es rápida, directa y con una asistencia muy bien conseguida, ya que no es excesivamente blanda ni dura. Tiene el toque perfecto para transmitir precisión en su guiado y para callejear por la gran ciudad.

El tacto general del Renault Wind es el de un coche ligero, ágil y fácil de conducir en todo tipo de condiciones. Es divertido pese a que, sin ser un ejemplo de eficacia, te diviertes cuando lo conduces en tramos revirados.

Las formas de la carrocería no permiten tener una gran visibilidad. No obstante, es un coche pequeño que se maneja con suficiente comodidad. La luneta trasera es pequeña, pero es suficiente para tener la visión adecuada. Los retrovisores son más bien estrechos, aunque tienen mucha altura- ofrecen una buena retrovisión-.

Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Continental ContiSportContact 3 195/45 R16. La rueda de repuesto, que está ubicada debajo del piso del maletero era una Continental ContiPremiumContact2 con medida 185/55 R15.

Precio y equipamiento

El Renault Wind se puede adquirir desde 18.095 €. Es decir, tiene un precio muy similar a un 207 CC e inferior al de un Smart Fortwo Cabrio a igualdad de potencia. Si lo cargamos de opciones el precio apenas se incrementa -19.960 €-.

Renault Wind se ofrece con un completo equipamiento de serie, digno de un segmento superior, incluyendo cierre centralizado con mando a distancia, limitador y regulador de velocidad, espejos retrovisores eléctricos térmicos, elevalunas eléctricos con mando secuencial, aire acondicionado, faros antiniebla, asientos deportivos regulables en altura con reposacabezas integrados, volante de cuero regulable en altura,  ordenador de a bordo y sistema de sonido y radio con lector de CD y MP3 con mandos en el volante y toma RCA.

El equipamiento de seguridad es igual de completo que el de confort, incluyendo airbags frontales y airbags laterales de cabeza y tórax, sistema antibloqueo de frenos ABS con repartidor electrónico de frenada EBV, ayuda a la frenada de emergencia, control de estabilidad ESC con función de control del subviraje, testigo visual para señalar que el cinturón del conductor está abrochado y encendido automático de los faros y de limpiaparabrisas.

Todos estos elementos de seguridad están integrados en el Sistema Renault de Protección de tercera generación (SRP3) que tiene en cuenta la violencia del choque y la morfología de los ocupantes.

Opcionalmente, la marca ofrece para este modelo climatizador automático, conexiones Plug&Music (USB, mini-Jack, audio streaming), asientos de cuero calefactables, tapizados en cuero de colores Carbono o Camel, sistema de encendido automático de las luces y barrido automático del parabrisas, sistema de sonido y radio con lector de CD y MP3 con conexión Bluetooth, control de estabilidad ESP (de serie en 1.6 16v), llantas de aleación de aluminio, de 17 pulgadas de diámetro en acabado diamantado, techo negro brillante y sensor de aparcamiento trasero.

 

Conclusión: El Renault Wind es perfecto para el comprador que quiera ir solo o acompañado en un coche que impacta, que llama la atención y que además, es un buen medio de transporte. Si te mueres por tener un coupé de dos plazas, si te pierdes por poder circular sin techo y, además de todo esto, te gusta darle ritmo en zonas de curvas, este coche te viene como anillo al dedo.

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COMENTARIOS ( 2 )
manuel
04/02/2011

megutaria probar el renault. wind con caja de cambios automatica o en brage setrifugo omanual en el bolate.

Admin
07/02/2011

Manuel,

Nosotros no somos un concesionario ni tenemos coches, prueba en un concesionario oficial Renault

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