Prueba del Audi S4

Se trata de una versión algo descafeinada para el conductor que busque un deportivo puro y extremo.

El Audi S4 es la versión más deportiva y potente de toda la gama del nuevo A4. Es cierto que hay otra aún más potente (RS 4), pero pertenece a la anterior generación y únicamente se comercializa con carrocería familiar. El S4 sí que se comercializa con las dos carrocerías disponibles (Sedan y Avant). La berlina está disponible en los concesionarios desde 74.770 euros (ver todos los precios).

Estéticamente, es un coche muy discreto que no enseña en ningún momento sus elevadas prestaciones. Esta variante cuenta con unos paragolpes específicos y muchas piezas adicionales pintadas con tonos gris mate. Las carcasas de los retrovisores, con aspecto de aluminio, son un detalle visual característico de esta versión. En la zona posterior, destaca el difusor y las cuatro salidas de escape.

Su habitáculo, que está homologado para transportar a cinco ocupantes, ofrece un nivel de ajuste y calidad muy elevado. Destacan los asientos deportivos de tipo baquet, que están tapizados con una combinación de piel Napa y Alcantara en colores ébano, gris rotor y rojo magma. Llevan elementos laterales ajustables, reposacabezas integrados y opcionalmente una función neumática de masaje. Sin ser mejores que otros asientos que he podido probar recientemente en otro tipo de versiones deportivas, léase el Opel Astra GTC OPC, me han parecido correctos en cuanto a sujeción y confort.

En su interior también encontramos detalles muy interesantes, como el Audi virtual cockpit, que es opcional. El conjunto de instrumentación enteramente digital muestra toda la información clave en una pantalla de alta resolución de 12,3 pulgadas a base de gráficos de gran detalle. Además, se puede elegir entre tres estilos visuales, uno de los cuales es una exclusiva pantalla Sport que sitúa el gran cuenta-revoluciones en el centro.

Otro detalle que nos ha gustado, es el manejo del sistema MMI, que resulta muy intuitivo y sencillo de manejar, además de ofrecer una conectividad muy avanzada para emparejar cualquier tipo de smartphone.

Aunque se trata de un coche de corte deportivo, no queremos pasar por alto sus cualidades prácticas. En este sentido, nos ha gustado mucho el espacio disponible en las plazas traseras -mejor que el que ofrecía el modelo precedente- y la generosa capacidad del maletero. Este último, presenta una capacidad de 480 litros, que puede ampliarse hasta los 1.510 litros.

Una mecánica sobresaliente

Su motor, que es un 3.0 TFSI de gasolina, entrega una potencia de 354 CV y un par máximo de 500 Nm disponible entre 1.300 y 4.00 rpm. Con estas cifras, el S4 acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza una velocidad máxima, limitada electrónicamente, de 250 km/h. En el ciclo de homologación, el Audi S4 berlina consume menos de 7,4 litros de combustible por cada 100 kilómetros, con unas emisiones de 170 gramos de CO2 por kilómetro. Según nuestras mediciones, la unidad que pudimos probar llegó a conseguir medias inferiores a los 9 litros a los 100 kilómetros en ciclo combinado.

Esta motorización, que es sobresaliente por funcionamiento y refinamiento, está asociada a un cambio automático tiptronic de doble embrague y ocho marchas. La citada transmisión se acopla perfectamente al propulsor para regalarnos unas transiciones de marchas, tanto para subir como para bajar, realmente rápidas y sin molestos tirones que incomoden el confort de marcha.

El motor tiene una respuesta muy progresiva y, a la vez, contundente. Menos nos ha gustado la respuesta del pedal del gas, que no está muy bien regulada para que podamos dosificar la respuesta del motor cuando nos movemos a un ritmo normal, sobre todo en ciudad.

Como en todos los modelos S de Audi, la potencia del 3.0 TFSI se transmite al pavimento mediante la tracción integral permanente quattro. Durante una conducción normal, el diferencial central autoblocante reparte el 60 por ciento del par al eje trasero y el 40 por ciento al delantero. Dependiendo de la situación concreta, puede distribuir hasta un 70 por ciento del par al eje delantero, y hasta el 85 por ciento al trasero. El control selectivo de par por rueda basado en una función de software complementa al sistema de transmisión quattro. Para una toma dinámica de curvas, las ruedas interiores reciben leves toques de frenada antes de que puedan perder tracción. Esto produce una actitud en carretera más precisa, ágil y estable. El diferencial deportivo disponible opcionalmente mejora aún más el comportamiento al distribuir activamente las fuerzas entre las ruedas traseras.

La aportación de este sistema de tracción integral, permite que este Audi muestre una motricidad sobresaliente y una sensación de seguridad elevada en todo tipo de carreteras y de condiciones.

Un coche confortable y lento de reacciones

La suspensión deportiva S permite que la altura de la carrocería respecto al suelo sea 23 milímetros más baja que en el A4. Además, esta suspensión, que cuenta con un control activo de la amortiguación, permite que podamos variar su dureza en función del modo de conducción elegido. Gracias a esta solución tecnológica, podemos disfrutar de un coche más cómodo o deportivo en función de las necesidades puntuales que tengamos.

Para los que demanden un coche deportivo extremo, el S4 no es el coche más recomendable, ya que no cuenta con un elevado nivel de adherencia -salvo en curva rápida-, es lento a la hora de cambiar de dirección, no transmite la ligereza deseada que se espera en un coche de este calado, la respuesta del gas es mejorable -tal y como hemos comentado con anterioridad- y los frenos, que ofrecen un tacto mejorable, no son demasiado resistentes a la fatiga.

El equipamiento de serie es abundante. Incluye para las dos carrocerías faros LED y luces traseras LED con intermitentes dinámicos secuenciales. El Avant dispone de portón y cubre-equipajes de accionamiento eléctrico, así como raíles anodizados de techo. El equipamiento opcional disponible subraya el carácter tecnológico de los nuevos modelos S, por ejemplo con los faros Matrix LED, el head-up display y el sensor para apertura del portón en el Audi S4 Avant. Por último, tampoco debemos olvidar las llantas de serie de 18 pulgadas con cinco brazos dobles, que le dan un toque muy especial a esta versión.

Nuestra conclusión

El nuevo S4 nos ha decepcionado un poco. Esperábamos un coche con un toque más deportivo que mantuviera la agilidad y el buen tacto de su antecesor. Tal y como hemos comentado a lo largo de la prueba, mejoraríamos la respuesta de acelerador, el tacto de los frenos, el funcionamiento de la dirección y el balance general del coche en curva lenta y de velocidad media. El motor, que es sobresaliente por funcionamiento, es el elemento que más destaca del coche junto con
la impecable calidad de construcción.