Prueba del Alpine A110 1.8 252 CV

EXTERIOR

Su diseño está directamente inspirado en el primer Alpine, el A110 ‘Berlinette’ lanzado al mercado en 1961. En la parte delantera, las cuatro luces de día de LED independientes y el morro con nervadura central recuerdan claramente el ADN de Alpine. En la zaga, las luces LED compactas con forma de ‘X’ con intermitentes dinámicos otorgan un look moderno al vehículo, mientras que la luneta trasera envolvente nos recuerda a los primeros Alpine. Además, también en la parte trasera, encontramos un fondo plano integral y un difusor funcional.

El difusor, dotado de aletas, genera una zona de baja presión que asienta el coche cuando el bastidor reduce el arrastre. Esto hace que el A110 sea el único en su categoría en alcanzar una velocidad punta de 250 km/h sin necesidad de alerón. Asimismo, las entradas de aire del paragolpes delantero crean cortinas de aire que limitan el efecto de vórtice. Estas aperturas mejoran el flujo de aire alrededor de las ruedas delanteras, por lo que se reduce el arrastre. Con un valor de Cx de 0,32, el A110 está entre los mejores del mercado.

Amplia paleta de colores para decorar la carrocería

Si eliges la versión de acceso a gama, que es la que hemos tenido la oportunidad de probar, podrás elegir entre siete colores diferentes. Nuestra unidad de pruebas lucía la tonalidad 'Azul Abysse, que es de los más económicos dentro de todos los opcionales (el único que no tiene coste es el Blanco Glaciar). Adicionalmente, hay otra paleta de 22 colores de disponibilidad limitada y de la que sólo habrá 110 unidades en cada color. En cuanto a la gama de llantas, hay un total de cinco modelos diferentes; uno de 17 pulgadas que no tiene coste, y el resto de 18 que sólo se pueden adquirir de manera opcional. Accesoriamente, algunos modelos se pueden personalizar y las pinzas Brembo se pueden pintar con diferentes tonalidades.

Ofrece todo lo que cabe esperar

Si hablamos de equipamiento, disponemos todo lo que se espera en un coche de este tipo, por lo que no van a faltar elementos como un asistente de estacionamiento con cámara de visión trasera, arranque sin llave, climatizador, faros full LED (alumbran muy bien) y un buen equipo de sonido firmado por el especialista Focal.

INTERIOR

El acceso al habitáculo se encuentra entre los más fáciles del segmento de los deportivos gracias a un umbral estrecho y bajo. Una vez dentro, nos reciben unos asientos de tipo baquet muy ligeros firmados por el especialista Sabelt (sólo pesan 13,1 kg). Están muy bien construidos, el guarnecido de piel ofrece un muy buen acabado y, en general, transmiten mucha solidez. En cuanto a diseño, como es de esperar, resultan muy envolventes para que el cuerpo no se mueva ni un milímetro en las curvas. En mi caso, sólo eché en falta que recogieran mejor en la zona lumbar. Por su parte, la posición al volante está muy bien resuelta. Al menos en mi caso, me encontré perfectamente integrado con un acceso perfecto al volante y los pedales. Se lleva un sobresaliente.

Ya situado en el puesto de conducción, el interior deja una sensación tan buena como el diseño de la carrocería. En el caso de nuestra unidad de pruebas, la tonalidad marrón del tapizado de piel y las diferentes inserciones decorativas aportan bastante elegancia a todo el conjunto del habitáculo. Entre lo mejorable, además de algunos plásticos rígidos demasiado sencillos, aunque de buen aspecto, también 'chirría' un poco las inserciones plásticas lacadas ubicadas en los paneles de puertas y el acabado de imitación de fibra de carbono situado en la visera del cuadro de instrumentos.

El difusor, dotado de aletas, genera una zona de baja presión que asienta el coche cuando el bastidor reduce el arrastre. Esto hace que el A110 sea el único en su categoría en alcanzar una velocidad punta de 250 km/h sin necesidad de alerón.

Marca de la casa: buen diseño y ubicación de todos los mandos

Como es habitual en su marca hermana Renault, todos los mandos están bien ubicados y resueltos. Salvo los mandos táctiles integrados en la pantalla táctil situada en el centro del salpicadero, el resto son físicos y responden muy bien. Un buen ejemplo de ello son los botones que nos permiten gestionar la caja de cambios. No es una solución que a mí particularmente me agrade, pero en este Alpine todo está muy bien resuelto por acceso y respuesta. Menos me han gustado los botones capacitivos que nos permiten gestionar el volumen del equipo de sonido. Afortunadamente, Alpine ha incorporado el tradicional mando satélite para gestionar dicha función. Un acierto.

Perfectamente utilizable para el día a día

En cuanto a cualidades prácticas para un uso diario, este Alpine es más solvente de lo que parece. En primer lugar, pese a ser un coche bajo y de dimensiones compactas, personas de generosa altura que superen el 1,85 m viajarán perfectamente sin limitaciones ni estrecheces. Además, Alpine ha dispuesto dos maleteros (uno en la parte delantera y otro en la trasera). En el delantero se pueden guardar un par de maletas con un peso conjunto que no exceda los 40 kg, mientras que en el segundo hay capacidad para guardar los triángulos de emergencia, la documentación del vehículo y algún que otro objeto extra que queramos dejar. Por lo demás, con muy buen criterio, en el habitáculo se ha querido dar prioridad al espacio de los ocupantes, por lo que no encontrarás ni guanteras, ni bolsas en las puertas, ni nada parecido. Únicamente tendrás a tu disposición una pequeña bandeja situada debajo de la consola central flotante para dejar, por ejemplo, el teléfono móvil.

Un deportivo muy ligero

La plataforma de aluminio y la carrocería del A110 están ensamblados, remachados y soldados para proporcionar una estructura rígida y ligera a la vez. Esto permite que el A110 pese en vacío tan sólo 1080 kg (sin opciones). La fabricación se realiza íntegramente en la mítica planta de Dieppe.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

El A110 está equipado con un nuevo motor turbocomprimido de inyección directa, 1,8 litros y 4 cilindros desarrollado por la Alianza Renault-Nissan. Los ingenieros de Alpine y los de Renault Sport se han unido para desarrollar una versión específica para Alpine con componentes a medida: la admisión de aire, el turbo, el escape y la cartografía. Este motor desarrolla una potencia de 252 CV a 6000 rpm y un par máximo de 320 Nm a 2000 rpm. Combinado con un peso de 1080 kg, la excelente relación peso/potencia de 4,3 kg/CV del A110 le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,5 segundos.

Un cambio de doble embrague que funciona a la perfección

El motor se asocia a una caja Getrag DCT de 7 velocidades de embrague húmedo que ofrece un magnífico escalonamiento y una rapidez que se encuentra a la altura de las circunstancias. Como es habitual, la modalidad manual se puede gestionar desde unas levas ubicadas detrás del volante que resultan bastante accesibles pero algo pequeñas.

Este conjunto mecánico, que se une a un chasis y carrocería realmente ligeros, permiten que el Alpine sea un coche con una muy buena aceleración. El motor da lo mejor de sí a medio régimen, siendo algo menos brillante, que no criticable, a bajo y alto régimen. Cuando arrancas, cuenta con un sonido más bien bronco que no resulta molesto en ningún caso cuando nos movemos por ciudad o en carretera a velocidad constante. Además, el A110 posee tres modos de conducción (Normal, Sport, Track), que permiten modificar los parámetros del motor y de la caja de cambios, del ESC, de la dirección, así como la sonoridad del escape. La visualización de la pantalla TFT 10 pulgadas también se ajusta según el modo de conducción seleccionado.

El A110 está equipado con un nuevo motor turbocomprimido de inyección directa, 1,8 litros y 4 cilindros desarrollado por la Alianza Renault-Nissan. Los ingenieros de Alpine y los de Renault Sport se han unido para desarrollar una versión específica para Alpine con componentes a medida: la admisión de aire, el turbo, el escape y la cartografía.

Su ligereza y aerodinámica también se hacen notar a la hora de repostar

El consumo de carburante me ha parecido muy bajo en todo tipo de circunstancias. Su bajo peso y afinada aerodinámica se hace notar frente a otros deportivos de similar potencia. En ciudad, he conseguido moverme por debajo de los 8,0 litros a los 100 kilómetros, mientras que en carretera secundaria he logrado registros que se situaban sobre los 6,0 litros. Ya en autovía, lo normal es conseguir una media de poco más de 7,0 litros. Por último, si la conducción es decididamente deportiva en una carretera de montaña, la cifra puede llegar a posicionarse sobre los 11,0 litros. También un magnífico dato.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO

La plataforma de aluminio y la carrocería del A110 están ensamblados, remachados y soldados para proporcionar una estructura rígida y ligera a la vez. Esto permite que el A110 pese en vacío tan sólo 1080 kg (sin opciones). Además, sus dimensiones compactas (4178 mm de largo, 1798 mm de ancho y 1252 mm de alto), el óptimo reparto del peso (un 44 % en la parte delantera y un 56 % en la trasera) y el bajo centro de gravedad están pensados para que sea un deportivo muy ágil y divertido en carreteras de montaña o en un circuito de carreras. El peso del Alpine está concentrado alrededor del centro del vehículo, con el depósito de gasolina situado detrás del eje delantero y el motor delante del eje trasero, haciendo que conductor y coche formen un único elemento.

Salvando algunas diferencias, este Alpine me ha recordado mucho al Renault Clio V6 RS que tuve la ocasión de probar en 2003. El A110 es un coche mucho más noble que aquel Clio tan especial, pero sus reacciones y tacto se asemejan bastante. Uno de los puntos que les une es lo poco que se siente el tren delantero y la ligereza del mismo, sobre todo en las aceleraciones. También es un coche crítico en curva rápida, y más aún cuando el firme no está en perfecto estado. En curva de media y baja velocidad tiene una conducción más accesible, pues gira de atrás de una manera bastante noble y progresiva. En circuito, puedo asegurarte que es muy divertido.

Tracción y frenos a la altura de lo que se espera

La motricidad es otro de los aspectos que me parecen destacables en este coche, pues siempre he tenido la sensación que es más fácil girarlo de atrás por una transferencia de masas, que por pérdidas de tracción. No obstante, a poco que nos lo propongamos, sobre todo a la salida de las curvas, podemos conseguir un progresivo sobreviraje que podemos modular fácilmente con el pedal del gas.

No quiero olvidarme de los frenos. Sin ejercer una exigencia desmesurada, me han parecido que son más que suficientes por potencia y resistencia al calor. Y es que, en este sentido, el bajo peso del coche se hace notar en dicho apartado. El tacto del pedal también está muy conseguido, pues podemos dosificar perfectamente la frenada tanto en una conducción normal como en otra más extrema.