Los nuevos Mini llegan en agosto con medidas para reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2

Un sistema de parada del motor, un indicador de cambio de marcha y un sistema de recuperación de la energía de frenado componen el paquete de medidas

En los últimos años, todas las marcas se han preocupado por diseñar y construir automóviles más respetuosos con el medio ambiente y con niveles de consumo de combustible y de emisiones de CO2 más bajos. Mini no es una excepción y acaba de anunciar su última novedad a este respecto: a partir de agosto de este año, todas las versiones no descapotables de la marca incorporarán un paquete de medidas para reducir el consumo y las emisiones. El precio no variará y los Mini seguirán ofreciéndose a partir de 16.300 euros.

Hay que partir del hecho de que los pequeños coches de BMW ya tienen unos niveles de consumo muy bajos en comparación con otros coches que se comercializan actualmente. Aun así, a partir de este verano, esas cifras se reducirán aún más gracias a los componentes auxiliares de alta tecnología que incorporarán los nuevos modelos.

Este paquete de medidas está formado por tres sistemas: la función Auto Start-Stop, el indicador para el cambio de marcha y el sistema de recuperación de la energía de frenado (Brake Energy Regeneration).

La función Auto Start-Stop detiene el motor automáticamente cuando el conductor retira el pie del embrague. En un semáforo, por ejemplo. Pisando de nuevo el embrague, el motor se pondrá en marcha inmediatamente. Con esto, se conseguirá que en cada parada, tanto el consumo de combustible como el nivel de emisiones se reduzcan a cero.

De todas formas, este sistema no para el motor "por norma". De hecho, el propulsor no se detiene en determinadas circunstancias: si la carga de la batería está baja, si hace mucho frío (menos de 3ºC) o mucho calor (más de 30ºC) o si la temperatura interior no ha alcanzado la seleccionada en el sistema de aire acondicionado o calefacción. Una vez parado, no arranca si el conductor se desabrocha el cinturón de seguridad o si se abren la puerta del conductor o el portón del maletero.

Con el indicador de cambio de marcha, el conductor sabrá cuándo tiene que aumentar o reducir de marcha para conducir de una forma más económica. En el cuadro de mandos aparecerá una flecha que indicará que es necesario cambiar y a su lado aparecerá un número indicando cuál es la marcha óptima a la que se debe circular.

El último de los sistemas es el más complejo. El Brake Energy Regeneration permite que toda la potencia del motor se convierta en potencia de empuje. De esta forma, el alternador se parará automáticamente en las fases de aceleración y únicamente generará energía en retención o en frenada, cuando el motor no impulsa al coche.

Gracias a estas tres medidas, el Cooper D consumirá 3,9 litros cada 100 kilómetros (0,51 menos) y se convierte así en el coche diesel con el menor consumo del mercado. En los motores de gasolina, el Cooper S pasará a consumir 6,2 litros. Ningún otro coche de gasolina con esa potencia (174 CV) consume tan poco. El resto de las versiones no descapotables de MINI también reducen considerablemente su consumo. Esto demuestra que el nuevo paquete de medidas funciona.