Mide 3,62 metros de largo, 1,66 de ancho y 1,51 de alto. A pesar de compartir plataforma con el Fiat 500, el Ka es más grande en todas sus cotas. Tiene además, un maletero bastante grande, con 224 litros frente a los 185 del pequeño Fiat.
Los motores (de momento) son dos. El gasolina es el 1.2 Duratec de 69 caballos y el turbodiesel el 1.3 TDCi de 75 CV. Los dos son de origen Fiat, así que ya los montan otros modelos del grupo como el 500, el Ypsilon o el Grande Punto.
Con el gasolina, el Ka alcanza los 159 km/h de velocidad punta, consume una media de 5,1 litros a los cien y tiene unas emisiones medias de 119 gramos de CO2 por kilómetro, así que queda exento del pago del impuesto de matriculación. Con el diesel, las cifras son mejores: 161 km/h de velocidad máxima, 112 gramos por kilómetro de dióxido de carbono y un consumo medio de 4,2 litros.
Llega con un único acabado, denominado Titanium. Lleva de serie airbags frontales, ABS, aire acondicionado, radio CD con lector de MP3, faros antiniebla, ordenador de abordo y espejos exteriores eléctricos o térmicos, entre otros elementos. Como opcionales, podremos equipar el Ka con control de estabilidad, Bluetooth o techo panorámico.
Pero además, las posibilidades para personalizar el coche van a ser numerosas. Para empezar, habrá tres kit, que cambiarán la imagen del Ka tanto por dentro como por fuera. Son el Digital Art, el Tatoo y el Grand Prix y costarán entre 900 y 1.100 euros.
Con una gama compuesta por dos motores y un acabado, las cuentas salen rápido: habrá únicamente dos versiones del Ka. La de gasolina costará 10.600 euros y la diesel 12.200. Hay que recordar que, cuando se puso a la venta el nuevo Fiesta, Ford no le puso campaña de descuento pero sí ofreció varios paquetes opcionales a precios muy bajos. Todavía no sabemos si con el Ka habrá promoción de lanzamiento con forma de descuento o de equipamiento a buen precio, pero conoceremos los datos las próximas semanas.