Prueba del SsangYong XLV D16T

El nuevo modelo de la marca coreana destaca por sus cualidades prácticas, gran maletero y habitabilidad interior.

El SsangYong  nuevo XLV, unas siglas que responden a la denominación ‘eXciting Lifestyle Vehicle’, es un monovolumen que ofrece una destacable capacidad de carga y gran practicidad en formato compacto. Además, su condición de SUV nos permite salir de la carretera con mayores garantías que un turismo, lo que le permiten ser un coche aún más polivalente.

Técnicamente, este vehículo es una versión derivada del Tivoli que ofrece una carrocería de mayor longitud -24 centímetros extra- y un maletero de mayor capacidad.

Amplio y práctico

Si hablamos de su interior, destacan los asientos delanteros de corte deportivo, que ofrecen una correcta sujeción lateral y también comodidad en largos recorridos. Su sistema de ajuste eléctrico y calefacción dejan claro el nivel de equipamiento del XLV.

Las plazas traseras cuentan con una anchura destacable con 1.354 mm para los hombros. El asiento trasero se divide en dos partes asimétricas en proporciones 40/60 que se pueden abatir por completo o de forma independiente para aumentar la modularidad y la capacidad de carga. Las generosas cotas permiten transportar tanto a tres ocupantes en la segunda fila como objetos voluminosos una vez abatamos los asientos.

Los respaldos de las plazas traseras están inclinados 27,5 grados aunque pueden alcanzar los 32.5 grados para mejorar su confort. Esto unido a un suelo con un casi imperceptible túnel central repercute positivamente en la comodidad de los pasajeros de las plazas posteriores.

El maletero tiene una capacidad de 574 litros hasta la bandeja y es capaz de alojar multitud de maletas. Una vez retiramos la bandeja cubremaletero disponemos de 720 litros de capacidad hasta el techo. Esto es posible gracias a la gran anchura libre del maletero, a unos pasos de rueda interiores poco prominentes así como a su generoso voladizo trasero.

El XLV no sólo ofrece un gran espacio para sus ocupantes sino también para guardar los objetos que les acompañan en su día a día, gracias a multitud de espacios de almacenamiento: guantera con espacio para un ordenador portátil de 13”, cuatro posavasos ubicados junto a los apoyabrazos, varios huecos portaobjetos y zonas de sujeción, reposabrazos central bajo el que se puede guardar una tablet de hasta 10.1” o alojamiento para una botella de 1,5 litros en cada una de las cuatro puertas y para dos envases más de 0.5 litros de capacidad en las puertas delanteras.

Las calidades son muy buenas al tacto y, salvo en la consola central y parte del panel interior de las puertas –donde están muy bien camuflados por medio de un acabado en negro piano-, no hay plásticos duros, sino materiales blandos y bien ensamblados.

El XLV es un coche que apuesta por la conectividad y, por este motivo incorpora, de serie, elementos como la dirección asistida eléctrica Flex steer con 3 niveles de dureza, el ordenador de abordo con indicador de ángulo de giro de las ruedas, el volante multifunción, el control de crucero y los intermitentes y limpiaparabrisas de un solo toque. Además, opcionalmente permite incorporar un sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas con conexión USB, HDMI y Bluetooth, navegador Tomtom con cartografía europea, el climatizador bizona con función de memoria así como la posibilidad de elegir entre 6 colores la iluminación del cuadro de instrumentos.

Confortable y económico

Una vez en marcha, el XLV es un coche que sorprende positivamente. Con una suspensión que nos ha parecido más confortable que la de un Tivoli, el nuevo modelo de la marca coreana es un coche que se muestra estable, muy fácil de conducir y con un tacto de conducción que invita a recorrer muchos kilómetros sin que la fatiga haga acto de presencia.

El motor diésel de 115 CV se comporta excepcionalmente a partir de aproximadamente las 1.600 rpm. Además, sus 300 Nm de par motor permiten que el motor responda con fuerza sin dar señales de debilidad. Entre sus puntos fuertes, también destaca su refinamiento y bajo nivel de ruidos y vibraciones. En este apartado, se nota que se trata de un motor moderno que no tiene que envidiar en nada a cualquier propulsor de la competencia.

En su versión de acceso asociada a la tracción delantera, el motor está asociado a un cambio manual de seis velocidades, que funciona correctamente; no ofrece un manejo denso y cuenta con unos desarrollos bien elegidos para encontrar ese equilibrio ideal entre consumo y prestaciones. Precisamente, si hablamos de consumo, este motor también resulta satisfactorio, ya que se conforma con poco más de cinco litros a los 100 kilómetros sin preocuparnos de practicar una conducción eficiente.

La gama del nuevo SsangYong XLV se articula en tres niveles de acabado (Line, Premium y Limited). Desde el más básico, este modelo ya dispone de serie de elementos como el climatizador, llantas de aleación de 16” con neumáticos 205/60R, cristales con protección solar, faros antiniebla, audio MP3, Bluetooth, USB y conexión para iPod con 6 altavoces, luz diurna LED, ayuda al aparcamiento trasero, doble llave con control remoto, seis airbag, control de estabilidad y sistema de monitorización de presión de los neumáticos. Se puede adquirir desde 20.000 euros, un precio que incluye un descuento promocional de 2.000 euros.

Nuestra conclusión:

El XLV es una gran aportación a la gama del fabricante coreano. Si lo que buscas es un vehículo práctico y polivalente, este modelo puede ser una opción fantástica. Su enorme maletero y su gran habitabilidad interior son apartados que le permiten desmarcarse de su competencia. Su conducción es muy buena en carretera, siendo un vehículo que nos permite salir del asfalto sin problemas. El motor diésel de 115 CV rinde a la perfección y nos deleita con un consumo muy bajo.