
Si comenzamos por el diseño de su carrocería, ésta ofrece un aspecto específico. Las tiras verticales de la parilla del radiador, así como su marco, tienen un acabado en negro brillante. El parachoques tiene amplias entradas de aire y una imagen más agresiva. Los rediseñados grupos de faros de aspecto cristalino cuentan de serie con tecnología de LED y sistema de luz delantera adaptativa AFS. Las luces antiniebla, las traseras y la iluminación de la matrícula también son tipo LED y tienen aspecto cristalino.
Las carcasas de los espejos retrovisores de ajuste eléctrico, función de memoria y luces que iluminan la zona circundante al entrar y salir del coche, tienen un acabado negro deportivo. La parrilla del radiador y el portón trasero llevan el logotipo RS con una "V" en negro brillante como símbolo de la victoria. Por último, en la parte trasera, destaca el alerón de techo y los acabados trapezoidales del tubo de escape que están pintados en negro brillante.
Especial mención merecen las llantas de aleación en negro brillante de serie de 19 pulgadas acopladas a unos neumáticos de tamaño 225/35 R 19. Son espectaculares y son el remate perfecto para conseguir un aspecto muy deportivo, elegante y realizado con mucho gusto.

En el siguiente enlace, puedes ver toda la galería de imágenes del modelo probado.
Amplio, práctico y deportivo por dentro
El aspecto deportivo también domina en el interior diseñado en gran medida en negro. Destacan elementos específicos, como los pedales de aluminio, los asientos asientos tipo 'bucket' guarnecidos en Alcantara/Cuero y adornados con logotipo RS -siglas también presentes en los umbrales de las puertas delanteras-, pomo de diseño específico y costuras rojas repartidas por todo el habitáculo.
La posición al volante está muy lograda para que vayamos cómodos desde el primer momento. El asiento del conductor, que ofrece una calidad de construcción magnífica, permite que nos sintamos muy cómodos y perfectamente sujetos. Para incrementar aún más el nivel de confort, disponemos de ajustes eléctricos para el soporte lumbar, longitud y altura, y función de memoria con un máximo de tres perfiles distintos.

El cuadro de instrumentos presenta una decoración específica en color rojo. Su diseño es el típico de todos los modelos de Škoda, con una información muy clara y ordenada. Entre los dos diales analógicos, hay una pequeña pantalla con muy buena resolución que nos presenta mucha información que se recibe con nitidez.

Todo el interior nos brinda una realización impecable y unos materiales que, en su totalidad, nos hacen sentir que estamos ante un coche de gama alta. Por tanto, el nivel es tan alto en este apartado, que ninguno de sus competidores directos ofrecen esta calidad de construcción y solidez.
La capacidad del maletero, que cuenta con un gran portón trasero de accionamiento eléctrico, es de 610 litros. Se puede incrementar su volumen hasta los 1.740 litros abatiendo los respaldos de los asientos posteriores en tres zonas. Toda la capacidad que ofrece se puede aprovechar muy bien por las formas regulares del mismo. Además, también es tremendamente práctico, pues encontramos ganchos para colgar bolsas, un punto de luz de LED que es extraíble para poder utilizarlo como linterna y una bandeja enrollable que es muy fácil de utilizar. Para mejorar sus cualidades prácticas, Škoda ofrece una serie de accesorios para organizar mejor la carga.

Bajo el capó late un motor TSI de gasolina tetracilíndrico de 2.0 litros y 245 CV. Ofrece un par motor máximo de 370 Nm está disponible entre las 1.600 y las 4.300 rpm. Se trata de una motorización ya conocida que resulta sobresaliente por prestaciones, rendimiento y agrado de uso. Acelerando en parado, alcanza los 100 Km/h en 6,7 segundos y una velocidad punta, controlada electrónicamente, de 250 Km/h.
La aceleración es particularmente impresionante, ya que, cuando necesitamos acelerar en marchas largas en maniobras como las de adelantamiento, la respuesta es vigorosa. En quinta velocidad, el Octavia RS 245 esprinta de 60 a 100 Km/h en tan solo 6,5 segundos y de 80 a 120 Km/h lo hace en 6,8 segundos.
Nuestra unidad de pruebas equipaba la transmisión automática de doble embrague DSG de siete relaciones. Sin haber probado la opción manual, no tenemos ninguna duda que la transmisión automática es la ideal. No sólo es un cambio rápido y que gestiona las marchas a la perfección, sino que también nos permite disfrutar al máximo de la conducción y ofrece un refinamiento exquisito, pues las transiciones de las marchas se realizan con suavidad y sin ningún tipo de tirón.

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Chasis deportivo y diferencial de deslizamiento limitado
Comparado con los modelos normales de la gama, el chasis deportivo baja la carrocería del Octavia RS 245 en 15 mm. En comparación con el Octavia RS 230, la vía trasera es 30 mm más ancha. Las llantas de aleación de 19 pulgadas, ya mencionadas anteriormente, también son específicas de este modelo.

El diferencial de deslizamiento limitado VAQ permite una aceleración particularmente dinámica en la salida de las curvas. La tecnología, fue desarrollada originalmente para la competición, funciona con un embrague multidisco regulado electrónicamente que se encuentra entre el diferencial y el eje en el lado derecho. Cuando es necesario, el 100% de la potencia se puede dirigir a una rueda delantera. En las curvas, el diferencial transfiere una mayor cantidad de potencia del motor a la rueda delantera exterior, es decir, a la que tiene mayor agarre. En otras palabras, la potencia se aplica al asfalto por un tiempo más largo si es necesario. Esto estabiliza el coche en caso de patinar y lo saca de la curva con mucho agarre. El riesgo de subviraje durante la aceleración se reduce significativamente. En contraste con los diferenciales puramente mecánicos, la tecnología está totalmente integrada en las funciones del Sistema Electrónico de Control de Estabilidad (ESC) debido a su control electrónico.

El Control Dinámico del Chasis Adaptativo (DCC) está disponible como opcional -formaba parte del equipamiento que ofrecía nuestra unidad de pruebas-. Este sistema dispone de cinco modos de conducción (Eco, Comfort, Normal, Sport e Individual). En función del ajuste elegido, se modifican los parámetros de la dirección, el funcionamiento del la transmisión DSG y los amortiguadores. De este modo, y, en función del modo elegido, tendremos un coche más o menos deportivo, e, incluso, más eficiente. La dureza de los amortiguadores se ajusta mediante unas válvulas de accionamiento electrónico. Además, para proporcionar mayor estabilidad, seguridad y distancias de frenado más cortas cuando se conduce de una forma más dinámica, el modo Sport se activa automáticamente.

Las posibilidades de equipamiento son muy amplias. En cuanto a sistemas de asistencia a la conducción se refieren, destacan elementos como la función de frenado de emergencia, el detector de ángulo muerto con alerta de tráfico posterior, control de crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril, detector de fatiga, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, control de arranque en pendiente y asistente automático de luces de carretera.
Nos ha gustado mucho el asistente de aparcamiento (comercialmente se denomina Park Assist). Dirige automáticamente el vehículo a plazas de aparcamiento en paralelo y espacios perpendiculares a la vía. Se puede activar a velocidades de hasta 40 Km/h para reconocer espacios en paralelo y hasta 20 Km/h para espacios perpendiculares. Resulta muy útil y, en caso de encontrar huecos muy ajustados, supone un gran plus de confort.
Por último, Škoda es la marca de automóviles que más se preocupa en diseñar soluciones prácticas en sus modelos. En el caso del Octavia, no van a faltar elementos como dos portabotellas en la consola central, Volante calefactable, puertos USB en las plazas posteriores, Phonebox en la consola central de carga inductiva para los Smartphones, paraguas bajo el asiento del acompañante, chaleco reflectante bajo el asiento del conductor, pinza para tickets en el pilar A, papelera en la bolsa rígida de la puerta del conductor, ocho soportes de botellas, un curioso módulo que se puede acoplar en uno de los dos portabotellas delanteros y que nos permite dejar el mando del coche, monedas y el teléfono móvil; y rascador de hielo en la tapa del depósito de carburante entre lo más destacable.

Conclusión
El Škoda Octavia sigue siendo un coche muy recomendable por su imbatible relación entre calidad, tecnología, precio y cualidades prácticas. La opción más deportiva y potente de la marca es excepcional, pues ofrece un excelente nivel de prestaciones, un agrado de conducción magnífico y un comportamiento dinámico que logran situarlo en lo más alto. En este sentido, estamos ante un coche muy equilibrado, extremadamente fácil de conducir y eficaz en todo tipo de trazados. La combinación motor-cambio es sobresaliente por rendimiento, prestaciones y consumo. Sin duda, una compra 100% recomendable.