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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
04/05/2012
Por Goti Martínez Pérez

Prueba del Skoda Yeti 2.0 TDI DSG 140 Cv

Todo Terreno

El Yeti es la apuesta de Skoda enfocada para todos aquellos usuarios que buscan un buen 4x4 para circular, sin problemas, dentro y fuera del asfalto. Nosotros probamos la versión Diesel de 140 CV, asociada al cambio automático de doble embrague DSG y a un sistema de tracción total.

Motor Diesel de 140 CV

La base mecánica que tiene el Skoda Yeti es muy buena, no sólo por suspensiones, sino por motor. Bajo el capó encontramos un motor Diesel 2.0 TDI de 140 CV. Es suficiente para mover toda la masa del coche, cuatro pasajeros adultos y mucho equipaje en el maletero, aunque, eso sí, se nota que la tracción total se merienda gran parte del potencial del motor.

Tan sólo podemos echar en falta un poco más de potencia cuando queremos obtener una aceleración contundente, que no llega a ser pobre en ningún caso. La aceleración de 0 a 100 km/h sin pasajeros ni equipaje no es demasiado buena (10,2 segundos).

Al motor Diesel de 140 CV le siente francamente bien el cambio automático DSG de doble embrague y seis velocidades; es rápido, funciona perfectamente y le saca el máximo partido al motor, manteniendo un perfecto equilibrio entre consumo y prestaciones. Tan sólo eché en falta las típicas levas que se sitúan detrás del volante.

El consumo de carburante varía mucho en función del tipo de conducción que se realice. En autovía, a velocidades legales, se puede conseguir un consumo medio por debajo de los 6 litros con facilidad y sin practicar una conducción eficiente. Por el contrario, si queremos sacar el máximo partido del motor en carretera secundaria, el gasto de carburante se sitúa por encima de los 8 litros con facilidad.

En ciudad, el consumo es elevado. Según nuestras mediciones era complicado bajar de los 8 litros a los 100 kilómetros.

El aislamiento acústico del habitáculo es bueno, salvo que se circule a altas velocidades o llevemos el motor muy alto de vueltas. Dos situaciones que se antojan poco frecuentes.

Al volante

El Skoda Yeti que he podido probar es un coche estable y agradable de conducir. El tren de rodaje utiliza el módulo del Grupo que se monta también en el Octavia. La suspensión delantera es una estructura McPherson. El eje posterior multibrazo ha sido modificado respecto al del Octavia, ya que su vía es 30 mm más ancha y junto a la barra estabilizadora de 23 mm de diámetro reduce claramente la incidencia de las curvas en el comportamiento del chasis. Esta configuración es idéntica en las versiones con tracción delantera e integral. El eje posterior está montado en un subchasis conectado al chasis mediante cuatro soportes flexibles que amortiguan las vibraciones.

La versión básica de este modelo monta llantas de 16 pulgadas y neumáticos 215/60 R16 para ofrecer una excelente conducción off-road. Los niveles de equipamiento más altos cuentan con llantas de aleación de 17 pulgadas y neumáticos 225/50 R17 de serie. La medida de los neumáticos ha sido escogida para ofrecer el máximo confort de marcha posible, una buena tracción fuera de carretera y también sobre el asfalto.

Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Dunlop SP Sport01 225/50 R17 94 W, que están más enfocados para la carretera. Su nivel de adherencia es normal -me ha dado la sensación que funcionan muy bien con asfalto mojado-.

Su interior

Para empezar, las dimensiones de su carrocería están muy bien aprovechadas para que podamos disfrutar de mucho espacio en su interior, sobre todo en altura -una persona con una estatura de más de 1,90 m se encontrará como en casa-. La anchura es, más o menos, equivalente a la de un Skoda Octavia, así que, su interior es suficientemente amplio para que cuatro adultos vayan con total comodidad.

Como en todos los modelos del Grupo Volkswagen, la ergonomía de todo el habitáculo está muy bien estudiada para que la inmensa mayoría de los conductores se encuentren bien ubicados a los mandos del vehículo.

Asientos

El asiento del conductor tiene amplios reglajes en altura y profundidad, lo cual es de agradecer -las versiones de equipamiento superior incluyen un soporte lumbar para el conductor y ajuste eléctrico del asiento-. Las formas de los asientos delanteros me han parecido demasiado planas y poco ergonómicas, con todo lo bueno y malo que tienen los asientos de este tipo. Esto hace que en las aceleraciones, frenadas y pasos por curva, el cuerpo se deslice más de lo deseado sin que podamos hacer nada.

Los asientos traseros son aún más planos que los delanteros. Te sientas, y nunca terminas de encontrar la postura para ir con un nivel de confort adecuado. Sin embargo, el acceso a las plazas traseras es muy sencillo, ya que apenas hay que flexionar el tronco y, al ser tan planos, uno se sienta fácilmente. Asimismo, también facilitan la instalación de sistemas de retención infantil. Los anclajes Isofix para las sillas infantiles se encuentran en la parte trasera pero están entre las opciones para el asiento del acompañante. Si se instala una silla infantil en el asiento delantero, el airbag del pasajero se puede desconectar.

La altura de la banqueta de los asientos traseros es dos centímetros más alta que la de los delanteros, lo que provoca que llevemos una postura demasiado forzada, al menos en mi caso.

Todos los reposacabezas tienen regulación en altura. Por diseño, son mucho mejores los delanteros, que los traseros. Aún así, me han parecido bastante mejorables.

Pese a que las plazas traseras no resultan demasiado confortables, hay soluciones interesantes que se agradecen. Por ejemplo, el respaldo de la plaza central puede abatirse para desplegar un apoyabrazos con zonas mullidas y tres prácticos posavasos. Asimismo, los tres asientos se pueden abatir o retirar de forma individual, y los laterales se pueden desplazar hacia delante o hacia atrás, e incluso hacia el interior si se quita la unidad central. Algunos mandos mecánicos que nos permiten modular el interior o variar la altura de los reposacabezas son demasiado duros.

Su maletero

En condiciones normales, tiene una capacidad de 416 litros. Con los asientos traseros retirados, la capacidad puede aumentar hasta los 1.760 litros de carga. La boca de carga es muy amplia y, aunque el maletero es algo profundo, se pueden introducir objetos grandes y pesados sin mayores inconvenientes.

El equipamiento estándar del maletero incluye, entre otras cosas, una cubierta para el equipaje, anillas de anclaje, una toma de 12V y redes para asegurar la carga. Para el nivel de equipamiento Active, existe la opción de incorporar la red. Además, existen múltiples soluciones inteligentes que aumentan de forma simple, pero efectiva, el confort y la seguridad del día a día. Por ejemplo, el sistema de anclaje del maletero, con sus ganchos móviles, ahorra tiempo durante la carga y evita que el equipaje se desplace durante el viaje.

Mandos: disposición y funcionamiento

El volante es muy bueno por diseño y tamaño. El de nuestra unidad de pruebas estaba forrado con un cuero muy suave y de tacto agradable.

La iluminación del cuadro de instrumentos tiene la típica tonalidad blanca de muchos modelos del Grupo Volkswagen.  Es potente, uniforme y muy agradable a la vista. Cuando se conduce de noche, durante muchos kilómetros, es bastante relajante y no cansa la vista. Los relojes están bien dispuestos y tienen un diseño muy claro y ordenado. En el centro de la instrumentación hay una pantalla multifunción en la que se pueden consultar muchos datos: hora, temperatura exterior, consumos, autonomía etc. Toda la información es muy accesible y se consulta con orden y facilidad.

Todos los mandos están bien dispuestos y se accede a ellos con facilidad. No obstante, el mando del regulador y limitador de velocidad está integrado en el mando que controla las luces de carretera y de los intermitentes. Esta ubicación hace que, al intentar manipularlo, podamos accionar involuntariamente una ráfaga o la intermitencia.

Sistema de climatización y equipo de sonido

El climatizador funciona muy bien. Es capaz de alcanzar la temperatura deseada con rapidez y la mantiene con facilidad. Además, sorprende lo silencioso que es -únicamente se hace notar cuando tenemos el flujo de aire al máximo-. Los mandos que controlan todo el sistema de climatización me han gustado por su orden y disposición.

El sistema de sonido que este modelo lleva de serie es de una calidad muy normal. Se puede manejar desde unos mandos ubicados en la consola central. Todo es claro, accesible y está bien ordenado.

Hay una toma de tipo Jack situada en un compartimento que está cubierto por el apoyabrazos central que divide las dos plazas delanteras -se echa en falta una toma USB-.

Iluminación

La iluminación ambiental del habitáculo es bastante correcta para lo que se estila en su segmento. En el techo hay dos plafones y, en las plazas traseras, hay otros dos.

El alumbrado exterior es bueno. Los faros delanteros son de xenón y ofrecen una luz bastante buena en todas sus posiciones. Los pilotos traseros están muy bien ubicados para que los conductores que van detrás de nosotros vean todas las indicaciones con facilidad.

La calidad y el acabado de todas las piezas del interior son buenos o, al menos, se ajusta a lo que cabe esperar en un coche de esta categoría y precio. Destaca especialmente la pieza de plástico de la parte superior del salpicadero y de los paneles de las puertas; ofrece un tacto blando, tiene un muy buen aspecto y transmite bastante calidad. Una pena que este tipo de material no esté presente en otras zonas del interior, donde lo que abunda son los materiales rígidos de peor calidad.

4X4

El sistema de tracción a las cuatro ruedas está basado en la misma tecnología introducida en el Octavia 4x4 y Superb 4x4 a principios de año. El embrague multidisco Haldex de accionamiento electrohidráulico, está ubicado en la misma cavidad que el eje trasero como enlace final entre él mismo y el diferencial.

En conducción normal, el 96 % de la potencia del motor se transmite a las ruedas delanteras. Sin embargo, si la unidad de control electrónica y sus sensores detectan diferencia de velocidad entre ambos ejes, el embrague Haldex puede transmitir el 90% de la potencia al eje trasero. Gracias a la ubicación del diferencial en el eje trasero, el dinamismo se distribuye también entre ambos lados y asegura un gran agarre y estabilidad en todo tipo de vías y ocasiones.

El sistema se basa en una serie de sensores que proporcionan información a la unidad de control central. Estos analizan la información del motor (que contienen datos relativos a las revoluciones y la posición del acelerador), los sistemas ABS y ESP (que también recoge información sobra la velocidad de las ruedas, el freno y las fuerzas de aceleración) y también el sensor de giro del volante.

El sistema de tracción a las cuatro ruedas del Skoda Yeti trabaja junto al ABS y ESP para asegurar el mantenimiento permanente de la seguridad y la estabilidad. Con el ESP activado, el control del embrague Haldex pasa a la unidad de control ABS/ESP y cuando entra en acción el sistema ABS, el Haldex deja de depender de dicha unidad.

Para sacar el máximo rendimiento a la tracción a las cuatro ruedas, Škoda ha añadido un modo off-road que mejora la seguridad y facilidad de la conducción por superficies inestables. Al presionar el botón off-road del panel de instrumentos los sistemas ABS, TCS y EDL adoptan la configuración off-road. El acelerador pasa a responder con mayor sensibilidad en superficies inestable mientras se amplían los parámetros de funcionamiento del asistente de tracción y puesta en marcha en pendiente. El asistente de puesta en marcha en pendiente también es de utilidad en el descenso de cuestas empinadas. A través de una suave presión automática de los frenos, el sistema mantiene una velocidad constante permitiendo al conductor centrarse plenamente en conducir el Skoda Yeti.

Todos los modelos de la gama están equipados con ABS, que cuenta con el asistente de frenado mecánico (MBA) y el control del par del motor (MSR). El ESP también forma parte del equipamiento de serie en todas las versiones con hasta 9 airbags (que incluye airbag de rodilla para el conductor y los laterales) para proteger a los pasajeros en caso de accidente.

Si alguno de los airbags se activa, se cortan la ignición y la combustión del motor de forma automática mientras el sistema de cierre centralizado desbloquea las puertas y se encienden las luces interiores.

En carretera y fuera de ella

El Skoda Yeti es un coche estable en carretera, pese a que el recorrido de la suspensión es amplio y el centro de gravedad es alto.

Al tener una suspensión con tanto recorrido, no es un coche ágil cuando toca cambiar de dirección. En curva, es un coche bastante noble de reacciones y fácil de conducir, aunque, si cerramos mucho la trayectoria, el subviraje es muy pronunciado.

Los frenos ofrecen un buen tacto y son suficientemente potentes como para detener al Skoda Yeti en pocos metros. Su frenada a altas velocidades es bastante estable, aunque no podemos evitar que se produzca algún que otro movimiento parásito de la carrocería es este tipo de condiciones.

Cuando toca dejar el asfalto, el Skoda Yeti sorprende por sus excelentes cualidades off-road. Gracias a la distancia al suelo de 180 mm, a la tracción a las cuatro ruedas con embrague Haldex de cuarta generación, al control de descenso y de arranque en pendiente, podemos conducir por casi cualquier sitio sin que tengamos que ser conductores experimentados.

Por caminos y pistas forestales en buen estado, el Yeti se desenvuelve perfectamente y transmite mucha seguridad al volante. El control de estabilidad no puede desconectarse, sin embargo, deja cierta libertad de movimientos para que podamos colocar el tren trasero en su sitio y, de esta forma, abordar mejor las curvas cuando se conduce rápido.

Las suspensiones no absorben demasiado bien las imperfecciones del firme, tanto en carretera, como fuera de ella. Cuando se pasa por un bache la reacción es demasiado seca.

El peso máximo "remolcable" es de 1.800 kilos. Sin duda, un buen dato.

Precio y equipamiento

El Skoda Yeti se puede adquirir desde 16.670 €, pero si quieres la versión de tracción total con el motor Diesel de 140 CV y con el cambio DSG, tendrás que gastarte, como mínimo, 31.700 €. Su equipamiento puede ser muy completo.

Nuestra conclusión:

El Skoda Yeti es uno de esos coches polivalentes y prácticos que te valen para todo. Su interior es muy amplio -sobre todo en altura-, tiene un maletero enorme y ofrece buenas capacidades dinámicas, tanto en carretera, como fuera de ella. La versión con tracción total es recomendable si conduces con frecuencia fuera del asfalto y en superficies de baja adherencia.

Texto: Gustavo Rodríguez

 

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