Prueba del Kia Sportage 1.6 HEV 239 CV 4x2

EXTERIOR

La actualización del Sportage no es un simple retoque estético. En vivo, el SUV muestra una imagen más afilada y moderna, marcada por los paragolpes revisados y las luces LED Star Map, que le otorgan un carácter más distintivo, especialmente al caer la noche. La parrilla Tiger Nose sigue siendo un rasgo reconocible, aunque ahora integra mejor las superficies lisas y los nuevos patrones de iluminación.

Durante la prueba, lo que más destaca es la sensación de modernidad al aproximarte al coche. El diseño «Opposites United» combina líneas limpias con unas proporciones robustas que le sientan bien. Las llantas —en este caso de 18 pulgadas en la versión probada— ayudan a mantener una estética equilibrada sin comprometer demasiado el confort.

No es un coche que busque llamar la atención con agresividad; más bien transmite la idea de un SUV maduro y evolucionado. Aun así, su parte trasera puede resultar algo voluminosa, y el diseño, aunque atractivo, puede no gustar a quienes prefieran propuestas más sobrias.

INTERIOR

Al abrir la puerta, se aprecia uno de los mayores avances del modelo. El interior da un salto notable en calidad percibida gracias a los nuevos tapizados, al diseño de dos radios del volante y, sobre todo, al conjunto de doble pantalla curva de 12,3 pulgadas.

En marcha, la ergonomía está muy lograda: todo queda a mano y el panel táctil multimodo para climatización y audio agiliza tareas cotidianas sin la saturación de botones de generaciones anteriores. El head-up display de 10” aporta información suficiente sin resultar intrusivo.

El espacio interior continúa siendo una de las fortalezas del Sportage. En la fila trasera se puede viajar sin apreturas incluso para adultos altos, y el maletero —587 litros en esta versión HEV— ofrece una capacidad muy competitiva en el segmento. Durante la prueba, la posibilidad de modular el espacio con el suelo de doble nivel resultó realmente útil.

La sensación general es de un coche bien pensado para el uso diario. No obstante, algunos materiales duros en zonas bajas siguen recordando que no estamos ante un SUV premium, y ciertos mandos táctiles pueden requerir un periodo de adaptación.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

El sistema híbrido combina el motor 1.6 T-GDI con un motor eléctrico para entregar 239 CV. En conducción urbana y periurbana, el conjunto destaca por su silencio, suavidad y capacidad para arrancar y maniobrar en modo eléctrico cuando la batería lo permite.

El cambio automático de 6 velocidades, de convertidor de par, está mejor resuelto que en anteriores generaciones híbridas de la marca. Aun así, bajo aceleraciones intensas puede resultar algo lento y generar un aumento evidente del régimen del motor, algo típico en híbridos de este tipo.

La respuesta del sistema es suficiente para mover el coche con solvencia. No es explosivo, pero sí consistente. La parte eléctrica ayuda a suavizar las transiciones y a aliviar consumos en entornos urbanos, aunque es fácil superar los registros ideales si se exige más al acelerador.

No hemos encontrado desfallecimientos apreciables en carretera, pero sí una sensación de peso cuando se requiere una recuperación rápida. Su enfoque es claramente el de un híbrido orientado a la eficiencia, no al dinamismo.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO

En marcha, el Sportage HEV 4x2 ofrece un confort de suspensión que lo hace agradable para largos desplazamientos. Absorbe bien las irregularidades y transmite poca fatiga en trayectos prolongados.

El tarado es más suave que deportivo, algo que se nota en curvas enlazadas: la carrocería balancea más de lo esperado si se aumenta el ritmo, aunque nunca llega a perder compostura. La dirección es ligera, adecuada para el día a día, pero no muy comunicativa si buscamos precisión.

En ciudad, la visibilidad es buena y los sistemas de asistencia —como la cámara de visión 360º o el frenado automático— ayudan de verdad a maniobrar sin estrés. La tracción delantera es suficiente para la mayoría de usuarios, aunque en condiciones de baja adherencia se puede echar de menos una variante AWD.

En carretera, mantiene una estabilidad notable y filtra de forma correcta el ruido exterior, aunque el sonido del motor aparece con claridad al exigir potencia extra.