La importancia de tener los neumáticos en buen estado

Principales cuidados y mantenimiento que tenemos que tener en cuenta para cuidar nuestros neumáticos

Cambiar los cuatro neumáticos de nuestro coche suele salir por un pico, así que no está de más conocer más cosas sobre ellos. Prestándoles un poco de atención podremos evitar que se desgasten innecesariamente y alargaremos su vida útil. A lo largo de este artículo explicaremos los principales aspectos que hay que tener en cuenta para conseguir que nuestros neumáticos funcionen correctamente.


PRINCIPALES CUIDADOS


- Los fabricantes recomiendan que al menos una vez al mes se compruebe el inflado de los neumáticos. Hay que COMPROBAR LA PRESIÓN en frío, lo que significa que nuestro coche tiene que haber pasado las últimas dos horas en reposo. Si no se puede (por ejemplo, si se para en un área de servicio) hay que añadir 0,3 bares a la presión indicada por cada fabricante. En otro momento, cuando los neumáticos ya estén fríos, habrá que volver a controlar la presión. Además, es necesario saber que nunca hay que poner presiones distintas en los neumáticos montados en el mismo eje.

Es el aire el elemento principal que hace que unos neumáticos se mantengan en buen estado. De todas formas, últimamente se ha puesto de moda inflarlos con NITRÓGENO. Para los vehículos de transporte es obligatorio utilizar nitrógeno ya que, como es un gas libre de oxígeno, no hay peligro de avivar el fuego de un incendio en caso de accidente.

Para un coche normal no hay diferencia entre utilizar un elemento u otro. Sí es verdad que utilizando nitrógeno se reduce la oxidación en el interior del neumático, además de ser un gas menos sensible a los cambios de presión cuando hay cambios de temperatura. Pero a efectos prácticos, da lo mismo que se hinchen con aire o con nitrógeno.

Independientemente del gas que hayamos utilizado para nuestros neumáticos, hay que comprobar la uniformidad y la profundidad del dibujo porque eso es un fiel reflejo de si un neumático está muy hinchado o, por el contrario, muy poco hinchado. Uno poco hinchado es más fácil que se reviente. La banda de rodamiento de los costados estará más desgastada y el consumo de gasolina se disparará. Si está sobreinflado, el desgaste del dibujo afectará al centro del neumático.


- Precisamente, hay que cuidar regularmente la BANDA DE RODADURA y los flancos de los neumáticos. Ellos serán unos indicadores muy fiables del estado del neumático: los desgastes anormales, las deformaciones o los cortes o grietas pueden decirnos si nuestros neumáticos nos van a fallar y por qué.


- Además de estos cuidados básicos hay uno todavía más importante: CONDUCIR BIEN. Las frenadas bruscas, los acelerones, los golpes en los bordillos, llevar el coche por carreteras llenas de baches, cargar mucho el vehículo,... Todo eso desgasta los neumáticos y reduce su vida útil.


MANTENIMIENTO


- ROTACIÓN de los neumáticos. Los neumáticos de ambos ejes se desgastan de diferente medida y por eso aconsejan rotarlos periódicamente. Normalmente, dicen que está bien rotarlos al de 20.000 kilómetros y siempre habrá que hacerlo pasando los de atrás hacia delante, pero nunca cruzarlos y poner los que han estado en la derecha a la izquierda y viceversa.

Independientemente del tipo de tracción que tenga nuestro vehículo, los neumáticos nuevos o los que estén en mejor estado tendrán que montarse en el eje trasero. ¿Por qué? En caso de reventón, el conductor siempre podrá intentar controlar el coche manejando la dirección. Y la dirección actúa sobre el eje delantero, así que necesitamos tener alguna garantía de que las ruedas traseras van a responder relativamente bien. De ahí que las mejores ruedas tengan que montarse en el eje trasero: para garantizar una mejor adherencia en un eje sobre el que no tenemos ninguna forma de actuar.


- EQUILIBRADO de las ruedas. Hay que tener en cuenta que en este caso estamos hablando de las ruedas y no del neumático. Es vital que una rueda esté equilibrada, porque eso influirá en la seguridad, en el confort y en las prestaciones de los neumáticos. Las ruedas de un vehículo nuevo siempre están equilibradas pero cada vez que se sustituya una de ellas habrá que volver a reequilibrarlas. De todas formas, es necesario saber que los golpes de las llantas en los bordillos o los pegotes de barro que se quedan después de circular por un camino en malas condiciones pueden desequilibrar la llanta.

Entonces será necesario ajustar la rueda. Esto se hace colocando contrapesos de plomo que evitan las vibraciones y que reparten los pesos del neumático y de la llanta, garantizando así una circulación fluida y equilibrada. En el mismo momento en que notemos vibraciones (en el volante, los asientos, en el salpicadero, etc.) será necesario examinarlos en profundidad.


No tener en cuenta estos aspectos o los demás que hemos ido explicando en el resto de artículos puede provocar que tengamos un accidente, así que no está de más hacer caso a las recomendaciones de esta serie de artículos que hemos publicado en el blog de Coches y Concesionarios.