Prueba del Toyota Corolla GR-Sport

EXTERIOR

Si comenzamos por nuestro habitual análisis, empezaríamos hablando de su aspecto exterior. La versión GR-Sport se caracteriza por ofrecer elementos de estilo únicos, como una nueva parrilla frontal exclusiva con un acabado cromado oscuro, faldones inferiores en los laterales de la carrocería, logo Toyota en negro a pesar de tener motorización híbrida eléctrica —todos los Toyota llevan los logos Toyota con fondo azul— y un difusor trasero. Además, todo el paquete estético se completa con unas llantas de aleación mecanizadas de 18" con moldura roja alrededor del logo Toyota, luneta y cristales traseros oscurecidos y un color exterior único: el Bi-tono Gris Ascari que lucía nuestra unidad de pruebas y que le aporta mayor atractivo al coche. Además de este color exclusivo, el nuevo Corolla GR-Sport está disponible en otras dos tonalidades: Bi-tono Blanco Perlado y Bi-tono Rojo Emoción.

Como suele ser habitual en Toyota, el acabado de la carrocería resulta impecable. No obstante, nos hubiera gustado que la apertura y cierre de las puertas fuera menos denso, y más fluido y refinado. Por su parte, el portón trasero cuenta con un tacto de apertura y cierre mucho más agradable, y una asistencia de los dos telescópicos muy bien tarada para que no resulte pesado al manejarlo.

Gana en atractivo

Toyota ha dado un salto de gigante en cuanto a diseño se refiere. Ahora, el Corolla, aunque mantiene en esencia mantiene el estilo de anteriores ediciones, luce una estética mucho más atractiva. El frontal nos encanta por su estilo deportivo. Nada que ver con la generación precedente, que tenía un diseño claramente más anodino.

INTERIOR

En el interior, el GR-Sport está equipado con unos asientos deportivos específicos con refuerzos laterales y tapicería mixta. El salpicadero, el volante y la palanca de cambio están rematados con costuras en negro y rojo. El logo GR-Sport está presente en el portón del maletero, las molduras de los pasos de puertas y las alfombrillas, de diseño exclusivo.

Al igual que sus hermanos de gama, todo el habitáculo sigue dejando una muy buena impresión; materiales agradables tanto al tacto como a la vista, y un nivel de acabados muy cuidado. Asimismo, el puesto de conducción resulta impecable, pues nos sentimos perfectamente integrados desde el primer momento sin tener que hurgar demasiado entre los diferentes reglajes del asiento y volante, todos ellos mecánicos.

Los asientos delanteros de tipo buquet específicos de esta versión, sin ser radicalmente deportivos, cumplen perfectamente con lo esperado y tienen un diseño muy bien realizado para que recojan el cuerpo como si fueran un guante. Los asientos posteriores también nos han gustado mucho, pues resultan cómodos y nos permiten que la postura, una vez sentados, sea muy natural. Además, para que el nivel de confort sea el propio de una berlina de segmento superior, disponemos de un apoyabrazos central con dos posavasos integrados que queda a la altura ideal y está suficientemente acolchado para que los brazos descansen a la perfección. También encontramos dos salidas de aire en el túnel central que facilitan una climatización de mayor calidad en las plazas posteriores. Lo único que echamos en falta son un par de tomas USB, algo que hoy en día es casi es imprescindible.

Al igual que sus hermanos de gama, todo el habitáculo sigue dejando una muy buena impresión; materiales agradables tanto al tacto como a la vista, y un nivel de acabados muy cuidado.

Para terminar con el puesto de conducción, sólo cabe felicitar a Toyota por el trabajo realizado en cuanto a diseño y ergonomía se refiere, pues la lógica es lo que impera en todo momento. El volante es, sencillamente, perfecto, ya que no tiene formas extrañas que traten de imitar absurdamente a los coches de competición. Tiene el grosor ideal y un tapizado de símil piel que nos regala suavidad y agrado al tacto. Quizás, lo que menos nos ha gustado, pese a que dan sensación de ser resistentes y responder con precisión, son los botones integrados y las levas. Están bien ordenados y ubicados, pero el tacto que ofrecen no es precisamente el mejor.

También hay otro tipo de soluciones tradicionales, ya casi en peligro de extinción, que nos siguen pareciendo un acierto rotundo. Estamos hablando del mando del cambio, que es perfecto por tacto, diseño, ubicación y funcionamiento (es una palanca tradicional muy accesible que es una auténtica delicia). Lo mismo ocurre con los mandos de la climatización; encontramos mandos giratorios y botones físicos. Todo está pensado para que la vida al volante sea más fácil agradable y, sobre todo, podamos manejar todas las funciones de manera intuitiva y con rapidez, evitando cualquier tipo de distracción cuando vamos conduciendo.

Pero las alabanzas no terminan aquí. Y es que, nos gustaría romper una lanza en favor del sistema de infoentretenimiento de Toyota que tantas críticas recibe. Al final, aunque su interfaz nos parezca con un aspecto algo desfasado, lo más importante es que nos muestra toda la información esencial que necesitamos, con menús sencillos y botones físicos. Bajo nuestro punto de vista cumple más que de sobra con su cometido, nos permite acceder a las diferentes funciones de forma rápida y no nos obliga a estar pensando más de lo debido para gestionarlo.

En cuanto a los huecos portaobjetos que tenemos a nuestro alcance, también es un coche que cumple correctamente, pues disponemos de una amplia guantera, bolsas en las puertas, un cargador inalámbrico para el móvil, un cofre entre los dos asientos que hace las veces de apoyabrazos y varias tomas para conectar dispositivos externos –se echa en falta que tuviera regulación en altura-.

Para finalizar con el análisis del interior, toca hablar del maletero. Sus 313 litros cumplen más que de sobra si tenemos en cuenta que tenemos suficiente espacio en las plazas posteriores y, además, tiene un doble fondo que esconde los triángulos de señalización, el kit antipinchazos y la batería de 12 voltios. Para ganar en capacidad, como es habitual en los hatchback, los asientos se pueden abatir con rapidez y poco esfuerzo para conseguir una amplia zona de carga completamente plana y muy aprovechable.

Asientos confortables y muy bien fabricados

Los asientos delanteros cumplen perfectamente con lo esperado y tienen un diseño muy bien realizado para que recojan el cuerpo como si fueran un guante. Cuentan con un acabado específico para aportar ese toque de exclusividad a esta versión GR-Sport.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

El Corolla más deportivo de la gama está animado por un conjunto mecánico que ofrece una potencia de 184 CV. Su motor de gasolina de 2.0 litros funciona realmente bien, mientras que la parte eléctrica, tal y como pudimos comprobar cuando probamos el Corolla por primera vez, tiene mayor protagonismo. No hace falta recorrer muchos kilómetros para darse cuenta que esta nueva generación de híbridos de Toyota nos brinda un rendimiento mecánico muy superior. Ahora encontramos un coche más reactivo en las aceleraciones y no se echan en falta más caballos para desempeñar cualquier tipo de conducción en diferentes escenarios. Por su parte, la transmisión automática no 'resbala' tanto y es capaz de sacar más partido a los caballos disponibles. En este sentido, sigue siendo un cambio que aporta un enorme confort de marcha en todo tipo de circunstancias, ya que no responde con molestos tirones como en otras transmisiones automáticas. Las aceleraciones siempre son constantes, progresivas y muy suaves.

Para adaptarnos a diferentes circunstancias, disponemos de tres perfiles de conducción (Eco, Normal y Sport). Actúan sobre el motor y acelerador para obtener un tacto más deportivo o un coche más eficiente, según se requiera. Adicionalmente, no puede faltar el botón 'EV', que nos permite activar la modalidad 100% eléctrica siempre y cuando tengamos suficiente carga en las baterías y circulemos a una velocidad inferior a 40 km/h. Conduciendo a un ritmo sostenido en carretera a velocidades más elevadas, también es posible que esta modalidad 'ultra ecológica' entre en funcionamiento.

Si hablamos de consumo, es donde este modelo marca distancias frente a sus rivales de similar potencia y motor. El gasto de carburante es muy bajo en todo tipo de circunstancias. En ciudad, podemos conseguir medias de unos 5,4 litros a los 100 kilómetros, mientras que en carretera secundaria, siempre ciñéndonos a la velocidad de la vía, es posible conseguir registros por debajo de los 5,0 litros sin mayores esfuerzos. Ya en autovía, con unas velocidades superiores, la media puede mantenerse por debajo de los 6,0 litros. Por último, si decidimos practicar una conducción que requiera sacar el máximo partido al conjunto mecánico en un trazado con curvas, nos podemos ir a una media máxima de 8,7 litros a los 100 kilómetros.

No hace falta recorrer muchos kilómetros para darse cuenta que esta nueva generación de híbridos de Toyota nos brinda un rendimiento mecánico muy superior. Ahora encontramos un coche más reactivo en las aceleraciones y no se echan en falta más caballos para desempeñar cualquier tipo de conducción en diferentes escenarios.

Al igual que el resto de híbridos de Toyota, el nuevo Corolla cuenta con la Etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este distintivo ambiental ofrece una serie de beneficios y ventajas asociados que hacen a este coche todavía más interesante. De este modo, el Corolla que es objeto de esta prueba, puede circular en episodios de alta contaminación en Madrid y otras ciudades, se beneficia de rebajas de tarifas en algunas autopistas de Cataluña y en el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid, y están exento del pago del Impuesto de Matriculación en determinadas comunidades autónomas. Asimismo, este modelo también se beneficia de una reducción del coste del Impuesto de Circulación en muchas ciudades de España y tienen autorización para circular por los carriles de alta ocupación—Carril VAO— en Cataluña, entre otras muchas ventajas.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO

Cuando llega el momento de conducir, este Corolla es un coche muy satisfactorio. No debes esperar algo extremo en lo deportivo, pero sí un coche muy agradable de usar y en ningún caso decepcionante. Sin duda, el Corolla me sigue pareciendo uno de mis compactos favoritos por lo bien resulto que está en líneas generales y por ser ese aliado perfecto para el día a día.

Una de las grandes novedades, a nivel equipamiento, es que Corolla GR-Sport puede equipar opcionalmente (1.200 €) suspensión adaptativa — Adaptive Variable Suspension (AVS)—. Esta suspensión varía la respuesta y la dureza de los amortiguadores en función del estado de la carretera y las acciones del conductor. Actúa en sólo 20 milésimas de segundo y es capaz de variar la posición de los amortiguadores en 650 posiciones diferentes.

La suspensión AVS permite al nuevo Corolla GR-Sport ofrecer un gran comportamiento en todo tipo de firmes y controlar los movimientos de la carrocería, con una respuesta mucho más precisa de la dirección, mayor estabilidad y cotas más altas de seguridad al combinarse con el Control de Estabilidad (VSC) y el Sistema de Seguridad Precolisión. Es la primera vez que un modelo de Toyota ofrece este tipo de suspensión en el mercado español.

Además de esta nueva suspensión, que funciona realmente bien para disfrutar de un coche más cómodo o deportivo en función del tipo de conducción de cada momento, la puesta a punto del chasis es brillante, pues estamos ante un coche preciso, neutro, equilibrado y muy agradable de conducir. Para empezar, la dirección, además de ser muy suave, tiene una precisión que ya quisieran sus contrincantes. El buen trabajo de las suspensiones también aportan mucho para disfrutar de esta precisión en las curvas; giras, y no hay ningún tipo de retardo en la respuesta. En los giros, el Corolla siempre vira muy plano, con un tren delantero muy incisivo y con unas reacciones tan predecibles como seguras, pues no sólo es un coche noble y progresivo, también la electrónica realiza muy bien su trabajo para que la sensación de seguridad al volante sea enorme. Vamos, que hacía mucho tiempo que no me encontraba tan bien conectado con un coche.

El tacto del freno está muy bien trabajado. A diferencia de otros híbridos, incluso anteriores generaciones de Toyota, el de este Corolla nos permite dosificar muy bien la frenada y, además, nos regala un tacto muy natural. Incluso en las frenadas más potentes, en las que queremos apurar al máximo para ir lo más rápido posible en zonas más reviradas, el freno actúa de manera eficaz sin variaciones en la asistencia que nos generen algún tipo de desconcierto en este tipo de situaciones.

El nuevo Corolla GR-Sport, que en la gama Corolla hybrid se sitúa entre los acabados Feel! y Advance, está disponible en la Red Oficial de Concesionarios de Toyota España desde 26.300 euros o por 245 euros Toyota Complet, programa de financiación y servicios añadidos que incluye 4 años de garantía, 4 años de mantenimiento y primer año de seguro a todo riesgo.

Si hablamos de equipamiento, además de todo lo comentado, esta versión tiene un dotación de serie bastante cerrada que deja muy pocas opciones a la vista; la suspensión adaptativa y poco más. La oferta de dispositivos de seguridad y ayuda a la conducción incluye el Sistema de Seguridad Precolisión con detección de ciclistas de día y peatones tanto de noche como de día, Control de Crucero Adaptativo con función de parada y arranque automático, Avisador de Cambio Involuntario de Carril, Reconocimiento de Señales de Tráfico y Control Inteligente de Luces de Carretera. Además, las variantes más equipadas incorporan Sistema de Mantenimiento de Trayectoria, Detector de Objetos en el Ángulo Muerto y Avisador de Tráfico Cruzado Posterior. De todos los elementos de seguridad, destacaría el regulador de velocidad, que mantiene muy bien la distancia con el vehículo precedente sin generar bruscas deceleraciones para adaptar la velocidad de crucero. El sistema de mantenimiento de carril no es de los peores, pero tampoco me ha parecido de los mejores. No zigzaguea como ocurre en otros coches de similar categoría, pero, por el contrario, quizás al sistema le falte algo de par para que la dirección mantenga la trayectoria adecuadamente en curvas amplias que no tienen por qué ser especialmente pronunciadas. En este sentido, me surgieron dudas sobre si este sistema es realmente útil al 100% en el hipotético caso de quedarme dormido al volante, de sufrir un mareo o una distracción.