Prueba del Opel Cabrio Excellence 1.4 Turbo 140 CV Start/Stop

El nuevo descapotable de Opel es uno de los modelos con mayor atractivo que hay actualmente en el mercado

Alzándose como el tope de la gama Opel, el Cabrio es un nuevo descapotable de tamaño medio que viene a dar un toque de elegancia a su segmento. Con su buena oferta de motores, amplio equipamiento y elegante silueta, el modelo alemán se plantea como una opción a tener muy en cuenta.

Con un atractivo muy especial

Estéticamente hablando, el Opel Cabrio marca claramente la diferencia respecto a sus más directos rivales. Te puedo asegurar que, si en foto es un coche con un atractivo difícil de igualar, en vivo y en directo logra hacerse con las miradas de otros conductores y viandantes. En el caso de nuestra unidad de pruebas, la carrocería estaba pintada en color negro y, el techo, era de un color caoba.

Por dentro, es como cualquier otro Astra, coche del que deriva. El diseño del salpicadero y el interior es bastante agradable y moderno. La primera sensación al subirse al puesto de conducción, es que todo el salpicadero te envuelve y que uno se siente cómodo desde el primer momento. Todo esto se debe a la variedad de reglajes que hay, y a lo bien que sujetan los asientos delanteros. Además, el volante tiene un tamaño ideal y, el mando cambio, aunque queda algo retrasado, se maneja bien.

En líneas generales, me gusta el diseño que tiene todo el interior y los diferentes mandos. Llama la atención la consola central que, aunque da una sensación de que está algo recargada de botones, a mí me gusta tal y como está. Además, al final resulta bastante intuitiva sin que haya que invertir demasiado tiempo para adaptarse a la ubicación de todos sus mandos.

La calidad de acabados es equiparable a la de cualquier Astra con un nivel de equipamiento equivalente. En el caso de nuestra unidad de pruebas, no encontramos un interior demasiado lujoso pero, por ajustes y calidades, se encuentra en la media de lo que ofrece un coche de este precio. El salpicadero estaba forrado con un tapizado de cuero de una calidad normal que resultaba duro al tacto.

Un interior espacioso

A diferencia de otros descapotables de similar tamaño y categoría, el Opel Cabrio destaca por la gran habitabilidad que se respira en su interior. Ni que decir tiene que, en las plazas delanteras, hay espacio de sobra, incluso para adultos de generosa estatura. Por su parte, en las traseras, es de los más amplios del mercado, por lo que tampoco hay problemas de espacio.

Además de su elegante diseño, amplitud interior y la buena funcionalidad de todos los mandos, el Opel Cabrio también tiene detalles interesantes que facilitan su utilización para el día a día. Por ejemplo, los asientos, que ofrecen unos buenos niveles de sujeción, equipan un sistema de calefacción y ventilación. Asimismo, Opel se ha preocupado que el acceso al habitáculo sea lo más cómodo y fácil posible. Por una parte, los asientos delanteros se desplazan automáticamente hacia delante para poder acceder a las plazas traseras y, por otra, los brazos telescópicos de los cinturones de seguridad avanzan su posición para que sean más accesibles para los ocupantes delanteros.

Un buen maletero

El Opel Cabrio se beneficia de una gran capacidad para llevar y guardar objetos para un descapotable, permitiendo una confortable utilización diaria. Varios espacios muy útiles para dejar objetos se han colocado alrededor del conductor: En la puerta, en y bajo el salpicadero y, gracias al freno de estacionamiento eléctrico, entre los asientos – justo donde es más necesario el espacio para dejar objetos.

El volumen mínimo de carga con la capota abierta es de 280 litros, que llega hasta los 380 litros cuando la capota está cerrada. Esto coloca al Cabrio entre los descapotables con mayor volumen de maletero. Para incrementar el volumen de carga o transportar objetos largos (como esquíes o tablas de snowboard), el Opel Cabrio se beneficia del sistema FlexFold que eléctricamente pliega el respaldo trasero en secciones 50:50. Este elemento que no se puede ofrecer en descapotables de techo duro, permite ampliar el volumen de carga hasta los 750 litros y transportar objetos de hasta 1.818 mm de longitud.

Descapotable en 17 segundos

La capota es de lona. Da la sensación de que está muy bien fabricada y ajusta correctamente, aunque nosotros hemos detectado algún que otro pequeño ruido parásito que nos daba la sensación que procedía del techo.

Como casi todos los coches modernos de esta categoría, la capota se pliega y despliega mediante un mecanismo electro hidráulico. Ambas maniobras se realizan en 17 segundos circulando a velocidades de hasta 50 km/h. Este sistema se puede poner en funcionamiento desde un mando ubicado entre los dos asientos delanteros, o bien, desde el mando que está integrado en la llave.

Cuando abrimos la capota, también se pueden bajar todas las ventanitas, de forma independiente o a la vez.

Llega el momento de conducir. Lo primero que hay que destacar es que, con o sin capota, es un coche confortable. Por ejemplo, se puede circular descapotado con las ventanillas subidas y con el derivabrisas instalado sin que el viento te despeine lo más mínimo. Ya con el techo puesto, se va casi igual que un Astra carrozado.

Motor suave y refinado

La versión de acceso a gama, que es la que está siendo objeto de esta prueba, está asociada a un motor de gasolina sobrealimentado de 140 CV. Este motor ya lo pude probar por primera vez en un Chevrolet Cruze y me gustó bastante por su suavidad y rendimiento.

Acoplado al Astra, este motor sigue mostrando sus buenas maneras. Lo que impera por encima de todo es su suavidad, lo que se traduce en un mayor agrado de conducción. Por el contrario, si te gusta correr, te recomendaría que buscaras una opción algo más potente.

Para una conducción normal, es una versión bastante satisfactoria, no encontrarás una gran aceleración, ni reserva de potencia, pero no es, ni mucho menos, un coche limitado. Es más, diría que es la opción más lógica que plantea la gama en estos momentos.

El consumo de carburante entra dentro de lo esperado, y en una media ponderada nunca hemos superado los 7,5 litros a los 100 kilómetros.

Este motor, únicamente está acoplado a un cambio manual de 6 velocidades, que cuenta con un escalonamiento acertado y un guiado que permite que lo podamos utilizar con mucha suavidad y rapidez.

Al volante

En cuanto al chasis se refiere, al igual que el resto de la gama Astra, el Cabrio equipa un sistema de amortiguación de dureza variable. Es opcional y está formado por tres programas de funcionamiento: “Normal” –que es el que se activa por defecto cuando arrancamos el coche-, “Tour” y “Sport”. En cualquiera de ellos el comportamiento en carretera del coche es francamente bueno. El buen balance y diseño de la suspensión, hace que vayamos de una forma segura y rápida sin estresarnos y con una gran sensación de que todo está milimétricamente controlado.

Si profundizamos algo más en los programas del chasis. Si se elige el “Tour”, la suspensión se vuelve algo más blanda, aunque permite que los balanceos de la carrocería estén bastante controlados. Por otro lado, con el programa “Sport” se percibe una ligera mejora y una suspensión algo más firme que hace que el Opel Cabrio sea más eficaz. Sin embargo, lo que menos me ha gustado de este programa es, tal y como lo denomina Opel, la dirección deportiva. Esta opción se puede desactivar y hace que la dirección se endurezca demasiado, aunque lo peor de todo son los cambios de asistencia que se producen a altas velocidades cuando se realiza, por ejemplo, un apoyo en curva.

Precio y equipamiento

El equipamiento del Opel Cabrio puede llegar a ser muy completo. Incluye muchos asistentes a la conducción, como el sistema de Iluminación Adaptativa AFL+ con hasta 11 funciones de iluminación, la segunda generación del sistema de cámara frontal Opel Eye con sus nuevas funciones ampliadas (mejora en el reconocimiento de señales y Aviso de Cambio Involuntario de Carril, las nuevas funciones de Indicación de Distancia de Seguridad y Alerta de Colisión Frontal), una cámara de visión trasera y un sistema Avanzado de Ayuda al Aparcamiento que facilita las maniobras, una Alerta de Angulo Muerto, basada en ultra sonidos, asientos delanteros ergonómicos, volante de dirección calefactado y Asistente de Arranque en Rampas.

El Opel cabrio más económico –que es el que hemos probado- se puede adquirir desde 29.900 €, un precio que le permite ser una clara alternativa a los cabrios Premium alemanes de similar tamaño y el mejor de los de su segmento como, por ejemplo, Peugeot 308 CC o Renault Mégane CC (ver todos los precios).

Nuestra conclusión:

Si estás buscando un descapotable con un diseño imponente, un interior amplio, un maletero perfectamente utilizable, mucho equipamiento y un comportamiento de referencia en carretera, el Opel Cabrio debería ser tu elección. La versión de gasolina de 140 CV es muy recomendable por agrado de conducción, además de ser muy competente en cuanto a consumos y prestaciones.