Técnicas para ahorrar combustible al volante
La anticipación, las marchas largas y una conducción racional, principales claves de la conducción eficiente
Ya hablamos el otro día de mi experiencia después de un curso de conducción eficiente. En este artículo explicaremos un poco cómo hay que conducir el coche para conseguir una reducción tanto del consumo de combustible como de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Es lógico aplicar estas técnicas pensando en el bolsillo y en lo que nos vamos a ahorrar en gasolina o en diesel, pero también hay que tener en cuenta la contaminación.Y es que, el 60 por ciento del petróleo que llega a España, se utiliza por el sector transporte. Y el tráfico rodado tiene la culpa del 40 por ciento de todo el CO2 que hay suelto en la atmósfera. Aplicando las técnicas de conducción eficiente, se ahorraría entre un 10 y un 25 por ciento de combustible y la emisión de 6,3 millones de toneladas de dióxido de carbono (un 15 por ciento), que se dice pronto.
ARRANCANDO
Primer paso para hacerlo: arrancar el coche. Hay que hacerlo sin acelerar. Esa técnica se puede reservar para los coches de hace unas cuantas décadas. Una vez arrancado, se pone inmediatamente en marcha si es un gasolina o se espera unos segundos si es un diesel. La razón de esta espera es conseguir que el aceite llegue en condiciones adecuadas a la zona de lubricación.
CIRCULANDO
Lo primero que hay que saber es que la primera velocidad tiene que servir únicamente para poner en marcha al coche. Se calcula que a los dos segundos, ya es conveniente meter segunda.
A partir de ahí, hay que circular en marchas largas. Depende de cada coche, de su cilindrada, de su potencia o de lo viejo o nuevo que sea, pero lo óptimo es llevar un coche de gasolina entre 2.000 y 2.500 revoluciones y uno diesel entre 1.500 y 2.000. Con esto, en ciudad habría que circular, siempre y cuando lo permita el tráfico, en cuarta o en quinta velocidad, algo que sorprende a muchos.
La teoría es la siguiente: meter tercera a partir de 30 km/h, cuarta a partir de los 40 y quinta a partir de los 50 km/h. Pero en la práctica, cada uno que vea cuánto es capaz de ofrecer su coche porque habrá algunos que en tercera y a 30 vayan bastante ahogados.
Aquí va un ejemplo práctico: un coche de 1.2 litros circulando a 60 km/h y en tercera velocidad consume 7,1 litros a los cien. Si metemos cuarta, el consumo bajaría a los 6,3 y en quinta hasta los 6 litros.
Otro consejo que dan en estos cursos es que es recomendable cambiar de segunda a cuarta o de tercera a quinta, saltándose marchas intermedias. Siempre y cuando el coche y las condiciones del tráfico lo permitan, claro está.
Una vez circulando, hay que mantener una velocidad constante, evitar los acelerones y los frenazos bruscos y, sobre todo, anticiparse. ¿Cómo se consigue esto? Manteniendo la distancia de seguridad. Esto es algo que todo el mundo dice conocer y, sobre todo, que todo el mundo dice aplicar. Pero es una mentira como un piano. Poquísima gente deja que entre su coche y el de delante haya espacio suficiente para que entren otros dos coches más, por ejemplo.
Manteniendo esa distancia y teniendo un campo de visión que abarque a dos o tres coches por delante del nuestro es muy fácil anticiparse. Veremos, por ejemplo, si esos coches de delante frenan. Entonces nosotros, en vez de frenar, solo tendremos que levantar el pie del acelerador y dejar que sea el propio coche el que se frene. Esta actitud permite, además de circular mejor, ir más tranquilo al volante y, lo más importante, tener más tiempo de reacción en caso de accidente.
FRENANDO
A la hora de frenar es mucho más recomendable utilizar el freno motor. Esto quiere decir que hay que aprovecharse de la inercia del coche y dejar que él mismo se vaya parando antes que utilizar el pedal de freno.
Ésta es una parte importante de esta técnica: sólo cuando sea realmente necesario se realizará una reducción de marcha. Y es que, un coche circulando a más de 20 km/h, a más de 1.000 revoluciones, sin acelerar y con una marcha engranada no consume combustible. Si tenéis un coche equipado con ordenador de viaje, no hay forma más fácil de comprobarlo que ponerlo en práctica.
Lo que hay que hacer entonces es lo siguiente. Si venimos circulando en quinta y vemos un semáforo en rojo, levantaremos el pie del acelerador pero manteniendo la quinta velocidad. Únicamente cuando las revoluciones bajen de 1.000, cambiaremos de marcha y meteremos, por ejemplo, tercera. Nada de punto muerto hasta que el coche no esté completamente parado.
El consumo provocado por un solo cambio de marcha no es muy elevado pero, si se añaden los consumos de todas las reducciones de marcha inútiles en los procesos de frenado, se obtiene un consumo total más importante.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
- El aire acondicionado: incide bastante en el consumo. Así que, mientras no sea realmente imprescindible, es recomendable no abusar de él.
- Las ventanillas. Circular con ellas abiertas a más de 50 km/h incrementa el consumo de combustible de manera considerable. Si se puede evitar, mucho mejor.
- La presión de los neumáticos: se recomienda revisarla una vez al mes. Y es que, una presión inferior a la adecuada puede aumentar el consumo hasta en un 4 por ciento.
- El equipaje. Hay que evitar llevar pesos innecesarios en el coche. Para hacerse una idea, 100 kilos más suponen un 6 por ciento más de combustible.
La verdad es que todo esto está muy repetido y todo el mundo conoce la teoría. Estas técnicas se han repetido por activa y por pasiva y los conductores siguen sin aplicarlas y sin confiar en su utilidad. Se ve en cómo conduce la gente, en cómo se comporta y en lo agobiada que va al volante.
Tal vez ahora, con el precio que empiezan a tener los combustibles, los conductores se pongan las pilas y empiecen a preocuparse por este tema. Los profesores de autoescuela, algunos taxistas, o personas de organismos públicos y que utilizan un coche a diario, ya están realizando el curso. Tal vez más adelante se vaya implantando en las autoescuelas a los conductores noveles pero mientras tanto, lo mejor que se puede hacer es realizar uno de estos cursos porque, como ya expliqué, tienen su utilidad.
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COMENTARIOS ( 3 )
Estas técnicas funcionan. Con mi anterior coche (un Renault megane classic) hacía una media de 1200 km, y ahora con mi nuevo vehículo (una kia carnival) hago 1100 km.
Ahora bien, ¿se pueden mejorar los consumos de forma mecánica? Es decir, agregando alguna pieza o aditivo al motor o al combustible... sin olvidar que sea más rentable.
Nos vemos.
conductor79,
hasta donde yo sé, no creo que puedas modificar nada para mejorar los consumos de forma mecánica.
Me gusta mucho. He seguido tus consejos y me han servido para ahorrar y no contaminar el medio ambiente. Gracias! Eres un santo de la conducción y del medio ambiente