El sector automovilístico pide una ayuda directa de 1.200 euros

El Congreso vuelve a discutir hoy sobre si recuperar o no el Plan Prever

El sector de la automoción se reunía el viernes para firmar una serie de medidas que tendrían como objetivo revitalizar las ventas de vehículos en España. Ante la previsible desaparición del Plan VIVE este próximo mes de julio y viendo la tremenda caída que están sufriendo las ventas, la industria automovilística ha pedido un nuevo Plan Prever, en forma de ayudas directas. Y la petición se la han hecho a Zapatero, ya que consideran que debería ser el que "coja las riendas" de toda esta situación. Para presionar un poco más, el Congreso debatirá hoy la propuesta del PP de recuperar el Prever.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) fue la portavoz de la reunión del viernes. Aglutina a diferentes patronales de empresas alquiladores, transportistas, fabricantes, importadores, concesionarios, etc. Entre todas las asociaciones firmantes se encuentran 83.000 empresas relacionadas con el sector del automóvil. Y lo que piden todas ellas, en primer lugar, son ayudas directas para la adquisición de vehículos nuevos y usados. Sería un complemento del Plan VIVE actual. El sector quiere fomentar el achatarramiento de vehículos usados de más de 10 años de antigüedad (más de siete años en el caso de los industriales) y a la vez, incentivar la adquisición de vehículos nuevos y usados de hasta cinco años de antigüedad. A estos últimos accederían las familias con una renta menor.

Para ello, ha pedido ayudas de 1.200 euros para cada cliente que compre un turismo un vehículo comercial ligero de hasta 3.500 kg, de 3.000 euros para vehículos industriales más pesados y de 12.000 euros para los vehículos de más de 16.000 kilogramos. Este Plan le costaría al Gobierno 560 millones de euros, dinero que la CEOE cree que se recuperaría por los ingresos vía impuestos. Además, se mantendría el empleo y el parque automovilístico sería más joven y más seguro.

Según los cálculos de la industria, con esta medida se venderían 150.000 vehículos nuevos más, cifra suficiente para salvar la industria automovilística española.

Las peticiones del sector no se quedan ahí. Piden también ayudas para facilitar la financiación de la venta de vehículos. "Debidamente implementadas -dicen en el comunicado- (estas ayudas) ayudarán a las empresas a conservar el mayor número de puestos de trabajo". El sector emplea directamente a más de 600.000 trabajadores e indirectamente a más de 2,4 millones de personas.

Estas peticiones han llegado al Gobierno en forma de carta, que la CEOE ha dirigido al presidente del Gobierno y no a Miguel Sebastián. La industria automovilística considera que el actual ministro de Industria no es la persona más adecuada para hacer de interlocutor entre el ejecutivo y el sector. Además, creen que la grave situación actual es competencia de más de un ministerio. Por eso sus exigencias se han trasladado directamente a Zapatero, que es el que "tiene que tomar una decisión".

"No queremos contemplar que el Gobierno no atienda nuestras demandas, puesto que la situación se agrava cada semana. Si no se adoptan medidas complementarias, la destrucción de empleo será mayor y cerrarán empresas del sector, y puede que lo hagan para siempre", dijo el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

Ayer la CEOE volvió a insistir en el tema. Cree que las ayudas directas son la forma "más eficaz" de incentivar las ventas de automóviles. Puso como ejemplo Alemania, donde cada cliente que achatarra un coche viejo recibe 2.500 euros de ayuda para comprar uno nuevo. "En Alemania hay datos que demuestran que la venta de automóviles ha crecido de forma significativa", decían a este respecto.

Ante estas peticiones, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya dijo que no pensaba ofrecer ayudas directas a la compra de automóviles. De hecho, dijo incluso que no iba a renovar el Plan VIVE cuando se terminaran los fondos, cosa que calcula que ocurrirá en julio. Su propuesta es que la ayuda venga de parte de los propios fabricantes o de las comunidades autónomas.

Viendo la negativa de Sebastián, el Congreso debatirá hoy una proposición no de ley del PP que incluye una serie de medidas: 1.000 euros para el que se compre un coche nuevo y 500 euros si es un km0. Además, durante al menos los próximos dos años, los que se compren un coche "menos contaminante" no tendrían que pagar el impuesto de matriculación.

De momento, todos los implicados han hecho sus propuestas. Y de momento también, el ministerio de Industria dice que ayudar a la recuperación del sector no es una responsabilidad exclusivamente suya.