Prueba del Dacia Spring

EXTERIOR

El Spring cambia mucho respecto a la primera generación. El techo es prácticamente la única pieza de carrocería que se conserva; todo lo demás ha sido rediseñado para acercarse al nuevo lenguaje de marca de Dacia. Al mirarlo de frente se perciben volúmenes más marcados, un capó esculpido y una firma luminosa en forma de “Y” en faros delanteros y pilotos traseros, todos ellos LED. La imagen es más madura y menos “conceptual” que antes. Incluso en su versión más sencilla, transmite ahora un aire más sólido, más “coche” que juguete.

Las protecciones en los bajos de las puertas y paragolpes, tintadas en masa, refuerzan la idea de practicidad: no hay miedo a roces de aparcamiento. También desaparecen los cromados y las barras de techo, en favor de aerodinámica y peso. Con las llantas de 15” de serie en esta motorización, el conjunto adquiere proporciones correctas y cierta presencia pese a sus dimensiones contenidas.

INTERIOR

Al entrar, la sensación es de un coche que ha dado un salto respecto al modelo anterior. El salpicadero es más horizontal y limpio, con materiales básicos pero bien ajustados. Todos los acabados llevan cuadro digital de 7” personalizable; el acabado superior añade una pantalla central de 10” colocada en buena posición, con navegación conectada y conectividad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay.

Los detalles cromáticos cambian según la versión: Rojo Arcilla en Expression, Liquen Caqui en Extreme. En este último también aparecen alfombrillas de goma y molduras de puertas específicas. La ergonomía ha mejorado gracias al nuevo volante y a la columna de dirección regulable en altura, un detalle básico pero que se echaba en falta antes.

En cuanto a espacio, sorprende positivamente. El maletero ofrece 308 litros —un 6% más que el anterior— y llega a 1.004 litros con los asientos abatidos, cifras que lo sitúan al nivel de modelos del segmento B. Hay además cerca de 33 litros repartidos en guanteras y compartimentos y hasta un pequeño “frunk” de 35 litros bajo el capó. A esto se añaden accesorios prácticos como los anclajes YouClip, que permiten fijar portaobjetos o soportes de móvil.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

El motor probado es el de 65 CV (48 kW), que permite hacer el 0–100 km/h en 13,7 segundos. No es un coche rápido, pero sí suficiente para el tráfico urbano e interurbano. La batería de 26,8 kWh está claramente calibrada para un uso urbano: homologa 225 km de autonomía (WLTP), con un consumo de 13,5 kWh/100 km en esta versión.

La recarga es sencilla. De serie incorpora cargador de 7 kW en alterna, lo que significa unas 11 horas en enchufe doméstico y unas 4 en wallbox. Opcionalmente puede montar carga rápida en continua a 30 kW, con la que pasa del 20 al 80% en 45 minutos. En el acabado Extreme se ofrece la función V2L (Power to Object): mediante un adaptador se puede usar el coche como fuente de energía para enchufar electrodomésticos, una solución práctica en escapadas o actividades al aire libre.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO

En ciudad es donde mejor se desenvuelve. El radio de giro de apenas 4,58 m lo convierte en un aliado para maniobras y aparcamientos. La dirección eléctrica, ahora con un reglaje más preciso y con mejor retorno, transmite más confianza que en el modelo anterior. Las nuevas ruedas de 15” contribuyen a mejorar la pisada.

El coche permite elegir entre dos modos de conducción. En el modo D, al soltar el acelerador la retención es suave y la regeneración baja; en el modo B la deceleración aumenta de forma clara y se puede conducir casi con un solo pedal en tráfico urbano. Un avance frente al anterior Spring.

Cuando se le exige en carretera rápida, surgen los compromisos: la estabilidad es correcta gracias al bajo peso (984 kg en el acabado superior), pero las recuperaciones son lentas y el aislamiento acústico es justo. No es un coche pensado para largos viajes, y la autonomía así lo confirma.

Seguridad y tecnología

El nuevo Spring cumple con las últimas normativas y añade asistentes de conducción básicos: frenada automática de emergencia (con detección de coches, peatones, ciclistas y motos), asistente de mantenimiento de carril, control de velocidad con lector de señales y el botón “My Safety”, que permite memorizar ajustes preferidos de las ayudas.

En 2022, el modelo ya recibió cinco estrellas en los test de eficiencia energética de Green NCAP, destacando por su bajo impacto ambiental. Una forma de recordar que el proyecto está pensado desde la eficiencia y el bajo coste de uso.