Prueba del Nissan Leaf 40kWh 150 CV

El eléctrico compacto de la marca japonesa mejora para ser más tecnológico y utilizable.

La segunda generación del coche eléctrico más vendido del mundo ha mejorado para ser más confortable, tecnológico y, sobre todo, utilizable, ya que su autonomía de uso ha mejorado considerablemente. Su gama, que está compuesta por cuatro niveles de acabado, se puede adquirir desde 31.260 euros (ver todos los precios).

Silueta evolucionada

Por aquello de hacer marca, su exterior sigue manteniendo las líneas maestras de su predecesor. No obstante, hay cambios significativos que le permiten diferenciarse claramente del anterior modelo. Ahora, la parte frontal hereda la parrilla delantera 'V-Motion' que ya es seña de identidad de la marca. En la zona posterior, los pilotos con forma de bumerán nos recuerdan mucho a los del Volvo V40, y ya nada tienen que ver con las ópticas verticales de su antecesor. Además, hay un nuevo difusor trasero que le da un aspecto más deportivo. Pero para completar estos profundos cambios estéticos, el nuevo Leaf también adopta otros rasgos estilísticos tan de moda en la actualidad, como, por ejemplo, el techo flotante y la posibilidad de equipar la pintura bitono (este elemento es opcional y cuesta 400 euros).

Adiós a su diseño futurista

El habitáculo, que ha sido totalmente renovado, ahora presenta un diseño más convencional y menos futurista. Tanto es así que, a diferencia del modelo precedente, ahora el velocímetro es analógico. No obstante, ahora el cuadro incorpora una pantalla digital muy útil y práctica que aporta mucha información de manera ordenada.

En cuanto a mandos se refiere, cabe destacar el diseño del volante, que ahora es más pequeño, manejable y tiene mayor agarre pero sin perder la suavidad de su tapizado en piel. Además, la parte central del airbag, tal y como ocurre en otros modelos de la marca, es más pequeño, lo que redunda muy positivamente para tener la sensación de manejar un volante menos aparatoso. Lo que menos nos ha gustado es que, sorprendentemente, no tiene regulación en profundidad.

También destaca el diseño de la pantalla, que se ha rediseñado para ofrecer una mejor comprensión de las prestaciones clave, como la tecnología del escudo de protección inteligente, el nivel de carga, el indicador de potencia y la información del sistema de audio y navegación. Además, incorpora Apple CarPlay y Android Auto al sistema de información y entretenimiento de aquellos modelos equipados con sistema de navegación.

El interior nos ha parecido menos acogedor y con unos materiales más sencillos que los del anterior modelo. Sorprende que en un coche que supera los 30.000 euros, en su versión más sencilla, incorpore plásticos rígidos y de una calidad incluso inferior a los que puede presentar un Nissan Micra, por poner un ejemplo sin salirnos de la marca. Tampoco nos ha gustado lo invasiva que llega a ser la parte inferior de la consola central, que no cuenta con protecciones mullidas para mitigar las molestias que pudiera producir en las piernas del acompañante y, sobre todo, del conductor.



Más espacio y maletero

Por habitabilidad, es un modelo más o menos equivalente a su predecesor, con una buena sensación de espacio en todas las plazas. Precisamente, el espacio disponible de las plazas traseras se ha incrementado. Ahora, el espacio para las piernas se ha incrementado en 594 mm, el de las rodillas en 302 mm y el de las rodillas en 40 mm. Además, los respaldos ahora son reclinables.

En cuanto a los asientos, siendo mucho más confortables los delanteros, cumplen correctamente para dar el confort deseado. En el caso de nuestra unidad de pruebas, estaban tapizados en tela sintética, que era de una calidad muy normal.

El maletero gana en capacidad para alcanzar los 435 litros (65 más que el anterior Leaf). Aunque el piso no queda totalmente plano cuando se abaten los asientos de las plazas traseras, se puede aprovechar muy bien todas su capacidad y, para guardar los cables que permiten recargarlo, hay dos compartimentos a cada lado del mismo.

Tecnología mejorada

En la parte mecánica también encontramos grandes avances. Ahora, su tren motriz eléctrico ofrece una mayor eficiencia energética y un par y potencia aumentados para conseguir un rendimiento dinámico mucho mejor. Para alcanzar estas mejoras, se ha incluido el paquete de baterías de iones de litio que genera todavía más potencia y tiene una mayor capacidad de almacenamiento eléctrico.

Además de la mayor eficiencia energética, el nuevo tren motriz eléctrico ofrece un rendimiento de conducción en línea recta que nos permite disfrutar de una aceleración mucho más vigorosa. Ahora, gracias a los 110 kW de potencia y a los 320 Nm de par, se consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos (ver especificaciones técnicas).

La autonomía es uno de los grandes avances de este modelo, pues ha aumentado hasta los 378 kilómetros con una sola carga. Para aquellos que quieran llegar más lejos con su nuevo Leaf, en 2018 Nissan introducirá una versión adicional de alta potencia con motor de mayor potencia y batería de más capacidad. Esta versión ofrecerá una autonomía incluso mayor, ofreciendo así una gama de diferentes autonomías para que los clientes puedan elegir en función de sus necesidades.

Pero no solo es un coche que ha ganado claramente en eficiencia, autonomía y prestaciones, también hemos percibido una palpable evolución en cuanto confort acústico se refiere, y es que, el motor eléctrico ahora es más silencioso. Resulta tan silencioso, que el ruido aerodinámico y de rodadura se hace, quizá, demasiado evidente, aunque nada molesto.

Primeros pasos para la conducción autónoma

Pero las novedades tecnológicas de este eléctrico no terminan en las profundas evoluciones ya mencionadas, también hay avances en cuanto a ayudas a la conducción se refiere. La primera de ellas es el sistema ProPILOT de asistencia avanzada al conductor, que se usa para circular por un solo carril en autopista y facilita la conducción, reduce el estrés y permite relajarse al volante. No es un asistente 100% autónomo, pues si el coche detecta que el conductor no sujeta el volante, nos avisa hasta en tres ocasiones para que nos hagamos con los mandos. De no ser así, el coche actúa por sí solo para apartarse al arcén de la carretera y activar el warning automáticamente.

La otra gran novedad que hemos podido probar, es el sistema e-Pedal, que nos permite arrancar, acelerar, decelerar y parar simplemente ajustando la presión sobre el pedal del acelerador. Cuando se reduce la presión sobre pedal del acelerador, los frenos regenerativos y de fricción se activan automáticamente, por lo que el coche se detiene gradualmente. Además, con este sistema activado, el coche también se mantiene totalmente parado en pendientes inclinadas, hasta que volvemos a pisar el acelerador. No obstante, en situaciones en las que tengamos que realizar una frenada de emergencia, hay que seguir haciendo uso del freno convencional. Y ya que hablamos de freno, ahora, en función del nivel equipamiento elegido, el nuevo Leaf, puede equipar freno de estacionamiento eléctrico.

Su equipamiento

El nuevo Nissan Leaf ya se puede reservar en los 190 puntos de venta que la marca tiene en toda España. La versión de acceso no destaca por ofrecer un equipamiento demasiado completo. Entre lo más destacable, ofrece elementos como el asistente de arranque en pendientes, el control automático de presión de neumáticos, sensores de luz y lluvia y seis airbags. Opcionalmente, está disponible la pintura metalizada (cuesta 400 euros) y el sistema de aparcamiento asistido 'Propilot park' (cuesta 500 euros). Dependiendo del nivel de acabado, ambos elementos pueden formar parte del equipamiento de serie (ver todos los detalles de su equipamiento).

Conclusión

La segunda generación del eléctrico de Nissan da un nuevo paso adelante para convertirse en un coche más tecnológico y utilizable. Gracias a esta evolución, ahora es más rápido, eficiente y ofrece mayor capacidad de autonomía para no depender tanto de las estaciones de recarga. Su precio es muy elevado desde la versión más accesible, pero no es menos cierto que se encuentra en la línea de lo que suelen costar este tipo de vehículos. Para un uso exclusivamente urbano y para afrontar pequeños desplazamientos, es un coche recomendable por los beneficios que tiene en cuanto a estacionamiento y restricciones por alta contaminación.