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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
10/04/2011
Por Goti Martínez Pérez

Prueba dinámica del Honda Insight

Pensando para los preocupados por la economía y la conducción urbana.

El Honda Insight pertenece al grupo de los híbridos con un motor de gasolina y otro eléctrico. No debe engañarnos su tamaño, ya que este vehículo es un urbanita puro y duro. Es en el asfalto de las ciudades donde encontraremos su hábitat natural, su medio elemento para el que fue diseñado. Fuera de su medio, pierde toda su ventaja.

Su interior.

El interior del Honda Insight es amplio para las dimensiones exteriores del vehículo. El acceso a las plazas delanteras y traseras es bueno, ya que disponemos de un gran ángulo de apertura de todas las puertas. Los asientos delanteros son buenos; sujetan muy bien la parte del tronco y tienen la dureza justa. El textil tiene dos tejidos diferenciados, con dos colores diferentes en la parte trasera. La zona que menos contacto tiene con el cuerpo es de un tejido más compacto y suave. La zona que más contacto tiene con el cuerpo, tiene un tejido que lo hace muy transpirable, pero nos ha parecido que no estaba perfectamente ajustado en el asiento del conductor, probablemente culpa del uso intensivo. Los asientos delanteros tienen las habituales regulaciones de altura en el conductor y de inclinación, lumbar y longitud en ambos asientos delanteros. Los reposacabezas quedan cerca de la cabeza, más que en otros que hemos probado (su regulación es sencilla y eficiente).

Los asientos traseros son cómodos para dos adultos que no sean muy altos o dos niños con sistemas de retención infantil de los grupos 0, 0+, I y II, contando con anclajes isofix en las plazas laterales traseras. Los anclajes llevan unas cremalleras para acceder a ellos fácilmente. Para tres ocupantes no es aconsejable, salvo que estos sean tres niños que no necesiten sistemas de retención infantil. La plaza central no es una plaza usable de forma habitual. Los asientos traseros se abaten en proporción 60/40 para dejar un piso casi plano enrasado con el piso del maletero.

El maletero tiene una buena capacidad, si contamos con el doble fondo. Está bien terminado y completamente guarnecido. Los paneles laterales están guarnecidos con plásticos duros que incluyen guanteras con tapa de muy mejorable anclaje, porque simplemente van a presión. La tapa que hace de suelo está tapizada en moqueta de pelo corto con aspecto de ser resistente pero poco sufrida, sobre todo por el color claro. Debajo de esa tapa tenemos el doble fondo, accesible mediante una trampilla abatible o apartando el suelo del maletero.

Cuando descubrimos este doble fondo, nos encontramos con un molde de material aislante que contiene herramientas y el kit anti pinchazos (este molde oculta el alojamiento de la batería).

No me ha gustado la forma en que se coloca y se retira la cortina que cubre el maletero. Es poco sofisticada y necesita mucha intervención del usuario. El portón no es muy pesado para ser grande y no queda muy alto. El borde de carga sí queda algo alto.

Sus acabados

Todo el interior está recubierto con materiales de apariencia normal, y algunos algo más corrientes de lo normal. Tanto los plásticos empleados en la parte superior del salpicadero, como los guarnecidos plásticos y textiles en asientos, puertas y suelo, tienen buena apariencia, y aunque sean de tacto duro, están bien terminados. Pero aunque veamos un interior con apariencia de poca calidad en algunas zonas, como la zona inferior del salpicadero o la consola, el tacto y el ajuste de piezas está muy bien resuelto. En la práctica, todas las piezas están bien montadas y no hay ruidos extraños ni parásitos. Pero hay detalles muy mejorables, por ejemplo, el mando del cambio del variador continuo tiene un tacto sencillamente malo. En la selección de un programa de marcha a otro, parece que nos íbamos a quedar con el mando en la mano, incluso manipulándolo con la máxima suavidad y cuidado. Otro ejemplo, es que el volante no tiene un fuelle textil o similar que cubra la estructura de la columna de dirección que queda expuesta si el volante se regula en su posición más baja. Eso sí, el volante es muy agradable, por tamaño, grosor y tacto.

Una parte importante de este coche, debido a su diseño, es la visibilidad hacia atrás. Debido a la forma del portón y, sobre todo, de su parte trasera, la visibilidad a través del portón está muy limitada. La zona acristalada del portón está formada por dos cristales independientes. Integran un separador muy grueso que hace que sólo se vean los vehículos que vienen por detrás muy parcialmente. No obstante, esa pieza separadora supone una ventaja destacable cuando circulamos de noche, ya que en muchos casos esa pieza tapa los faros de los coches que nos siguen, lo que es una ayuda teniendo en cuenta que el retrovisor interior no tiene anti deslumbramiento automático. Y hablando de la visibilidad de noche, el alumbrado de este vehículo, equipado con luces halógenas, no es de los mejores. Para ciudad es correcto, pero en carretera se echa en falta más intensidad del haz, sobre todo en las luces de cruce. La visión a través de los retrovisores exteriores es muy buena (el mando que controla la regulación y el ajuste de los mismos no tiene iluminación para poder utilizarlo de noche).

Mandos: disposición y funcionamiento

El cuadro de instrumentación tiene una tipografía e iluminación peculiar en varios colores, sin duda,  una clara influencia de otros productos de la marca. El color que predomina es el azul claro. En general, cuando te acostumbras a tantas luces, como no están cambiando de color continuamente ni de intensidad, se hace agradable.

Tiene un reostato para regular la intensidad, como es habitual. Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos, justo a mano. A la izquierda del volante tenemos el botón ECON, el regulador de intensidad de la iluminación del cuadro y el botón del ESP. También tenemos el mando de las funciones de alumbrado, que no dispone de sensor crepuscular para la conexión automática de las luces de cruce. A la derecha, tenemos el mando de los limpia y lavaparabrisas, que sí tienen un sensor para su funcionamiento automático. El volante engloba los mandos para el sistema de audio, control de crucero, teléfono bluetooth y ordenador de bordo. Los botones tienen un buen tacto, aunque a mí me han parecido pequeños. La organización de los botones me ha parecido mejorable. Sobre todo la de un botón oculto detrás del volante que tiene una función importante, como es el reseteo de los valores parciales de kilometraje, consumo, etc. La iluminación del habitáculo es normal, con parasoles con luz de cortesía en las dos plazas delanteras y dos plafones, uno delante y otro detrás para iluminar el interior.

La consola contiene el climatizador, los mandos del equipo multimedia y/o audio y del navegador, que en el caso de nuestra unidad no lo tenía. La disposición de los mandos y botones me ha parecido que está bastante estudiada. Muchas de esas funciones sólo las utilizaremos una vez, como la configuración del teléfono o el botón auto del climatizador. Otras se sustituyen por su mando correspondiente del volante.

El equipo de sonido es bastante completo y tiene un sonido bueno. Además de la radio, gestiona discos CD con mp3/wma/cd audio y memorias USB como sistemas mp3 vía usb o aux. En este punto, tengo que mencionar que han dejado la conexión aux en la consola y han trasladado la conexión USB al interior del reposabrazos, dejando una tapa al lado de la toma aux un poco sospechosa. El reposabrazos incorpora un soporte de goma que impide que se muevan los reproductores que conectemos.

La pantalla del equipo de sonido es mejorable; da la información justa y un poco apelotonada. Navegar por un iPod, reproductor mp3 o similares no tiene problemas, siempre que lo conectemos vía USB. El bluetooth funciona perfectamente, tanto la emisión como la recepción de las llamadas son buenas. La gestión de la agenda del teléfono se hace de forma transparente y automática para el usuario.

El climatizador, que tiene un uso muy sencillo, funciona correctamente. Calienta rápidamente cuando se lo pedimos, y mantiene fácilmente la temperatura seleccionada. Cuando el vehículo tiene en funcionamiento el sistema Start&Stop el climatizador también se desconecta, incluso el flujo de aire en el interior. Eso, en verano, puede llegar a ser más que molesto si te quedas sin ventilador varias veces en un atasco.

Sus huecos y compartimentos

Existen varios huecos repartidos por el interior del habitáculo que contribuyen a dar mayor capacidad de almacenaje. No nos faltarán huecos para ello. En las plazas delanteras encontramos una consola que integra un hueco con tapa ralentizada y tapizado en goma, dos huecos tapizados y dos reposa vasos delante del selector del cambio. También tenemos el hueco del reposabrazos, que es estrecho, esta tapizado y no es muy profundo. En las puertas delanteras tenemos un hueco pequeño para poner alguna botella pequeña. La guantera, de capacidad algo justa, sólo es capaz de guardar la documentación (no está iluminada).

Debajo del climatizador tenemos el selector del cambio, que es un cambio automático de variador continuo con 7 marchas prefijadas en modo manual. Ofrece un funcionamiento muy suave cuando se acelera de forma cuidadosa y progresiva. Si se acelera a plena carga, conseguiremos un bonito ruido de motor subiendo de revoluciones sin apenas ganar velocidad, con un efecto de resbalamiento que puede resultar incluso desagradable. En cambio, acelerando suavemente y de forma continua, el vehículo acelera mucho mejor ganando velocidad progresivamente. La caja tiene un modo sport (en un compacto híbrido de 98 cv de potencia no deja de tener su gracia una caja con un modo sport y levas en el volante) que vale casi exclusivamente para poder tener cierto freno motor bajando un puerto. No he notado una mejora en las prestaciones ni un mayor agrado de uso usando este modo, sino todo lo contrario. De todas formas, en la posición D, podemos hacer uso de las levas y bajar o subir marchas a nuestra voluntad.

Al volante

El Honda Insight presenta un sistema de propulsión híbrido que combina un motor de combustión interna con uno eléctrico. El primero tiene una potencia de 88 CV y el segundo de 14 CV. Ambos suman una potencia máxima conjunta de 98 CV.

Dinámicamente sorprende lo bien que va por casi cualquier vía, teniendo en cuenta que los neumáticos son bastante pequeños para lo que se estila en un vehículo de su tamaño. Con unas medidas de 185/55R16T, el vehículo se ha comportado muy bien en todo momento. En ciudad es muy cómodo y silencioso. En carretera, lo que más se oye es el ruido aerodinámico, que no es molesto en ningún caso. Además de ser cómodo en cuanto a nivel sonoro, lo es porque tiene unas suspensiones que filtran mucho y bien todos los baches sin descomponerse ni perder la trayectoria. En carretera siempre va muy asentado, en parte, porque no es un coche de carreras y lo vamos a llevar siempre a ritmos suaves, con una dirección suave pero comunicativa.

La suspensión no limita el movimiento de cabeceo y balanceo de la carrocería que, sin dejar de ser confortable, si se hace evidente en curvas lentas, aunque no vayamos a un ritmo endiablado. En cualquier caso, me ha gustado lo noble que es de reacciones en todo tipo de circunstancias.

Los frenos responden correctamente, al menos, lo que se puede esperar de un vehículo de estas características. Si frenamos cuando el motor está reteniendo y a la vez cargando baterías, la retención es mayor que si sólo frenamos.

Lo verdaderamente interesante de este vehículo es que, circulando por ciudad, con las condiciones que podemos encontrar en una gran ciudad, puede ser un coche que consuma muy poco. Nosotros, en condiciones muy desfavorables, incluyendo tramos de autovía, hemos medido un consumo mixto de 6,5 litros, que no es mejor que la mayoría de vehículos de motor diesel de su tamaño del mercado, por poner un ejemplo.

En ciudad, con atascos inmisericordes, hemos tenido un consumo medio de 5,1 litros a los 100 km, lo que es un dato excelente. Este vehículo no tiene sentido más que para aquel usuario que necesite un vehículo eminentemente urbano, con el tamaño y las comodidades de un compacto y que no crea que los semáforos anuncien la salida de algún Gran Premio de automovilismo.

Su Sistema híbrido

En el Honda Insight, el motor eléctrico nunca mueve el coche desde parado. Siempre se inicia la marcha con el motor térmico y luego, según el requerimiento que tengamos con el acelerador, se verá apoyado por el motor eléctrico. Lo que sí hace este motor eléctrico es que, una vez el vehículo tiene cierta velocidad, mantiene por si solo esa velocidad, siempre hasta una concreta o dependiendo de la carga del acelerador.

La carga de la batería se realiza mediante la retención del motor y con la frenada. Al ser una batería de poca capacidad, es muy fácil descargarla completamente si circulamos mucho por carretera, si solicitando potencia sin respiro o si sólo circulamos por ciudad. El que sea de poca capacidad, hace que se recargue más fácilmente. Con el botón ECON, podemos cambiar ciertos parámetros del motor para hacer una conducción aún más eficiente. Incluso, tiene un programa de premios para animarnos a conducir de forma cada vez más eficiente.

El fondo del velocímetro cambiará de color para indicarnos si estamos realizando una conducción eficiente o no. Cuando se pone en color verde, indica que estamos en una conducción eficiente, con el azul claro indica que tenemos cierto apoyo del motor eléctrico, y con el azul más fuerte no informa de que estamos disponiendo de toda la potencia de los dos motores.

Hay un indicador que también nos dice cuándo estamos recargando y descargando batería. Y si no tenemos suficiente con eso, en la pantalla multifunción monocroma, dentro del tacómetro, tenemos un gráfico animado que nos indica cuando estamos usando la batería o cuando la estamos cargando, con una animación tanto del flujo de energía eléctrica, como si la energía proviene del consumo de carburante.

Después de probar nuestro Honda Insight por todo tipo de vías, tengo que decir que es un coche - en lo urbano - fantástico, con una salida desde parado sorprendente, con una muy buena maniobrabilidad y, sobre todo, con un consumo ridículo para el tamaño y la capacidad del vehículo. En cambio, en carretera abierta es un vehículo con unas prestaciones muy decepcionantes. Le cuesta mucho acelerar y la ventaja que supone su sistema de propulsión híbrido, se pierde totalmente en este tipo de vías, donde para llevarlo a un ritmo decente el consumo se dispara.

Nuestra conclusión:

Sólo usar en caso de circulación urbana. No puedo recomendar su uso, salvo que sea un vehículo eminentemente urbano. La velocidad máxima declarada por el fabricante se consigue cuesta abajo o en llano y con paciencia. No obstante, no debemos olvidar que éste no es el terreno de este vehículo, donde es uno más del furgón de cola. Donde este vehículo es bueno, es entre los semáforos de nuestras ciudades. Es aquí donde pasa del furgón de cola a los puestos de cabeza. Los precios con descuento del insight ya se pueden consultar.

Texto: Antonio Somonte y Gustavo Rodríguez

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