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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
04/03/2017
Por Gustavo Rodríguez Hernandez

Prueba del Subaru Outback 2.0 TD AWD 150 CV

Se trata de un familiar todocamino que marca la diferencia cuando sale del asfalto.

Ya han pasado cinco generaciones desde el lanzamiento del primer Outback, que se produjo en 1995. El actual, que sigue siendo una buena berlina familiar con grandes cualidades para circular fuera del asfalto, da un nuevo salto de calidad para posicionarse entre las opciones más atractivas que plantea actualmente el mercado. Nosotros probamos la versión Diésel de 150 CV, que se puede adquirir desde 29.900 euros euros (ver todos los precios).

Su diseño exterior mantiene la personalidad de ediciones anteriores, transmitiendo solidez y elegancia, pero sin perder su estética SUV y la generosa altura libre al suelo de 20 centímetros que le dotan de excepcionales habilidades lejos del asfalto. Además, incorpora por primera vez la parrilla hexagonal, símbolo de identidad de los últimos modelos lanzados por Subaru, y añade tecnología led en las luces de cruce, posición y frenado.

La aerodinámica ha mejorado un 3,4% y el nivel de visibilidad ha aumentado notablemente, gracias al desplazamiento del pilar A hacia adelante y a la reubicación de los retrovisores exteriores. Las dimensiones exteriores crecen 25 mm en longitud hasta los 4.815 mm, y 20 mm en anchura hasta los 1840 mm. La altura total queda inalterada en 1605 mm.

Un habitáculo que transmite calidad

El nuevo interior supone un gran avance frente a la anterior generación. Ahora se percibe, a primera vista, un significativo aumento de la calidad y diseño de los materiales empleados. Asimismo, el nivel de equipamiento y la habitabilidad permiten que el nivel de confort a bordo sea muy superior. En el nuevo Outback, los ocupantes disfrutarán de una mayor anchura y espacio en la zona de los hombros, codos, caderas y piernas.

La posición de los asientos es más elevada que la del anterior modelo. Los asientos delanteros, que están tapizados en piel de calidad, resultan confortables. No obstante, nos hubiera gustado que fueran más envolventes, que la zona lumbar recogiera mejor el cuerpo y que la banqueta fuera mas larga o, en su defecto, equipara regulación en longitud. En parte, no sabemos si condicionan una postura al volante que, a nosotros, nos ha parecido mejorable.

En las plazas traseras se disfruta de mucho espacio y la sensación de confort resulta elevada. Al igual que las delanteras, las posteriores también cuentan con una banqueta algo corta. Para mejorar el confort de los pasajeros de las plazas traseras, hay un apoyabrazos muy confortable con dos posavasos, dos salidas de aire en el centro y unos elevalunas eléctricos que permiten que las ventanillas pueda subir y bajar con solo toque.

La capacidad de su maletero crece 33 litros hasta los 559 litros incluyendo 47 litros en el hueco bajo el maletero que aumenta su cubicaje en 11. Su equipamiento es muy completo, pues debajo del piso encontramos una rueda de la misma medida que el resto, aunque la llanta es de acero. Al levantar el piso, este se puede colgar con un gancho en la zona superior de la boca de carga. También encontramos dos ganchos para colgar bolsas y unos tiradores para abatir los asientos posteriores. Por supuesto, tampoco faltan argollas para instalar una red que permita sujetar mucho mejor la carga. Para cubrir el maletero, hay una bandeja enrollable que se maneja bien y no resulta excesivamente brusca.

El panel de instrumentos incorpora un doble óvalo con los indicadores de velocidad y revoluciones y una pantalla de cristal líquido a color con la información del ordenador de abordo y otras funciones. En general, resulta clara, ordenada y está muy bien iluminada.

El sistema de navegación y entretenimiento se puede visualizar en una pantalla táctil de 7 pulgadas con un acabado en negro piano. Muestra una interfaz algo desfasada y con una tecnología táctil que responde con lentitud. Todos los botones son táctiles y Subaru, con muy buen criterio, ha optado por dos mandos giratorios físicos para controlar el volumen del equipo de sonido y para localizar las diferentes emisoras de radio. Por lo demás, todo resulta ordenado y fácil de manejar. Adicionalmente, algunas funciones se pueden manejar desde los mandos del volante, o bien, desde el sistema de reconocimiento por voz. Desde este último, se pueden controlar las funciones del navegador, teléfono, música y climatización.

El interior de nuestra unidad de pruebas contaba con un acabado notable. Se nota que está guarnecido con materiales de calidad y bien ensamblados. Además, tanto la apertura de puertas como cualquier mando y botón, transmite calidad, suavidad y refinamiento, lo que aporta mucho para que la utilización diaria de este coche sea satisfactoria.

Dos motores de 150 y 170 CV

La gama de motores está formada por dos opciones: un turbodiésel de 2.0 litros y 150 CV, y un gasolina atmosférico de 2.5 litros con 170 CV. Ambos cuentan con una configuración bóxer longitudinal y carrera corta. Según Subaru, ambas motorizaciones han sido revisadas a fondo con el fin de ofrecer una entrega de par y potencia más aprovechable y reducir las cifras de consumo y emisiones para cumplir con la estricta normativa Euro VI.

El diésel, que es el motor que hemos tenido la oportunidad de probar, ha sido revisado en un 90% de sus componentes, donde destacan la cuarta generación del sistema de inyección common rail, los inyectores, el turbo y los pistones rediseñados, además de un nuevo bloque motor. La cifra de potencia se mantiene en 150 CV y el par máximo de 350 Nm aumenta en 400 rpm su rango de entrega, desde las 1.600 rpm hasta las 2.800.

En general, nos ha parecido un motor suave y refinado. Sin embargo, cuando arranca en frío o nos movemos a bajas velocidades, es un motor que se hace notar en el interior, aunque no lo hace de manera desagradable ni reseñable. Una vez lanzados en carretera, es un coche muy bien aislado que nos parece más silencioso que muchos de sus rivales.

En cuanto a prestaciones se refiere, es un coche suficientemente satisfactorio si se realiza una conducción normal y si se respetan los límites de velocidad. Si decidimos ir a un ritmo más alegre, también es un coche que logra estar a la altura de las circunstanciassin encontrar limitaciones reseñables.

El motor está asociado a un cambio automático de variador continuo con levas en el volante de 7 relaciones. Nos parece mucho más recomendable que la versión manual y, además, en cuanto a funcionamiento se refiere, también resulta muy satisfactorio. Por otro lado, los cambios de marcha se producen con suavidad. Además, la sensación de resbalamiento que tienen este tipo de cajas, únicamente se percibe, muy levemente, cuando nos movemos en carretera.

Si hablamos de consumos, el Outback Diesel responde con unas cifras que entran dentro de lo esperado en un coche con tracción total, cambio automático, una masa de casi 1.800 kg y una carrocería que roza los cinco metros de longitud. Según nuestras mediciones, en carreteras obtuvimos una media de unos 6,0 litros practicando una conducción normal. En ciudad, el gasto de carburante se puede incrementar hasta los 7,5 l/100 km.

Brillante dentro y fuera de la carretera

Si hay algo que define al Subaru Outback cuando se pone en movimiento, es su equilibrio. En carretera, es un coche confortable y ofrece un rodar en el que prima la calidad. Bien es cierto que la suspensión se siente algo más firme de lo esperado, pero no resulta incómoda y permite que los balanceos de la carrocería estén muy controlados cuando circulamos a un ritmo ágil por todo tipo de carreteras.

Cuando toca circular fuera del asfalto, el Outback se desmarca ampliamente de la competencia. En este tipo de superficies, es un vehículo que destaca por su asombrosa capacidad de tracción, además de avanzar con brillantez por zonas realmente complicadas.

Respecto a su predecesor, el chasis es totalmente nuevo y aumenta su rigidez un 67%. Los amortiguadores son nuevos y más firmes, siendo los traseros autonivelantes. Además, la geometría y diversos elementos de la suspensión y transmisión han sido rediseñados y reforzados. La nueva dirección asistida eléctrica es más precisa, rígida y un 18% más rápida con 2,8 vueltas de volante -a nosotros nos encantó por tacto y precisión-.

El sistema VDC de control de estabilidad y tracción añade por primera vez la función Active Torque Vectoring, una solución que heredada directamente del WRX STI. Este sistema permite aumentar la agilidad y mejora el paso por curva, especialmente en superficies asfaltadas. Para conseguir estas prestaciones, este sistema frena la rueda interior en caso necesario y reparte par de manera inteligente a las 4 ruedas.

Los discos de freno son ventilados de 316 mm con doble pistón en el eje delantero, y de 300 mm en el trasero con pistón único. Con este equipo de frenos, se consigue una frenada eficaz, además de ser muy resistentes al uso intensivo.

Por si fuera poco, el nuevo Outback optimiza la respuesta de su tracción 4x4 incorporando, por primera vez, el avanzado sistema Xmode con asistente de descenso de pendientes. Este sistema actúa sobre la tracción, el motor, los frenos y la transmisión para mejorar aún más su nivel de adherencia en superficies muy deslizantes, además de ayudar a descender las pendientes más inclinadas con mayor facilidad y sin necesidad de pisar el pedal del freno.

Precios y equipamiento

El nuevo Outback ofrecerá 7 versiones con 3 niveles de acabado. En su motorización diésel con transmisión manual, se podrá elegir entre los acabados Sport desde 29.900 euros y Executive desde 33.100 euros. Con la transmisión automática Lineartronic de 7 relaciones, se podrá optar entre los acabados Executive desde 35.200 euros y Executive Plus desde 36.900 euros. Todos los precios incluyen una atractiva campaña comercial de 3.000 euros.

El equipamiento de serie incluye desde el acabado Sport los siguientes elementos: tracción symmetrical AWD, control dinámico del vehículo VDC, Active Torque Vectoring, control de tracción TCS, sistema antivuelco ARP, ópticas led de cruce posición y frenado, 7 airbags incluido rodilla, llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático, volante de cuero multifunción, control de crucero, cámara de visión trasera, freno de mano eléctrico, ayuda al arranque en cuesta, asiento del conductor eléctrico, asientos delanteros calefactables, sensores de luces y de lluvia, sistema multimedia de 7 pulgadas Starlink con CD/MP3 y 6 altavoces, Bluetooth, 2 conectores USB y conector auxiliar, reconocimiento de voz, volante multifunción forrado en cuero, ordenador de abordo con pantalla LCD a color de 3,5 pulgadas, retrovisores plegables, térmicos y eléctricos y asientos trasero plegables con un toque.

Los acabados Executive añaden el sistema de navegación Starlink, arranque y acceso inteligente, techo solar eléctrico corredizo, portón trasero automático, cristales tintados y acceso mediante código PIN. Por su parte, los acabados tope de gama, llamados Executive Plus añadirán tapicería de cuero negro o beige en función del color exterior, asiento del conductor eléctrico con memoria, asiento del acompañante eléctrico y salidas de climatización traseras.

Nuestra conclusión

El Subaru Outback es un coche especial, con una personalidad muy especial y destinado a un público muy concreto que busca un vehículo familiar exclusivo, elegante, confortable, muy práctico, equipado y con sobresalientes cualidades para circular fuera del asfalto. La versión Diesel es recomendable para
conseguir un consumo de carburante más ajustado y con un tacto de conducción agradable.
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GUSTAVO RODRÍGUEZ HERNANDEZ

Periodista especializado con 20 años de experiencia en el sector de la automoción. Fue director del área de Motor de Cadena Cope Castilla y León durante 3 años. Posteriormente, fue redactor y probador de coches en AUTOhebdo Sport, Revista Top Auto y sobrecoches.com. Desde el año 2011, es el responsable de pruebas y producto de cochesyconcesionarios.com

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