Prueba dinámica del Volvo S80 2.4 D5 Awd de 215 CV

Virtudes por los cuatro costados

El Volvo S80 es uno de los veteranos de la categoría, no obstante, Volvo lo ha actualizado año a año para hacerlo competitivo y convertirlo en una real alternativa a las berlinas premium alemanas, me refiero al Audi A6, Mercedes-Benz Clase E y BMW Serie 5.

He probado la versión Diesel de cinco cilindros con 215 CV, que se encuentra asociada al sistema de tracción integral AWD y al cambio automático de 6 velocidades. Después de probarlo, me parece una de las mejores opciones que plantea la gama en estos momentos -esta versión tiene un PVP desde 49.531 €, como siempre más barato a través de nuestro cotizador.

Motor y cambio

En motor que equipaba nuestra unidad de pruebas era un Diesel de 5 cilindros y 2.4 litros con 215 CV y 440 Nm de par motor. De serie, se encuentra asociado una caja de cambios automática de 6 velocidades. Es un motor con un tacto muy agradable. Desde pocas revoluciones, sube con fuerza hasta las 5000, donde ya deja de tirar y muere irremisiblemente, lo que deja una amplia utilización efectiva. El nivel sonoro es muy bueno -silencioso en frío y casi imperceptible en caliente-.

En marcha, el confort sonoro es muy bueno. El ruido mecánico es inferior al de rodadura e, incluso, al aerodinámico. Una vez que el motor ha alcanzado su temperatura de servicio, es silencioso hasta las 3000 rpm. A más revoluciones, el sonido es más alto, aunque muy deportivo. En conducción normal, es un vehículo silencioso y confortable, porque apenas tiene vibraciones parásitas, ni ruidos o crujidos en el interior -ni siquiera al pasar por zonas de asfalto roto o vías empedradas-.

El motor se encuentra asociado a un cambio automático de seis velocidades. Gestiona adecuadamente las marcas, es suficientemente rápido y cuenta con unos desarrollos concebidos para favorecer el consumo pero sin penalizar en exceso las prestaciones. Las transiciones de las marchas se producen de forma suave y sin tirones. Todo está concebido para que la conducción sea agradable.

El mando del cambio tiene el pomo forrado en cuero y el guiado es suave.

El consumo de carburante del Volvo S80 D5 me ha parecido muy bueno. Se puede rodar a velocidades por encima del límite permitido, con un consumo que corresponde a motores diesel de mucha menos potencia y cilindrada. Ciertamente, a este motor le penaliza la circulación urbana, como a casi todos los motores diesel pero, en carretera, que es su hábitat natural, es un auténtico mechero, arrojando cifras en nuestro circuito habitual, a velocidades superiores en un 10% al límite de velocidad actual, de 6,8 litros de consumo medio. Un dato excelente si tenemos en cuenta la potencia del motor y la masa que tiene que lastrar.

El tapón del depósito de carburante es de rosca, como en casi todos los coches del mercado. Se quita y se pone perfectamente y se ajusta sin problemas. El mayor inconveniente es que, cuando lo quitamos para repostar, no encontramos ningún soporte para que quede sujeto. Al no tener un soporte fijo, el tapón queda colgando, con el inconveniente que, éste, puede rayar o manchar la carrocería de combustible.

Comportamiento dinámico

Conducir el Volvo S80 D5 es muy fácil y confortable, incluso a ritmos muy altos. La suspensión tiene un buen balance bastante logrado entre eficacia dinámica y confort. El chasis "Four-C" nos permite elegir entre tres diferentes configuraciones para reglar la suspensión (está fabricada por Monroe-Öhlins). También modifica los parámetros que implican al ESP, al motor, a los frenos y a la dirección, para darnos un perfil adecuado a nuestra elección. Se nota claramente las diferencias en la suspensión entre el nivel "Confort" (el más blando) y el nivel "Advance" (el más duro). Cada una de las configuraciones se puede activar desde estos tres botones que se encuentran situados en la consola.

El nivel intermedio "Sport" tiene un tarado confortable, no obstante, el cabeceo y el balance están más limitados. El nivel "Advance" es claramente más duro y está enfocado a una conducción más exigente y dinámica. No obstante, el tarado de la suspensión es confortable, salvo en carreteras muy rotas, donde se hacen evidentes los baches. Estas imperfecciones llegan con cierta claridad al habitáculo, batiendo un poco a los ocupantes, pero sin transmitir ni ruidos, ni resonancias parásitas. Teniendo en cuenta que las ruedas tienen unas medidas de 255/55 R16 (ver imagen) y con la capacidad para modificar el tarado de la suspensión, tenemos un vehículo muy competente para todo tipo de vías.

En carretera con curvas más comprometidas, ya sean rápidas o lentas, su nivel de estabilidad es alto y sus reacciones son nobles en todo tipo de circunstancias. Tan sólo se vuelve algo más crítico en los rápidos cambios de dirección, dónde la dinámica se descompone sin ofrecer malos resultados, ya que el control de estabilidad se encarga de cortar por lo sano cualquier falta en la estabilidad del vehículo.

No debemos olvidar que nuestra versión equipaba la tracción a las cuatro ruedas, un plus de seguridad enorme que le dota al Volvo S80 de una motricidad y estabilidad impecable.

La dirección tiene un tacto excelente, con un buen compromiso entre precisión y asistencia.

Sin tener un comportamiento extremadamente deportivo -algo que no tendría sentido en un coche como éste-, es un coche que se disfruta conduciéndolo y que transmite muy buenas sensaciones en cuenta a direccionalidad se refiere.

Habitáculo acogedor

Ya entrando en un análisis más profundo toca hablar del interior, sin duda, uno de los puntos fuertes de este modelo. Y es que, Volvo es una de esas marcas que se preocupan en ofrecer interiores cálidos y sumamente agradables. Como cabe esperar en una berlina de estas características y precio, los acabados y la calidad de los materiales están al nivel que se espera.

Nuestra unidad de pruebas estaba equipada con una tapicería de cuero beige que me parece recomendable, no sólo por la luminosidad que aporta al interior, sino por el buen aspecto que tiene. El cuero es de calidad y tiene un tacto muy agradable. Todo el entorno del habitáculo también está guarnecido en cuero y plásticos acolchados que, igualmente, ofrecen un buen aspecto y calidad táctil.

El salpicadero está fabricado con unos materiales plásticos que transmiten solidez, muy buena calidad cuando los tocas y un aspecto excelente. Son unos materiales que no había visto en otros coches y que me parecen un ejemplo para otros fabricantes.

Todas las piezas están muy bien ensambladas y la solidez es la que impera en todos los materiales y ajustes. Tan sólo debería mejorar el ajuste de algunas piezas de la consola central -cuando ejerces una presión con los dedos en algunas zonas o cuando se pulsan algunos botones, se producen algunos crujidos poco justificables-.

El Volvo S80 tiene un habitáculo espacioso en las plazas delanteras, en las que los ocupantes tienen una buena habitabilidad en casi cualquier medida. Un conductor de 1,90 metros no tendrá problemas para encontrar una posición al volante cómoda y segura. Puedes ir sentado bastante cerca del suelo y lo suficientemente cómodo para tener las piernas bastante estiradas y alcanzar el volante sin tener los brazos muy estirados, todo ello gracias a los amplios reglajes de los asientos delanteros y del volante, que no puede estar muy cerca del salpicadero y ayuda a tener las piernas más estiradas. El umbral de cristal de la puerta es alto, algo que aumenta la sensación de seguridad.

Asientos

Los asientos delanteros cuentan con reglajes eléctricos con tres memorias para la inclinación del respaldo, la regulación en altura, el desplazamiento longitudinal y el ajuste lumbar. Los asientos me han parecido muy buenos y confortables -uno se siente mejor que en sillón de casa-. El respaldo es bueno, alto y ancho para cubrir perfectamente la espalda hasta los hombros, que para una persona alta suele ser un problema.

La sujeción lateral de los asientos delanteros es buena -en mi caso todo el cuerpo encajaba perfectamente, como si los asientos estuvieran fabricados a medida-. Los reposacabezas no tienen ningún tipo de regulación, ya que están integrados en el respaldo. Aún así, son una referencia de como tiene que ser un reposacabezas. Tengas la altura que tengas, siempre están cerca de la cabeza para evitar lesiones en una colisión por alcance, que no nos cansamos de decir que es de lo que se trata.

En las plazas traseras hay suficiente espacio para que viajen cómodamente dos adultos. También es bueno el espacio para tres niños, lleven o no sistemas de retención infantil. Además, tenemos la posibilidad de poner sistemas de retención infantil con los anclajes isofix en las dos plazas laterales traseras. El nivel de confort es muy elevado, ya que los asientos son tremendamente confortables, el tacto del tapizado de cuero es muy agradable y el entorno está guarnecido con materiales de calidad.

Los respaldos de las plazas traseras se pueden abatir en proporción 60:40 para aumentar la capacidad de carga. En el respaldo de la plaza central hay una tapa para poder introducir en el maletero objetos largos y un apoyabrazos que es muy confortable e integra dos posavasos y un pequeño compartimento con tapa.

Las plazas traseras cuentan con salidas de aire, de  orientación regulable, situadas en el pilar B y debajo de los asientos delanteros -no hay salidas al final de la consola, pero hay un hueco con tapa y una toma de 12v-.

Huecos y compartimentos

El habitáculo tiene suficientes huecos repartidos por todas las zonas. Detrás de la consola, hay un hueco donde caben objetos como un móvil o similar. Detrás del selector del cambio, tenemos un hueco con tapa corredera de persiana -de un material similar a la goma- que integra huecos posavasos y un cenicero extraíble. Entre los asientos delanteros, hay un reposabrazos que tiene un espacio profundo y bastante grande con el fondo tapizado y con conexiones para fuentes auxiliares de audio -USB y minijack-.

En las puertas delanteras encontramos un hueco pequeño, estrecho y poco profundo. Por su parte, en las traseras, el espacio de este compartimento tiene menor capacidad.

La guantera es de un tamaño bueno, tiene cerradura y está completamente guarnecida. Es suficiente para poder tener la documentación del vehículo, el chaleco de señalización y algún objeto extra.

En la parte trasera hay una pequeña guantera abatible en el respaldo de la plaza central trasera que viene con tapa, con dos huecos posavasos y hace las veces de apoyabrazos.

En el respaldo de los asientos delanteros tenemos unas bolsas para guardar revistas o similares.

Maletero

Tiene una capacidad de 480 litros. Las formas son regulares y bastante aprovechables. Su acceso es bueno, ya que el umbral de carga no queda demasiado alto y resulta poco profundo-. El maletero no está completamente guarnecido -la parte superior y el fondo queda descubierto con toda la tornillería, chapa mal pintada y cableado a la vista-. Lo que sí está guarnecido, con moqueta de pelo corto, es el piso y los laterales. Debajo del guarnecido del suelo se encuentra, perfectamente presentada, la rueda de repuesto -de emergencia- y las herramientas necesarias para la instalación de la misma en caso de pinchazo -todas las herramientas están perfectamente ordenadas y sujetas en un molde de poliestireno expandido. En la parte superior de la boca de carga, tenemos acceso a un mando que activa la liberación de los anclajes del respaldo del asiento trasero -es un mando y un sistema muy aparatoso, pero de un funcionamiento intachable.

En el portón se encuentran, perfectamente sujetos, los triángulos de emergencia. Se agradece que Volvo haya aprovechado el hueco del portón para darles cabida y evitar que resten espacio al maletero.

El maletero está equipado con cintas elásticas, argollas para instalar una red y dos tomas de 12 voltios bastante útiles. La iluminación del interior es algo pobre para lo que cabe esperar en un coche de esta categoría.

Mandos: disposición y funcionamiento

Todos los mandos, indicadores y testigos del vehículo tienen un tacto y disposición muy buenos. Dentro de los dos relojes, del velocímetro y del tacómetro, hay dos pantallas multifunción, donde podemos tener información variada sobre el ordenador de bordo, el sistema de navegación, el sistema de audio, la configuración del vehículo, etc. Da mucha información y se lee muy fácilmente.

Tanto la tipografía de los indicadores, como el color elegido (blanco) para la instrumentación, son muy agradables a la vista y facilita la lectura de los diferentes indicadores. El resto de mandos tiene la típica iluminación verde de Volvo. En la consola tenemos agrupados los mandos del climatizador, equipo de audio, controles del sistema multimedia, mandos del teléfono con teclado alfanumérico y los botones de los programas de control del chasis activo Four-C.

En la consola central, que es de tipo flotante, se concentran los mandos que controlan el equipo de sonido, el climatizador, el navegador y los diferentes dispositivos de seguridad que equipa este modelo (el detector de ángulos muertos, programador de velocidad activo ACC y el avisador de cambio de carril). Aunque a primera vista da la sensación de que la consola está recargada de botones, todo está tan bien diseñado y pensado que se maneje de una forma fácil e intuitiva. Todos los mandos tienen un tacto preciso y agradable. El volumen, la búsqueda de emisoras y la temperatura se puede controlar desde unos mandos giratorios muy prácticos. Se agradece.

En la parte superior de la consola hay una pantalla de cristal líquido que muestra la información de forma ordenada y se ve con mucha claridad.

Nuestra unidad de pruebas  tenía un sistema de sonido con conexión bluetooth con perfil manos libres para el teléfono y de audio estéreo A2DP, además de lector de CD's compatible WMA/MP3. Todo funciona perfectamente -el manejo del sistema de audio y el uso de fuentes externas es muy sencillo-. El sonido es muy bueno, limpio y potente, debido a que monta casi todas las tecnologías de audio del mercado. Escuchar cualquier canción es todo un placer.

El navegador dispone de cartografía en 2D, con una resolución ejemplar. Las instrucciones vocales del navegador son claras y no parecen dictadas por una máquina con problemas de lenguaje. La cartografía es amplia y está bastante actualizada, al menos la unidad que teníamos. No tiene base de datos de radares. Toda la información se muestra en una pantalla de 5 pulgadas que es escamoteable. Cuando la pantalla está a la vista, presenta una inclinación algo forzada que tiene como misión evitar reflejos. El manejo del navegador se puede realizar desde la consola central, desde un mando a distancia o mediante un mando que está situado detrás del volante.

El climatizador bizona funciona muy bien, es rápido y silencioso. Con poner la temperatura deseada y pulsar la función auto es suficiente para poner el habitáculo a la temperatura deseada.

Los asientos calefactados tardan poco en hacer patente el calor, una vez seleccionada la intensidad deseada en el mando que controla la temperatura.

A la izquierda del volante, en el salpicadero, tenemos un mando que activa o desactiva el freno de estacionamiento automático y otros que permiten abrir la tapa del depósito de carburante y el maletero por control remoto. Además, la colección de mandos, se completa el regulador de encendido de las funciones de alumbrado, el reostato de intensidad de la luz del cuadro y dos botones que activan las luces antiniebla, delantera y trasera.

En ese lado, en la columna de la dirección, tenemos el mando de las luces indicadoras de dirección, el botón para leer los mensajes del ordenador, el botón para navegar por el menú del ordenador de bordo y sus diferentes mensajes y un botón para resetear los diferentes parciales. A la derecha de la columna de dirección, tenemos el mando de los limpia y lavaparabrisas, así como el de los lavafaros, que funcionan solidariamente cuando las luces de cruce y/o carretera están encendidas. El sensor de lluvia tiene regulación de sensibilidad según la intensidad de la lluvia que reciba nuestro parabrisas.

Nuestra unidad disponía de sistema manos libres para cerrar y abrir el vehículo, lo que supone no tener que poner el mando que hace de llave en ningún alojamiento para poder iniciar la marcha, aunque en el salpicadero tenemos un receptáculo para ello. Sólo le falta un freno de mano eléctrico completamente automático para ser perfecto, ya que el freno no se activa automáticamente al parar el motor. Tampoco tiene ayuda de inicio de marcha en pendiente.

El volante, forrado en cuero, es completamente redondo, con un grosor medio y de tacto firme, no duro. Dispone de una zona más ergonómica para coger correctamente el volante. Tiene botones para el control del sistema de sonido, control de crucero, del ordenador de bordo y activación de los comandos vocales -todos estos mandos tienen un tacto sólido y agradable- (parte izquierda y parte derecha). La fabricación del volante es sólida y está muy bien acabado. Volvo ha conseguido que sea un mando que transmita calidad y sea agradable de utilizar.

Nuestra unidad de pruebas contaba con luces de descarga de gas xenon para las funciones de cruce y carretera -que tienen sistema AFS-. La iluminación es muy buena, pero no entendemos como no tiene función de luces automáticas.

El equipamiento, como cabe esperar en una berlina de esta categoría, es muy completo. Destaca, fundamentalmente, la dotación de seguridad, que como suele ser habitual en la marca, es muy completa.

Conclusión:

 La versión que ha sido objeto de nuestra prueba es, probablemente, la más interesante de toda la gama por prestaciones, consumo y funcionamiento. A nivel global, el Volvo S80 me parece un gran coche. Destaca por su nivel de confort, acabados y materiales interiores, equipamiento de seguridad, estética y precio. En este sentido, es el típico coche que te gana y convence cuando lo pruebas y valoras verdaderamente sus grandes virtudes.

Texto: Gustavo Rodríguez

Fotos: A. R. Sastre y G. Rodríguez