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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
05/05/2018
Por Gustavo Rodríguez Hernandez

Prueba del Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo 200 CV Super

La berlina italiana, que reemplaza al 159, destaca por su atractivo diseño y agradable calidad de rodadura.

Tras siete años sin tener una berlina de tamaño medio en su catálogo, Alfa Romeo ofrece, desde 2016, un nuevo modelo que viene a cubrir la vacante del 159, el último modelo firmado por Giorgetto Giugiaro en la firma del biscione. Al mismo tiempo, la marca italiana recupera la denominación Giulia, que hizo su debut en 1962. Nosotros nos pusimos al volante de la versión de gasolina menos potente de la gama, que cuenta con un motor de 2.0 litros con 200 CV asociado a un cambio automático de 8 velocidades. Esta variante de acceso se puede adquirir desde 38.940 euros (ver todos los precios).



Lleno de personalidad

Si comenzamos por su estética, el Giulia mantiene el ADN de la marca con unas formas similares a las de su predecesor y una frontal que resulta inconfundible. Asimismo, el diseño está condicionado por la parte técnica que presenta este coche. Y es que, con el fin de repartir los pesos a la perfección, el motor y las piezas mecánicas se disponen entre los dos ejes. Esta es la razón por la que el Giulia tiene voladizos muy cortos, un capó y guardabarros delanteros largos y un habitáculo desplazado hacia atrás y asentado sobre las ruedas motrices. Todo esto se traduce en una batalla muy generosa, la más larga de su categoría, contenida en una de las carrocerías más compactas.

El exterior del nivel de acabado Giulia destaca por sus pinzas de freno de aluminio, los faros halógenos con función DRL, las luces traseras con tecnología LED, las luces antiniebla y el tubo de escape individual cromado plateado. Nuestra unidad de pruebas, que respondía al acabado ‘Super’, disponía de elementos opcionales, como los cristales tintados en la parte posterior (371 Euros), pinzas de freno pintadas en color rojo (247 euros), contorno exterior de las puertas en acabado negro (268 euros) y llantas de aleación de 18 pulgadas 'Brunido Sport' (764 euros). El color 'Rojo Alfa' de nuestro modelo de pruebas, además de formar parte del equipamiento de serie, le aporta mucha identidad de marca a esta berlina.

Todos los paneles de la carrocería están correctamente ajustados. Las puertas, que se manejan con bastante fluidez y no resultan pesadas como en otros modelos equivalentes, presentan un buen tacto y cuentan con un cierre amortiguado y agradable. Menos cuidado está el portón del maletero que, aunque se maneja con muy poco esfuerzo, rebota al cerrarlo, transmite muy poca consistencia y no tiene apertura y cierre eléctrico, algo que sorprende en un coche de este precio y categoría.

 

Un interior con mucho atractivo

El habitáculo, como buen alfa y coche italiano que se precie, es muy atractivo a la vista. La posición al volante puede ser muy baja, algo casi que es de obligado cumplimiento en un Alfa Romeo. Nuestra versión de pruebas, asociada al acabado 'Super', no contaba con reglajes eléctricos en los asientos delanteros. Para equiparlo, algo que recomendaría, hay que adquirir el pack 'Power Seats', que tiene un coste de 1.039 euros. Con este equipamiento, dispondremos de 6 posiciones diferentes con función de memoria en el caso del asiento del acompañante. Como he comentado con anterioridad, es algo que recomendaría, ya que los reglajes mecánicos, que son muy amplios y variados, ofrecen mucha resistencia y son demasiado bruscos al manejarlos.

Si hablamos de los asientos delanteros, y más concretamente del asiento del conductor, nos han parecido confortables y envolventes en la zona lumbar y de la espalda, pero deficientes en cuanto al diseño de la banqueta. Ésta, que es algo corta y estrecha, resulta muy molesta en la parte lateral izquierda, ya que condiciona en exceso la posición de la pierna derecha cuando descansa en el reposapiés. Asimismo, los reposacabezas, que únicamente cuentan con regulación en altura, son atractivos por diseño -exhiben en relieve el logo de Alfa Romeo-, pero cuentan con un mullido demasiado firme.

Los asientos de nuestra unidad de pruebas estaban tapizados en piel de bastante calidad que daba la impresión de ser resistente al uso y el paso de tiempo.

Hay otros tapizados sintéticos con aspecto de piel que están muy bien logrados y que transmiten buenas sensaciones al tacto y a la vista, sobre todo los de la parte más visible de los paneles de las puertas y del salpicadero. Como en la inmensa mayoría de los coches, incluso en modelos de esta categoría, sigo echando en falta más mullido en las zonas en las que apoyamos los brazos y, sobre todo, los codos.

Las plazas posteriores me han resultado confortables y satisfactorias por espacio y confort. Pese a que las formas de la carrocería son muy aerodinámicas, el interior no se ve mermado en cuanto a espacio. Los asientos, que me resultado cómodos -lo habrían sido mucho más si recogieran mejor en la parte lumbar-. Como en otros coches de su segmento, no encontramos un apoyabrazos en la plaza central. Además, si queremos que el asiento trasero pueda abatirse asimétricamente, hay que gastarse 364 euros.

 

Una berlina práctica y funcional

Aunque en el Giulia el diseño es importante, algo que es de obligado cumplimiento, cuenta con un interior muy funcional, sobre todo por el diseño y ubicación de todos sus mandos. Nos llama la atención el botón de arranque que, como un claro guiñó a Ferrari, está ubicado en el volante. Los mandos del sistema de climatización también son bastante funcionales, pues son giratorios y se manejan con rapidez y de manera intuitiva. Lo mismo ocurre con el mando que nos permite controlar el sistema Connect Nav 3D de 8.8" - desarrollada con Magneti Marelli -, que nos permite movernos con sencillez por todos los menús que nos ayuda a gestionar la radio, el navegador y diferentes funciones del vehículo. Por último, al lado del mando del cambio, encontramos el selector Alfa DNA para gestionar los diferentes modos de conducción. Todo está bien agrupado y definido.

En función de los niveles de acabado, el cuadro de instrumentos, que no es digital en su totalidad, algo que agradecemos, exhibe los diales tradicionales de Alfa Romeo en el tacómetro y el velocímetro. Entre ambos, hay una pantalla en color de 3.5'' o 7'', que ofrecen lectura de la aceleración lateral, consumo de combustible, eficiencia y cambios de marcha sugeridos, entre lo más destacable.

Los materiales y los acabados del interior tienen luces y sombras. En líneas generales, el habitáculo da una buena sensación de solidez y calidad. No obstante, Alfa Romeo ha descuidado algunos detalles. Por ejemplo, algunas zonas del salpicadero -muy pocas- crujen al presionarlas o cuando pasamos por encima de un bache. También hay plásticos muy sencillos que desentonan con otros que son de una calidad muy superior. Por ejemplo, el mando del cambio está construido con unos materiales muy sencillos con algún borde cortante y, la retroiluminación que nos permite ver la marcha seleccionada, también deja bastante que desear-. En la misma línea, también ha otros mandos, como el selector Alfa DNA y los mandos del sistema de infoentretemineto, que presentan un tacto mejorable y unos plásticos demasiado sencillos para lo que cabe esperar en un coche de esta categoría.

El maletero tiene una capacidad de 480 litros, una cifra destacable y que se encuentra dentro de lo que se espera en un coche de este tamaño y carrocería. Sus formas, que resultan regulares, nos permiten aprovecharlo al máximo. La iluminación resulta algo pobre, y, el tapizado del mismo, es muy normal. Ya que hablamos de su guarnecido, hay que destacar que no encontramos ningún tipo de revestimiento en la parte superior, algo que suele descuidarse en la inmensa mayoría de las berlinas de este tipo.

 

Un chasis muy trabajado

Alfa Romeo se ha esforzado en ofrecer unas suspensiones muy elaboradas, algo que queda patente una vez que recorremos los primeros kilómetros. En la parte delantera, incorpora una nueva suspensión de doble brazo oscilante con eje de dirección semivirtual para optimizar el efecto filtrante y garantizar, en teoría, una dirección rápida y precisa. También sobre el papel, este tipo de suspensión mantiene constante el apoyo del brazo en tierra durante las curvas y, gracias a la huella en el suelo siempre perfecta, es capaz de garantizar altas aceleraciones laterales. Para el eje trasero se ha optado por una solución multilink - patentada por Alfa Romeo -.

La suspensión, al menos en nuestra unidad de pruebas asociada al acabado 'Super', es bastante rígida, aunque aporta una calidad de rodadura impecable y absorbe muy bien las imperfecciones del firme y los millones de badenes que nos encontramos en muchas ciudades. Además, como suele ocurrir en coches de este tipo, con un neumático muy ancho y una suspensión bastante firme, el ruido de los neumáticos se percibe con demasiada evidencia en el interior a poco que el asfalto no esté en perfectísimas condiciones.

En cuanto a su comportamiento dinámico, si por algo destaca este Alfa, es por su sobresaliente estabilidad lineal. En curva, se nota que es un coche efectivo y con un muy buen nivel de grip, salvo en apoyos fuertes. En este tipo de condiciones, debemos ser finos con la dirección, ya que si incrementamos el giro en exceso, las ruedas delanteras pierden el agarre deseado y la trasera se descompensa un poco. También es un coche sensible cuando vamos muy rápido por zonas bacheadas con diferentes desniveles -en ese tipo de condiciones se vuelve un coche nervioso y algo impreciso-. En cualquier caso, dejando este tipo de matices a un lado, el Giulia que nos ocupa, es un coche que transmite deportividad y una estabilidad magnífica.

La dirección, como buen Alfa que se precie, es muy directa -en el Giulia es especialmente directa-. Tanto es así, que es la más directa del mercado (11.8). No obstante, que sea directa, no quiere decir que sea precisa, y es que, aunque al final uno se termina acostumbrando a este tacto tan especial, los recorridos de la suspensión y los giros de la carrocería no son tan reactivos como la dirección, lo que traduce en imprecisiones cuando llega el turno de abordar las curvas.

 

Con diferentes modos de conducción

Como ya es norma en Alfa Romeo desde hace tiempo, el Giulia equipa un nuevo selector Alfa DNA, el cual modifica el comportamiento dinámico del vehículo en función del modo seleccionado: dinámico, natural, eficiencia. Donde más se nota la intervención de este sistema, es sobre el pedal del gas y el cambio. De todos los perfiles de conducción, el más recomendable es el modo dinámico, que es el que permite mejor funcionamiento y precisión del pedal del gas y, lo que es más importante, del funcionamiento de cambio.

El Alfa Romeo Giulia introduce, como novedad mundial, un sistema electromecánico que combina el control de estabilidad y el servofreno. De este modo, además de ofrecer la optimización de peso más importante y vibraciones de pedal reducidas, se garantiza una respuesta de freno instantánea y, por consiguiente, unas distancias de frenado hasta parada de récord: 38.5 metros para frenar de 100 km/h a 0, teniendo en cuenta que esta distancia baja a menos de 32 metros para el Giulia Quadrifoglio con discos de freno cerámicos de carbono. El tacto puede resultar agradable para muchos conductores que les incomoden las vibraciones que suelen producirse en el pedal.

Para completar la tecnología del equipo de frenos, el Giulia también introduce un nuevo sistema de frenada de emergencia autónoma (AEB) con detección de peatones. Esta tecnología ralentiza o frena automáticamente el vehículo para evitar una colisión inminente. En concreto, el dispositivo utiliza sensores de radar y una cámara para detectar si el Giulia se aproxima a otro vehículo u obstáculo (incluidos los peatones) demasiado rápido a lo largo de su trayectoria. El sistema avisa primero al conductor sobre el obstáculo mediante una alarma acústica y, si el conductor no reacciona rápidamente, frena de manera autónoma para evitar la colisión.

Motor 2.0 litros TBi: refinado y muy progresivo

De la gama Giulia, únicamente he podido probar la versión de gasolina que es objeto de esta prueba. Se trata de una motorización sobrealimentada de 2.0 litros que alcanza una potencia máxima de 200 CV (aquí puedes consultar sus especificaciones técnicas con todo lujo de detalles). Es un motor que, sin ofrecer mucha patada -es muy progresivo- y un sonido especialmente deportivo, brinda un muy buen rendimiento y corre más de lo que nos dicen las sensaciones.

Esta motorización de cuatro cilindros en línea está fabricada totalmente en aluminio. Las particularidades de este motor, además del sistema de actuador de válvula electro-hidráulico MultiAir, incluyen el sistema "2 en 1" de sobrealimentación y la inyección directa con un sistema de alta presión de 200 bar.

El 2.0 litros TBi únicamente se comercializa con un cambio automático de convertidor de par –la marca lo denomina comercialmente como Q-Tronic de 8 velocidades-. Es una transmisión que funciona adecuadamente, aunque no es todo lo rápida y deportiva que se espera en un coche de este tipo. Además, en muchas ocasiones responde con incómodos tirones que hacen acto de presencia en función del régimen de giro al subir y bajar marchas. Su manejo manual se puede realizar desde el mando del cambio, o bien, desde unas levas metálicas de bastante calidad y generoso tamaño que se sitúan detrás del volante.

El consumo de carburante entra más o menos dentro de lo esperado en un vehículo de este peso, motor y potencia. En carretera, cirulando a velocidades legales, obtuvimos un registro de 7,6 l/100 Km, lo que no está nada mal. Ya en ciudad, las medias se pueden disparar hasta los 8,9 l/100 Km.

Todos los detalles de su equipamiento

La gama del nuevo Giulia en el lanzamiento consta de tres niveles de acabado (Giulia, Super y Quadrifoglio), dos paquetes (Lusso y Sport), 18 versiones interiores diferentes y 13 colores de carrocería (más información de la versión probada). Además, los clientes pueden elegir entre dos tracciones (tracción trasera o tracción total), dos tipos de transmisiones (la nueva transmisión automática Q-Tronic de 8 velocidades, o la transmisión manual de 6 velocidades) y tres nuevos motores: el motor de 200 CV 2.0 litros TBi y el motor de 150 CV o 180 CV (también en versión ECO) 2.2 litros JTDm, además del motor ya presentado de 510 CV y 2.9 litros BiTurbo gasolina en la versión Quadrifoglio.

El equipamiento estándar montado en el nivel de acabado Giulia se complementa en el segundo nivel de acabado, Super, con: llantas de aleación de 17" (específicas de 16" para el motor turbodiésel de 2.2 litros y 180 CV ECO) y doble tubo de escape cromado plateado. Los sofisticados asientos de cuero y de tela también son estándar, junto con el reposapiés y la elección opcional de tres colores para el salpicadero y los los paneles de puertas. El Giulia Super puede equiparse con el motor de 200 CV 2.0 litros TBi y el motor de 150 CV, 180 CV o 180 CV ECO 2.2 litros JDTm.

A partir del nivel de acabado Super, los clientes del Giulia pueden personalizar su vehículo con dos paquetes específicos: Lusso o Sport. El primero incluye faros de 35 W bi-Xenón, asientos en cuero fino, salpicadero y volante de dirección calefactados, retrovisores exteriores plegables y pantalla TFT de 7". Aquellos que prefieren acentuar su espíritu deportiva pueden elegir el paquete Sport que cuenta con: faros de 35 W bi-Xenón, volante deportivo de cuero e inserciones de aluminio.

Además, el nuevo Giulia Super pueden seguir personalizándose con más funciones (suspensión activa, levas en el volante para el cambio de marchas automático, diferencial autoblocante Alfa Q2) y sistema de sonido de Harman Kardon (incluyendo el sistema de sonido Premium con 14 altavoces, que incluye subwoofer y luz ambiental).

Por último, también están disponibles el paquete de comodidad (con acceso sin llaves), el paquete Driver Assistance Plus (sensores de aparcamiento delanteros/traseros y cámara de visión trasera con líneas de aparcamiento dinámicas, espejos de puertas electrocromáticos, control de punto ciego y asistente para luz de carretera), el paquete de asientos eléctricos (asiento eléctrico con ajuste de seis posiciones para el conductor y el acompañante) y el paquete de iluminación AFS (faros de 35 W bi-Xenón con AFS + lavafaros).

El nuevo Giulia, tal y como ocurre en todos los modelos de última generación, nuevos sistemas de asistencia a la conducción. Esto queda demostrado por el Control de Crucero Adaptativo (opcional) que reduce la velocidad establecida cuando el vehículo se aproxima a otro vehículo en el mismo carril o cuando otro vehículo se incorpora al carril en la que está conduciendo. El sistema vuelve a la velocidad ajustada cuando el vehículo en frente acelera o se cambia a otro carril. Por último, el paquete de sistemas de asistencia a la conducción no estaría completo sin la Advertencia de Abandono de Carril que detecta cambios de carril involuntarios y el dispositivo de Control de Punto Ciego (opcional) que ayuda al conductor durante los cambios de carril y al adelantar o ser adelantado por vehículos ocultos a la vista.

El sistema de sonido de Harman Kardon es una primicia en el Alfa Romeo Giulia. El corazón del sistema es un amplificador de 12 canales de clase D con 900 W que asegura un alto rendimiento siendo compacto al mismo tiempo. El amplificador distribuye el sonido claro a través de un sistema de 14 altavoces dentro del vehículo para una calidad de sonido superior. Se utiliza tecnología Logic 7 para obtener un efecto de sonido envolvente de 5,1 fuentes de alta resolución diferentes y una reproducción estéreo uniforme y harmoniosa.

Nuestra conclusión

El Giulia, como buen Alfa Romeo que se precie, es un coche con mucho atractivo y cargado personalidad. Puede ser ideal para aquellos conductores que busquen una berlina con un marcado carácter deportivo y con un punto de exclusividad. Su base rodante transmite un agrado de conducción notable y el motor de gasolina de 200 CV ofrece un buen rendimiento.
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GUSTAVO RODRÍGUEZ HERNANDEZ

Periodista especializado con 20 años de experiencia en el sector de la automoción. Fue director del área de Motor de Cadena Cope Castilla y León durante 3 años. Posteriormente, fue redactor y probador de coches en AUTOhebdo Sport, Revista Top Auto y sobrecoches.com. Desde el año 2011, es el responsable de pruebas y producto de cochesyconcesionarios.com

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