Skoda remodela su Octavia

Tanto la berlina como la versión familiar estrenan motor de gasolina y mejorados sistemas de seguridad

Skoda presentó en el Salón de París la renovación a la que ha sometido a su modelo más antiguo, el Octavia. Ahora, apenas un mes después de esa presentación, la marca checa pone a la venta su renovada berlina. Los cambios afectan también a la versión familiar, el Octavia Combi. Esas modificaciones de las que estamos hablando afectan al exterior, al equipamiento y también a la gama de motores.

Estéticamente, el Octavia estrena parrilla central y un parachoques delantero que da al coche un aspecto más dinámico. Los grupos ópticos son nuevos (opcionalmente pueden llevar luces de xenón). Además, por primera vez, este coche lleva un sistema de alumbrado que incorpora las funciones de iluminación diurna y de curva.

El nuevo Octavia está disponible con cuatro motores de gasolina y tres diesel. Hay un gasolina nuevo, que es el 1.4 TSI de 120 caballos. Con él, la berlina alcanza los 203 km/h de velocidad punta, consume 6,6 litros a los cien y emite 154 gramos de CO2 por kilómetro. De momento, está disponible con una caja de cambios manual de seis velocidades, aunque en los próximos meses estará también disponible con una automática DSG de siete marchas. Esta caja de cambios podrá montarla también el motor de gasolina 1.8 TSI de 160 caballos.

El resto de la gama gasolina se completa con el 1.6 MPI de 102 CV y con el 2.0 TSI de 200. Ambos han sido ligeramente modificados para rebajar sus emisiones de CO2.

Los propulsores diesel son tres: el 1.9 TDI de 105 CV, el 2.0 TDI de 140 y el 2.0 TDI CR de 170 caballos, asociado a la versión RS, la más deportiva de la gama.

Los acabados son cuatro: Trend, Elegance, Laurin&Klement y el mencionado RS. No todos ellos pueden asociarse con todas las mecánicas. El Trend, por ejemplo, únicamente está disponible con los dos gasolina y con el diesel menos potentes. Y los RS con los más potentes.

Aun así, el equipamiento de serie ahora es un poco más completo. En el apartado de seguridad se añade un ABS de última generación y asientos delanteros con reposacabezas activos, que ofrecen protección contra el latigazo cervical. Además, hay nuevos sistemas de sonido y de navegación disponibles y un nuevo sistema de estacionamiento (opcional) que incluye nuevos sensores y dos altavoces que producen sonidos distintos cuando la distancia delante o detrás se recorta considerablemente. Y también hay nuevas tapicerías, nuevas formas para las llantas de aleación y un climatizador con mandos distintos (como los que lleva el Superb).

Los precios del Octavia parten de los 19.590 euros que cuesta la versión más básica (el 1.6 de 102 CV y acabado Trend) y suben hasta los 29.820 del 2.0 TDI L&K con cambio automático.

En cuanto al Octavia Combi, tiene precios de entre 21.910 y 31.020 euros.

Hay una tercera carrocería para el Octavia, el Scout, una versión pensada para poder circular por fuera de carretera. De momento, los cambios de la berlina y del familiar no afectarán a esta carrocería, que sigue estando a la venta con la apariencia y con las mecánicas de siempre.