Chevrolet firma un acuerdo de colaboración con Repsol para impulsar el uso de GLP

La marca comercializa cuatro modelos que funcionan con este combustible

Cualquiera que tenga un coche de gasolina puede adaptarlo para funcionar con GLP (gas licuado del petróleo o autogas). Una vez adaptado, el vehículo podrá funcionar indistintamente con gas o con gasolina. De todas formas, hay marcas que comercializan directamente vehículos ya adaptados, y que ahorran esa transformación. Chevrolet, por ejemplo, tiene cuatro modelos de este tipo a la venta. La marca acaba de firmar un acuerdo de colaboración con Repsol para dar a conocer un poco más las ventajas de este combustible, que son unas cuantas.

La primera: el gas es un 50 por ciento más barato que la gasolina. El ahorro en combustible al cabo del año se va a notar. Además, un vehículo que se mueve con autogas emite un 20 por ciento menos de CO2 a la atmósfera. También suelta menos partículas (un 97 por ciento menos que un motor de gasolina o un 50 por ciento si hablamos de motores diesel con filtro de partículas), menos óxidos de nitrógeno (un 90 por ciento menos), es un combustible que no contiene ni azufre ni plomo... es más limpio, resumiendo.

Otra ventaja importante es que los vehículos de GLP cuentan con dos depósitos (uno de GLP y otro de gasolina), por lo que la autonomía del vehículo también aumenta. Se puede cambiar entre propulsión por gasolina o por GLP con tan solo tocar un botón.

El motor se desgasta menos y, aunque se pierden unos pocos caballos de potencia, las prestaciones del coche son muy similares. Además, el autogas proporciona una conducción suave, silenciosa y sin vibraciones.

Chevrolet ha firmado el acuerdo con Repsol porque es el principal distribuidor de autogas. Cuenta con una red de 36 gasolineras en España donde se suministra este combustible. Para finales de este año se abrirán 20 puntos de repostaje más. Para comprobar si tenéis alguna de esas 36 gasolineras cerca, aquí está el mapa.

Lo cierto es que el GLP es un combustible muy utilizado en el resto de Europa. De hecho, es el combustible alternativo más utilizado en todo el mundo. Pero volviendo a Europa: hay cerca de 7 millones de vehículos que circulan por las carreteras del Viejo Continente y que se mueven con gas. Por eso, tanto Chevrolet como Repsol se han decidido a impulsar su uso en España.

Chevrolet comercializa un Matiz, un Aveo (de tres o de cinco puertas), un Epica y un Captiva impulsados por GLP. En breves llegará también un Cruze de gas.

Son versiones más caras. El Aveo de cinco puertas de gasolina, por ejemplo, cuesta 8.995 euros, descuentos promocionales incluidos. La versión de GLP cuesta 10.495 euros, 1.500 euros más. Lo que ocurre es que para la compra de estos vehículos hay subvenciones que amortizan esa diferencia. Así, el IDAE da ayudas de hasta 2.000 euros; todo es cuestión de preguntar.

Para los que esto del gas les haya convencido pero que no tengan un Chevrolet, es posible convertir su vehículo en uno impulsado por GLP. La transformación puede costar unos 2.000 euros. Una vez más, esa inversión se amortiza una vez se reciba la subvención. Y más adelante, a la hora de repostar. La transformación debe hacerse en centros autorizados. Repsol tiene una lista de estos centros.

Si alguien tiene dudas sobre la fiabilidad de esta tecnología, está sobradamente probada. Sus niveles de seguridad son equivalentes al de los combustibles tradicionales, ya que tienen que pasar pruebas especiales. Los depósitos son resistentes a la presión, y deben superar numerosas pruebas de choque y de seguridad. "La experiencia práctica muestra que no hay ningún dato que indique que se incremente el riesgo en un coche de GLP. Las pruebas de choque y de incendio prueban que los coches de GLP no son, en absoluto, más peligrosos que los de la gasolina".