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PRUEBAS DE VEHÍCULOS
11/03/2017
Por Gustavo Rodríguez Hernandez

Prueba del Subaru WRX STI

Esta berlina, cargada de personalidad, ofrece unas prestaciones sobresalientes.

El Subaru WRX STI, que es la cuarta generación del Impreza, aunque ya no se denomina como tal desde 2010, es el modelo más extremo y deportivo de la gama Subaru. Como es habitual en la marca, esta berlina equipa un motor Boxer de 300 CV. Nosotros probamos la última versión de la gama que, como única novedad, se ofrece sin el enorme alerón posterior.

Exteriormente, pese a no llevar ese espectacular alerón trasero, el WRX STI sigue siendo un coche muy espectacular y atractivo. Si optas por no incorporar este elemento aerodinámico y eliges, por ejemplo, la tonalidad 'Ice Silver Metallic' de nuestra unidad de pruebas, encontrarás un coche algo más discreto y hasta elegante.



Muy atractivo

El diseño de la carrocería hace que esta berlina tenga mucha personalidad y mantenga los nuevos códigos de diseño de Subaru, como por ejemplo, los estrechos faros delanteros "ojo de halcón", la parrilla delantera hexagonal, así como otros típicos del modelo como sus aletas delanteras y traseras sobredimensionadas. Respecto a su predecesor, ahora la toma de aire en el capó es más baja y ancha, aumentando así la cantidad de aire que entra al intercooler. Asimismo, se añaden luces de posición led delanteras y traseras, además de leds de freno traseros. El techo y capó están fabricados en aluminio y permiten reducir aún más su bajo centro de gravedad.

El paragolpes delantero es más bajo, con una toma de aire inferior mayor que canaliza el aire por debajo del coche, donde varios paneles aerodinámicos lo conducen hacia el difusor trasero, a cuyos lados, nos encontramos con dos poderosas salidas de escape doble.

Las generosas llantas de 18 pulgadas, con la posibilidad de montar BBS opcionales, calzan neumáticos en medida 245/40 R18.

Un ambiente muy especial en el habitáculo

El interior es totalmente negro, salvo detalles de STI en rojo. La calidad de todos los materiales y sus respectivos acabados no son especialmente lujosos, pero están a un buen nivel. Una vez sentado a los mandos, uno siempre tiene la sensación que todo está bien hecho y que el ajuste de las diferentes piezas se ha cuidado con mimo. El volante, que nos ha encantado por diseño, tacto y fabricación, es más grueso que el del anterior modelo y, además, la parte inferior es plana.

Todo el diseño del habitáculo nos ha encantado por diseño y funcionalidad. El cuadro de instrumentos, con iluminación en color rojo, es espectacular y da mucha información. Entre los dos diales, hay una pantalla a color de 3,5 pulgadas que se visualiza muy bien. La información que es capaz de ofrecer este coche, que es mucha, se completa con otras dos pantallas dispuestas en la consola central. Desde todas ellas, podremos ver, por ejemplo, información sobre la presión del turbo, de los consumos, o del sistema de climatización. Pero por si todo esto se quedara escaso, hay otra pantalla extra en la consola central desde la que se puede gestionar el navegador, el equipo de sonido (Harman Kardon) y algunos ajustes del vehículo.

Los asientos delanteros han sido rediseñados por completo. Sin ser extremos en su concepción, nos han parecido sumamente equilibrados en todos los sentidos, ya que consiguen ser muy confortables, sujetan adecuadamente el cuerpo y permiten que podamos acceder al habitáculo como en un coche normal. Los de las plazas traseras no son tan envolventes, la banqueta resulta algo corta y hasta diría que el mullido no es tan firme, pero también son confortables y permiten que vayamos sentados de una manera natural. El espacio en las plazas traseras, gracias a la mayor batalla de la plataforma, permite que haya mucho espacio para las piernas.

El maletero pasa a un segundo plano en un coche de este tipo, pero como se trata de una berlina de tamaño medio, el volumen disponible es más que correcto gracias a sus 460 litros, una cifra que se puede ampliar gracias a que los respaldos de los asientos pueden abatirse asimétricamente.



Un motor de carreras

Bajó el capó encontramos un motor peculiar, que le permite a este modelo diferenciarse de sus rivales. Se trata de una motorización Boxer sobrealimentada de gasolina de 2.5 litros. Según Subaru, con esta configuración se consigue bajar el centro de gravedad para favorecer el comportamiento dinámico. Pese a que nos ha parecido que el turbo actúa algo tarde, debido a su geometría fija, es una mecánica que está concebida para correr y para llevarlo entre 4.000 y 6.000 rpm si queremos obtener las mejores prestaciones y sacar el máximo partido del motor. En ese rango de revoluciones, es una mecánica espectacular que nos incita constantemente a que nos movamos en esa zona. Por debajo, como si de un coche de carreras se tratara, la respuesta es algo pobre. Saliendo desde parado, hay que conocerle para controlar el embrague y el gas adecuadamente para que el coche no se cale.

Si traducimos estas magníficas sensaciones en cifras, este Subaru nos regala una aceleración de 0 a 100 Km/h en 5,2 segundos y una velocidad punta de 255 km/h. En cuanto a consumos se refiere, el WRX se contenta con unos de 10 litros a los 100 kilómetros en autovía, unos 8,5 l/100 km en carretera secundaria siendo respetuosos con las limitaciones de velocidad y, por último, unos 14 litros en ciudad para rematar la faena.

Como buen "Impreza" que se precie, este WRX cuenta con una transmisión que requiere de esfuerzo físico para manejarla. Tanto el embrague como el guiado del cambio ofrecen un tacto bastante denso. No obstante, aunque en un principio suene a algo agotador, su tacto y funcionamiento nos termina encantando, gracias a que transmite calidad y precisión.

Eficaz y configurable

El WRX STI es un coche con el que se puede 'trastear' para encontrar el coche perfecto en función de la conducción de cada momento. Para ello, el WRX añade una nueva función, denominada "Active Torque Vectoring", que reparte par de manera inteligente a las 4 ruedas y, en caso necesario, frena la rueda interior para mejorar el paso por curva y la seguridad. El sistema DCCD, que actúa sobre el diferencial central autoblocante, permitiendo elegir un ajuste manual con seis niveles de reparto de par entre el eje delantero y trasero hasta un ratio del 41:59. También podemos contar con un modo automático, que actúa conjuntamente con el VDC para obtener la mejor tracción posible dependiendo de las condiciones de adherencia. Respecto al ya conocido sistema "SI Drive", dispone de tres modos de respuesta del motor: Intelligent, Sharp y Sport Sharp.

Si hablamos de su comportamiento dinámico, este Subaru tan especial no defrauda en ningún momento. Se nota que es un coche en el que se ha puesto especial cariño para ponerlo a punto. Esto se percibe por lo eficaz y equilibrado que resulta en todo tipo de curvas y situaciones, y por lo rápido que responde a las órdenes de la dirección.

La suspensión es bastante firme y permite que, este coche, sea muy reactivo y rápido de movimientos sin que la carrocería apenas genere balanceos. Sin embargo, para lo dura que es, absorbe muy bien y no te maltrata.

El equipo de frenos Brembo con 4 pistones delanteros y dos traseros cumplen correctamente y tienen un extraordinario tacto de pedal. Sin embargo, como suele ocurrir en todos los coches de calle de altas prestaciones, no son muy resistentes a la fatiga cuando vamos todo lo rápido que se puede ir con este coche en una carretera con curvas.

Respecto a su predecesor, la nueva dirección de tipo hidráulico es más rígida y rápida con 2,5 vueltas de volante de tope a tope frente a las 2,8 de la versión anterior. Con todas estas mejoras, según Subaru, se consigue reducir el balanceo en un 16% y aumentar la velocidad de paso por curva. Su tacto en conducción deportiva es, sin duda y por encima de todo, lo que menos nos ha gustado del coche. Comunica muy poco y transmite poca precisión, una situación que nos limita mucho a la hora de ir rápido, ya que tenemos la sensación como si la dirección no estuviera conectada a la ruedas.



Precio y equipamiento

Como suele ser norma en Subaru, el equipamiento de serie es muy completo y la gama es sencilla. En el caso del modelo que nos ocupa, actualmente se vende en un único acabado denominado Rally Edition que cuesta 46.900 euros (ver precios). No es un precio elevado si se tiene en cuenta el tipo de coche que es, la potencia que ofrece y lo que cuestan los modelos de la competencia con características similares. De serie, no van a faltar elementos como los asientos de cuero y Alcantara, los varos de xenón, el climatizador bi-zona, un equipo de sonido firmado por el especialista Harman Kardon y un sistema de infoentretenimiento, denominado Subaru Starlink, que nos parece ciertamente mejorable en cuanto a la respuesta táctil de la pantalla.

Nuestra conclusión

El Subaru WRX STI es un coche muy especial que te engancha por completo si eres un amante de los coches deportivos y de altas prestaciones. Nos encanta por diseño, prestaciones y comportamiento dinámico. Sin duda, se trata de un coche con mucho carácter y personalidad que recuerda a los coches de hace años... y esas sensaciones, son impagables.
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GUSTAVO RODRÍGUEZ HERNANDEZ

Periodista especializado con 20 años de experiencia en el sector de la automoción. Fue director del área de Motor de Cadena Cope Castilla y León durante 3 años. Posteriormente, fue redactor y probador de coches en AUTOhebdo Sport, Revista Top Auto y sobrecoches.com. Desde el año 2011, es el responsable de pruebas y producto de cochesyconcesionarios.com

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