El Peugeot 308 1.6L BlueHDi 120 CV estrena el cambio automático 'EAT6'

Esta nueva combinación mecánica se encuentra disponible en las dos carrocerías del compacto francés.

Peugeot estrena en el 308 la motorización 1.6L BlueHDi 120 CV en combinación con la caja de cambios automática de seis velocidades con convertidor de par EAT6. Disponible en la silueta berlina y SW y asociada a la serie especial Style, la oferta de la Marca para el segmento C crece con esta opción eficiente y prestacional.

El Peugeot 308 1.6L BlueHDi 120 EAT6 registra consumos de 3,5 l/100 km y emisiones de 92 g/km de CO2 con un par máximo de 300 Nm y realiza el 0 a 100 km/h en 9,6 segundos. Este bloque cumple con la exigente normativa anticontaminación Euro6.

Además, la caja automática con convertidor de par reafirma todavía más el componente de respeto medioambiental de este motor. A igualdad de condiciones, el 1.6L BlueHDi 120 CV EAT6 registras emisiones muy similares a su versión automática, llegando incluso a mejorar sus registros en función del nivel de acabado.

Peugeot 308 Style 1.6L BlueHDi 120 CV EAT6 está disponible desde 19.800 euros (precios con plan PIVE y financiación a través de Peugeot Financiación incluido).

La nueva caja de cambios automática de seis velocidades con convertidor de par supone un paso adelante en lo relativo a experiencia de conducción. Ofrece un confort de uso de alto nivel: rapidez y fluidez en los cambios con la tecnología Quick Shift y gestión fina de la resistencia al avance gracias a un convertidor optimizado. Su rendimiento se ha mejorado con la limitación de las fricciones internas y el uso de convertidores bloqueables para evitar el deslizamiento.

Sobre la tecnología BlueHDi

BlueHDi es la denominación de los bloques diésel de Peugeot que cumplen con la exigente normativa anticontaminación Euro6. Combina tres elementos diferenciales: el filtro antipartículas (FAP) con aditivo, el catalizador Selected Catalytic Reduction (SCR) y un dispositivo Stop & Start.

Las ventajas de esta tecnología son una reducción del óxido de nitrógeno (NOx) de hasta un 90 %, la optimización de las emisiones de CO2 y el consumo de combustible y la eliminación del 99,9 % de las partículas.

Los elementos contaminantes producto de la combustión se eliminan en tres etapas: en la primera el catalizador de oxidación acaba con los hidrocarburos no quemados (HC) y el monóxido de carbono (CO), que se transforman en agua y dióxido de carbono.

En la segunda el SCR transforma, gracias a una mezcla de urea y agua llamada AdBlue, los NOx en agua y nitrógeno. En la última el filtro antipartículas elimina la práctica totalidad de las mismas.